10 Años del Hospital Central. SUEÑOS, TESÓN Y CORAJE en el ADN de un hospital público que es modelo en su tipo
29/6/13. El viernes último se celebró la década del Hospital Central, un centro de referencia regional, concebido con un criterio vanguardista que abrió sus puertas, tras 44 años de marchas y contramarchas, en el peor momento económico del país y gracias a un equipo que no cejó en el esfuerzo a pesar del la crisis es hoy una realidad tangible. Durante su construcción los más escépticos lo habían bautizado como el “Elefante Blanco”, definiéndola como una obra crónica de destino incierto y hasta le auguraron no pocas veces el triste final del albergue Warnes. “Hasta algún concejal de la oposición por entonces jugó con la idea de demoler la estructura del Central, tal como sucedió con el Warnes”, memoró el Intendente Gustavo Posse durante el acto por el aniversario al tiempo que explicó que se realizó un relevamiento del estado edilicio, analizó el costo de la puesta en valor y el cálculo cerró. “Era más caro adecuar el Viejo Hospital que abrir este” -confió el Intendente-. Y al rato añadió: “Empezamos la locura de terminar por las nuestras el Hospital. No conseguimos apoyo ni nacional ni provincial, ni de ningún municipio de la Región – admitió-. Se convertía así, en un proyecto lineal que era el traslado del antiguo hospital al nuevo sólo a cuenta y cargo nuestro. Corrimos contra el tiempo, pero lo logramos. Fue magnífico, se consumó la mudanza sin cerrar el Viejo Hospital, en una experiencia verdaderamente inédita en el país”. A la hora del balance sobre lo dicho y hecho Posse resumió: “Cuando se inauguró este hospital se dijo que su estructura estaba para demolerse y hoy estamos de pie; que de ninguna manera podía funcionar en un lugar de estas dimensiones, seguimos creciendo; que en tal caso un hospital era su ADN, su escuela, lo sigue siendo y apuesta a la excelencia”, observó. El Central abrió sus puertas para brindar atención a los miles de hombres, mujeres y niños que acuden a él en busca del bien más preciado que no cotiza en bolsa: la salud. Lo que nació del sueño de un intendente visionario y supo de no pocas frustraciones, fue concretado por su hijo y un puñado de emprendedores, también llamados “luchadores natos” – en la antesala del despacho del cinco veces Intendente Melchor Posse dominaba la escena un cuadro con la frase: “Las grandes obras las sueñan los genios locos, las ejecutan los luchadores natos, las disfrutan los felices cuerdos, y las critican los inútiles crónicos” – es hoy uno de los centros asistenciales de alta complejidad más sofisticados por funcionalidad y confort donde los sanisidrenses tienen puestos sus ojos y sus anhelos. El viernes comenzó a funcionar un nuevo sistema de digitalización de Diagnóstico por Imágenes de última generación, único en el ámbito de los hospitales públicos bonaerenses. Enterate!
“En estos tiempos de escasísimas obras públicas y flaquezas en los servicios de salud de toda índole, la vigencia del hospital público mantiene latente la esperanza de vida de muchos”, reseñaba en su portada el prestigioso y recordado semanario Costa Norte, allá por junio de 2003.
Lo que va de ayer a hoy. El viejo Hospital de la calle J J Díaz y la actual fachada del Central “Dr. Melchor Angel Posse”
En efecto, un 28 de Junio de ese año, tras uno de los momentos de mayor crisis institucional en el país que sin duda repercutió en el sistema de salud público- privado, el Intendente de San Isidro, Gustavo Posse cumplía un sueño varias veces anhelado por su padre: concretaba la apertura del Hospital Central de San Isidro. Cuando muchos quedaban al margen de todo sistema de salud, debido a la creciente desocupación y al mal momento de las pre-pagas, Posse fortalecía así la prestación municipal dando respuesta a una creciente necesidad de los sanisidrenses.
