25 años del Santuario de Schoensttat en San Isidro. El único templo mariano de la Diócesis celebró a lo grande
20/5/13. El sábado último, en el marco de las festividades del Santo Patrono, a pesar de lo destemplado del tiempo, el Movimiento Apostólico de Schoenstatt celebró los 25 años de inauguración del santuario de Elflein al 2300, en Las Lomas. La conmemoración contó con la asistencia del Obispo de la Diócesis, mons. Oscar Ojea, del padre Pablo Javier Pol y del Intendente Gustavo Posse, quien concurrió acompañado de su esposa María Fernanda Nuevo y de una variada agenda que convocó a la nutrida feligresía. La familia de Schoenstatt en un sencillo y emotivo encuentro conmemoró a lo grande la vigencia del único templo mariano de la Diócesis que sabe ser un lugar de reflexión y encuentro con Dios. Allí se realizan encuentros espirituales de jóvenes, de docentes, misioneros y de la familia.
En Las Lomas, el único templo mariano de la Diócesis de San Isidro, celebró el sábado último sus 25 años de existencia. Se trata del Santuario de Nuestra Señora de Schoensttat. El festejo contó con una intensa y variada agenda de actividades que comenzó a las 14hs. con el rezo del Rosario Iluminado, luego tuvo lugar la entrada de la Virgen y a las 16 hs. Mons. Oscar Ojea concelebró la Misa y más tarde el pastor de la Diócesis bendijo la piedra fundacional del movimiento. Un sitio que desde su fundación en Mayo de 1987, supo ser un lugar de reflexión y encuentro con Dios.
“Hoy celebremos los 25 años del Santuario de Nuestra Señora de Schoenstatt en San Isidro. Un momento de gracias para todos. Pedimos a María Santísima que vuelva a renovar su Alianza con nosotros, fundamento del Santuario y que implore para nosotros la presencia del Espíritu Santo que nos envía y transforma”, reseñó el padre Pol
Un Santuario por demás concurrido por las familias en Las Lomas que sabe de años de oración, compromiso y misión y que el 21 de Mayo de 1988, en vísperas de la celebración de Pentecostés cuando el entonces obispo, Mons. Jorge Casaretto bendijo el edificio supo de la bendición también del Papa Juan Pablo II.
Desde hace tiempo ya no pocos alumnos de colegios de la zona acuden al Santuario para practicar en convivencias y retiros; también los doncentes realizan allí jornadas pedagógicas y recalan en el lugar no pocas peregrinaciones de grupos y parroquias.
Pero la actividad en el Santuario es amplia y comunitaria: la familia de Schoenstatt realiza allí charlas, encuentros de grupos de formación y del grupo misionero del Movimiento.
Los tiempos liminares del Santuario supieron del esfuerzo del padre Esteban Uriburu y de la hermana Fiatis. En un principio se emplazó una casa en la calle Nicolás Granara, en Acassuso y en la Capilla Santo Domingo de Guzmán, hoy parroquia y por entonces conocida como El Galponcito por su precaria construcción. Fue un grupo de matrimonios que asistían a un templo de la Capital el que tuvo la idea de construir un Santuario mientas el padre Uriburu por esos días convocaba a charlas y meditaciones que se realizaban juntamente con las hermanas de María de Schoensttat.
Así se concibe la idea de levantar el templo. María Marta Bosch, vecina de la zona le confió al matutino La Nación que llegar a concretar el sueño demandó no pocos años de intensa oración.
El terreno donde se levanta hoy el Santuario fue donado por la familia Alvear y es a partir de 1983 cuando las Hermanas de María de Schoensttat echan raíces en San Isidro para que una vez consumado el donativo pudiera hacerse el anhelado sueño realidad.
Dos años más tarde se levantó la ermita, en 1986 cobró forma el SUM, Salón de Usos Múltiples, y ese mismo año se aprobó la construcción del santuario que integra los 20 templos que funcionan en el país e integran los 200 diseminados por el mundo.
Como se sabe, el Movimiento Apostólico de Schoensttat fue fundado por el padre José Kentenich en Alemania en 1914 y se extendió por toda America latina desde el 43.
Por todo ello el sábado último no faltaron razones para celebrar. Los peregrinos llegaron una vez más al Santuario y se sumaron a los festejos que se vivieron con fe y renovada esperanza
“Nos reúne un feliz aniversario –confesó el Intendente Gustavo Posse-. En este mismo lugar, hace veinticinco años se erigía e inauguraba el santuario dedicado a la Madre tres veces admirable de Schöenstatt. Surgía así un signo de fe y un rincón privilegiado de paz”, indicó el Intendente, que concurrió con su mujer María Fernanda Nuevo una ferviente feligresa de Santo Domingo de Guzmán
“Como obispo de esta diócesis siento la alegría de presidir esta celebración eucarística. Vengo a reconocer la riqueza de un carisma otorgado por Dios a la Iglesia de nuestro tiempo. Deseo alentar a los miembros de esta gran familia espiritual, cobijados bajo el amparo de la Madre de todos” soltó Mons. Ojea ante los feligreses que se llegaron al templo de Las Lomas. Como se dijo, durante la jornada hubo rezo del Rosario Iluminado, oficio concelebrado y bendición de la piedra fundamental que luego remató con un delicioso té y no pocas anécdotas
Es que no faltaron lúcidos testimonios y recuerdos de los feligreses y vecinos que vivenciaron la época fundacional. Los más jóvenes celebraron las anécdotas y vieron cómo disfrutaban ellos, los schoenstattianos de la época de fundación, contando las experiencias del único templo mariano de la Diócesis, lo que no es poco decir.