Ayer junto a Jorge Macri, Seba Armenault entregó anteojos en el Geriátrico Municipal y el Bignone. Pasión por AYUDAR

3/5/13. Como se sabe, la vida del ultramaratonista Sebastián Armenault está regida por la frase “Superarse es ganar”. Tal la máxima que motiva a Seba a correr por el mundo para realizar donaciones junto a empresas que apoyan su proyecto: desde 2007 corre y enfrenta desafíos cada vez más exigentes y con ellos lleva su ayuda a quienes más lo necesitan. En efecto, en el día de ayer, el ultramaratonista solidario, que es vecino destacado de Vicente López donó, junto al Intendente Jorge Macri, 120 anteojos a los abuelos del Geriátrico Municipal y a los pacientes del Instituto Bignone. Otro gesto para aplaudir ser del primer deportista sudamericano, argentino y de Vicente López, que corrió en los 7 continentes.

 

 

 

La vida de Seba Armenault gira en derredor a sus dos pasiones: el deporte y la solidaridad. A los 46 años, este vecino destacado de Olivos corre ultramaratones en los lugares más extremos e inhóspitos del planeta por causas benéficas. Por cada kilómetro que recorre, más allá del puesto en el que finalice, distintas empresas realizan donaciones que se destinan a organizaciones sin fines de lucro.

 

“En el deporte encontré el medio para transmitir el lema Superarse es ganar, que no tiene que ver con salir primero en una carrera o ser el campeón del mundo, sino con desafiar tus propios límites”, confió este ex rugbier de Banco Nación, que un día decidió dejar atrás su puesto de gerente comercial de una empresa para dedicarse de lleno a transmitir este mensaje de coraje, valor y autodeterminación para enfrentar las adversidades.

 

 

A pesar de sus cuatro operaciones de rodilla, Armenault lleva más de 2000 kilómetros recorridos en maratones de todos los continentes. Ni las temperaturas más extremas del desierto del Sahara y de la Antártida ni la inmensidad del Himalaya pudieron detenerlo. “En los 250 kilómetros del Sahara un atleta etíope que pesaba 45 kilos ganó 5 mil euros de premio. Yo salí en el puesto 793 y conseguí más de 50.000 dólares en donaciones. ¿Quién ganó? Cada uno ganó su propia carrera”, confiesa.

 

Sebastián no corre solo, en sus travesías lo acompañan los sueños y las esperanzas de muchas personas. “A un íntimo amigo lo operaban de cáncer, entonces nos hicimos dos remeras iguales. Yo me fui a la línea de largada a correr mi carrera, mientras él entraba al quirófano a enfrentar la suya. Este tipo de cosas te dan una fuerza interna que es imparable y lo lindo es mostrarle a los demás que se puede”, explica con alegría Armenault.

 

También acompañó al padre de un chico que se curó de leucemia y que quiso correr una ultramaratón para celebrar y agradecer. “Cuando terminamos la maratón estaba el hijo esperándolo con la remera de Superman, porque su papá pasó a ser un superhéroe. No había copa, no había podio y aun así habíamos ganado”, cuenta.

 

En estos últimos seis años lleva recaudados más de 150.000 dólares, consiguió importantes donaciones (entre ellas: complejos equipamientos médicos, gracias al apoyo de empresas como: Weber, Direct TV, Puma, OMINT, 3 Arroyos, Gatorade, entre otras) y da conferencias en colegios y clubes. También administra su blog y terminó de escribir su primer libro autobiográfico que está por publicar. Actualmente se encuentra dando los primeros pasos para crear una fundación con el lema Un kilómetro, una sonrisa.

En el día de ayer, Sebas junto al Intendente Jorge Macri y al Chino Fabián Turnes, titular de Deportes municipal entregaron unos 120 anteojos a los abuelos del Geriátrico Municipal y a los pacientes del Instituto Bignone en emotivo acto.

“Se trata de otra hazaña cumplida por este excepcional deportista de Vicente López –rescató el Intendente-  Fue por haber logrado ser el primer sudamericano, argentino en correr en los 7 continentes y a nosotros como convecinos nos llena de orgullo su pasión por ayudar a quienes lo necesitan a través de sus desafíos deportivos”, remáto.

 

 

Fuente: La Nación/CONtinta NORTE