El Central de San Isidro hoy lleva el nombre de su impulsor, el Dr. Melchor Angel Posse, padre del actual intendente, quien luchó denodadamente para que esa concepción hospitalaria fuese una realidad cuando desde muchos sectores apostaban por la demolición del edificio, comparándolo con el albergue Warnes. Hoy esa construcción que es modelo en su tipo brinda más y mejores servicios y cobija aparatología de última generación.
El viernes último en el aula magna del Central ubicado en avenida Santa Fe 431, se realizó una ceremonia presidida por el Intendente Gustavo Posse y acompañado en los discursos por el secretario de Salud de la comuna, Dr. Eduardo Prado y la Dra. Susana Guidi Rojo, directora del centro Durante el acto también se presentó el nuevo sistema de digitalización del Servicio de Diagnóstico por Imágenes.
Todo comenzó con un video institucional del Hospital en el Aula Magna y con un hall central colmado de público.
La directora de este hospital de referencia en la Región, nave insignia del sistema de salud municipal, relató cómo de aquel viejo hospital de la calle Juan José Díaz y Primera Junta con tan solo 6000 m2 de superficie y 120 camas, que conformaba una familia por la labor de sus profesionales y la permanente entrega de las Damas Rosadas y contaba con 3 servicios básicos de pediatría, clínica médica y cirugía se pasó a un moderno centro sanitario de 20.000 m 2 dotado de halles vidriados,160 camas -de las cuales 34 son del área crítica-, 7 quirófanos, un área docente consolidada, sede de la UBA. “Para que todo este engranaje se lleve a cabo – razonó la facultativa.- se necesita de la decisión y del apoyo político, de los recursos materiales y del recurso humano. Acá sí deseo detenerme y agradecer profundamente el trabajo cotidiano, silencioso, de todo el personal de salud”, destacó.
Tras poner en valor la labor de los profesionales que los antecedieron en el esfuerzo, la directora del Hospital, resaltó los “valiosos” recursos materiales y humanos que tiene este establecimiento sanitario y señaló: “Es un orgullo personal poder trabajar con jefes de servicio que son profesionales, gestados en nuestro hospital, que aman su labor”. No obvió referirse al apoyo de la Asociación Cooperadora y del Servicio de Voluntarias Damas Rosadas, “compañeras incondicionales en la labor diaria”, a la gente de ACIAPO y a las distintas ONGs que participan activamente en la vida del establecimiento sanitario.
En sintonía con sus palabras el secretario de Salud Pública de San Isidro, Dr. Eduardo Prado recordó que a poco de asumir la Intendencia el Dr. Gustavo Posse realizó un relevamiento acerca del estado del viejo hospital y “el informe no pudo haber sido peor. Ese edificio de más de 90 años ya no podía mantener la demanda creciente de los vecinos –observó-. Entonces, encargó a un equipo de su gabinete, integrado por funcionarios de la Secretaría Privada, Obras Públicas, Gobierno y de Salud evaluar la posibilidad de concluir la obra civil del Hospital Central”. Se ajustaron costos, analizaron las capitaciones y se evaluó el funcionamiento a futuro del nuevo edificio de producirse el traslado del nosocomio de Juan José Díaz al de avenida Santa Fe al 431.
HOMBRES DE CORAJE. “’Para hombres de coraje se han hecho las empresas’, frase célebre de José de San Martín en carta dirigida a Godoy Cruz y coraje fue lo que tuvo Gustavo Posse al decidir la apertura del actual Hospital”, planteó el Dr. Prado durante su encendido mensaje.
El secretario de Salud evocó que a poco de la apertura, se perdió al hombre que soñó con el Hospital, fue entonces cuando se juntaron firmas y se decidió que el nuevo Hospital “llevara el nombre de quien había iniciado su construcción interrumpida por un golpe de Estado; ese hombre fue el fallecido intendente Melchor Ángel Posse. Señor intendente (refiriéndose a Gustavo Posse), dentro de 100 años, serán otros quienes estén festejando un nuevo aniversario, porque usted no pensó en una década, sino en una obra que nos trascienda en el tiempo”.
EN NOMBRE DEL PADRE. Al realizar un prolijo racconto de cómo se fueron sucediendo los hechos el Intendente puso el foco en un estudio que le encargó al entonces director, el Dr. Bernardo Noguero. El profesional lo impuso acerca de cuál era la situación de infraestructura del Viejo Hospital y explicó que en el actual edificio del Central existía la propuesta de convertirlo en un centro de salud tercerizado que priorizara la atención de los vecinos de San Isidro, siempre bajo la premisa que tuvo el cinco veces Intendente Melchor Posse de que allí opere un hospital de referencia regional de suma importancia.
Con el respaldo del entonces presidente Arturo Frondizi y del Gobernador Oscar Alende -médico al igual que Melchor Posse- comenzó a alumbrarse el proyecto y en el 59 se colocó la piedra fundamental. Su padre, por entonces, tras ingentes gestiones con el Jockey Club había logrado que el 2,5 % de las apuestas del Hipódromo local se destinarán a la financiación del edificio.
Las obras durante el facto quedaron paralizadas y esos fondos pasaron a engrosar el rubro de Rentas Generales, pero la caja de la estructura liminar del hospital en ciernes se preservó al igual que todos los elementos, “Estaba todo intacto, hubo algo que hizo que nada se deteriorara ni desapareciera a manos de algún empleado infiel, así que era posible proseguir la obra para que San Isidro tuviese su hospital”, relató Posse al tiempo que memoró: “Cuando Noguero me acerca el estado de situación del Viejo Hospital caí en cuenta que los costos de mantenimiento eran altísimos. No tenía siguiera planos, carecía de una buena infraestructura de gas –puntualizó-, representaba millones de pesos -en ese momento eran dólares por la convertibilidad- ocuparse solamente de la seguridad de los ascensores y las salidas de emergencia”,
Con el correr de los años, la infraestructura edilicia que se fue gestando con sucesivas ampliaciones y hasta sufrió un incendio de proporciones, había quedado obsoleta. Posse advirtió que hasta algún concejal de la oposición por entonces jugó con la idea de demoler la estructura del Central, tal como sucedió con el Albergue Warnes. Se realizó un relevamiento del estado edilicio, analizaron el costo de la puesta en valor y el cálculo cerró.
“Era más caro adecuar el Viejo Hospital que abrir este”, confió. Se licitó e intentó una financiación externa pero no se logró. “A los pocos meses de comenzada la obra tomamos la decisión de seguirla por administración”, historió con emoción Posse. Y al rato apuntó que los responsables de Salud y Obras Públicas, Carlos Prassel y el entonces subsecretario Fernando Romero, trasladaron las oficinas a la planta baja del Central para consumar la títánica tarea. “Se canceló la obra desde el punto de vista privado y empezamos la locura de terminar por las nuestras el Hospital. No conseguimos apoyo ni nacional ni provincial, ni de ningún municipio de la Región – admitió-. Se convertía así, en un proyecto lineal que era el traslado del antiguo hospital al nuevo sólo a cuenta y cargo nuestro. Corrimos contra el tiempo, pero lo logramos. Fue magnífico, se consumó la mudanza sin cerrar el Viejo Hospital, en una experiencia verdaderamente inédita en el país”.
Posse recordó que hace casi 45 años que no se inaugura un centro sanitario de referencia como el Central en la Argentina al tiempo que lo calificó como la nave insignia del sistema de salud municipal, por el capital humano que allí trabaja y la calidad de atención que se brinda. Expresó, asimismo, que San Isidro es el segundo polo de salud del país, con tres hospitales y 12 centros de atención primaria. Al echar una mirada en una suerte de balance, sobre lo dicho y lo hecho Gustavo Posse planteó: “Cuando se abrió este hospital se dijo que su estructura estaba para demolerse y hoy estamos de pie; que de ninguna manera podía funcionar en un lugar de estas dimensiones, seguimos creciendo; que en tal caso un hospital era su ADN, su escuela, lo sigue siendo y apuesta a la excelencia”.
“Lo importante es trascender en el tiempo, en las siguientes generaciones; ése es el postulado que redundará en una sociedad más justa en cuanto al acceso a la salud. Pasaron 10 años y el Hospital creció en lo asistencial, tecnológico y académico”, resumió Posse y subrayó que el 28 por ciento del presupuesto municipal está destinado al sistema de salud de San Isidro.
Con la bendición del padre Martín Ricur, capellán del Hospital, terminó una ceremonia en la que se hizo un repaso de una historia que comenzó diez años atrás y que se proyecta hacia el futuro. “No nos conformamos con lo que hemos hecho. Pensamos cómo seguir a la vanguardia del servicio de salud pública”, finalizó Posse, quien también presentó el nuevo sistema de digitalización de imágenes de la sala de rayos.
“Es la última innovación: en vez de las placas analógicas, los pacientes podrán llevarse sus estudios en formato digital, en un CD por ejemplo. Es un sistema más económico, más ecológico y más democrático: las imágenes pueden verse en una computadora de cualquier casa, consultorio o centro de salud”, resaltó el intendente de San Isidro.
EL HOSPITAL CENTRAL EN DATOS
.- En Enero de 2003 se comenzó con la construcción a cargo de personal de profesionales de Obras Públicas de la Municipalidad.
.- El intendente Gustavo Posse, inauguró el nuevo Hospital Central el 28 de junio de 2003; el sábado 5 de julio y con el esfuerzo de todos los profesionales, paramédicos, enfermeros y personal de maestranza, con una jornada prolongada, se determinó que a partir de las 8, comenzaran a trasladar aproximadamente a 20 pacientes que estaban aún internados en el viejo Hospital (Juan José Díaz 818) priorizando los más críticos y posteriormente los crónicos. Participaron del operativo 10 ambulancias.
.- Hace 45 años que en el país no se inauguran establecimiento hospitalario de tamaña envergadura
.- EN NÚMEROS. El Hospital Central es un edificio vidriado con grandes halls de distribución, con 32.000 metros cuadrados edificados; 160 camas de las cuales 34 pertenecen al área critica y el resto al autocuidado; 60 consultorios externos; siete quirófanos; una sala de endoscopía; un Servicio de Guardia con varios Consultorios Externos, un shock room equipado con la tecnología de una Terapia Intensiva y una sala de observación.
.- Todas las instalaciones tuvieron mobiliario nuevo y las camas, ruedas para su traslado. En el Área Crítica se pusieron respiradores, multiparamétricos, oxicapnógrafos, oxímetros, entre otros equipos de última generación.
.- Los quirófanos fueron totalmente equipados con mesa de operaciones, cialíticas, mesa de anestesia y monitores.
.- Con el correr del tiempo, al Laboratorio se le suministró equipos autoanalizadores de última generación. Actualmente se está digitalizando el Servicio de Rayos que próximamente será inaugurado.
.- La Farmacia está constituida con modernas instalaciones, y se equipó con carros de transportes para medicamentos; cada turno cuenta con módulos para las diferentes salas y diferentes pacientes.
.- A través de estos diez años el Hospital se fue modernizando constantemente con tecnología de última generación. El Servicio de Gastroenterología con torres para prácticas de la Especialidad, torres para Cirugía laparoscópica, el intensificador de imágenes para la realización de procedimientos en el Servicio de Cirugía Endovascular y Neurocirugía, son sólo algunos ejemplos de los avances tecnológicos.
.- El Área Docente tuvo un importantísimo avance. Las residencias médicas eran nacionales, provinciales y muy pocas municipales. Hoy el Municipio absorbió el 90 por ciento de ellas, egresando residentes anualmente del Sistema de Salud del Municipio.
.- En el último año el Hospital tuvo 520 mil consultas entre atenciones de Consultorios Externos y Servicio de guardia..