Personajes de Punta. PANCHO DOTTO por primera vez descansando por el Este. EL REPOSO DEL GUERRERO

15/1/13. ”Hace 28 años que no me tomaba vacaciones, pero en realidad no lo son, pasado mañana parto a Chile para entrevistarme con un cliente en el Hyatt”, confió el empresario de Punta Chica, uno de los invitados VIP en la concurridísima fiesta de la Revista Gente.“Los tiempos no están para traer 70 personas acá, ponerles 10 autos a disposición darles de comer, alojarlas durante 30 días, es un disparate total”, soltó y al rato, de impecable blanco y con pañuelo rosa al cuello, tal el dress code del clásico evento del verano que ilumina los jardines de Conrad deslizó: “Hoy estoy haciendo una vida diferente, más relajada”, pero admitió que igual se reunió con el subsecretario de Turismo ROU, Antonio Carámbula, cartera que todos los años supo apoyar el singular esfuerzo del empresario al promocionar Punta del Este con sus desfiles y actividades. (ver video)

“El amor que yo tengo por Uruguay y por Punta del Este es muy grande”, relató el hombre que fue una suerte de embajador sin cartera del mejor balneario de Sudamérica. Dotto definió a Carámbula como a “un amigo” y no ocultó su inalterable afecto por el pueblo uruguayo pero expresó: “Lo que pasa es que a veces te la complican un poquito, por eso en lugar de saltar la valla hay que sortearla por el costado”, tiró pícaro.

Un tanto cansado de ponerle el cuerpo al despliegue que todos los años realizaba en el balneario con sus desfiles y presentaciones – “no voy a estar pintando la pasarela como lo hice otros años”, se quejó pero de pronto reflexionó: “cumplí 57 años ya no estoy para esas cosas”. Bien por él.

Quienes lo saludan en la red carpet de Conrad –en verdad una legión de seguidores- ven a un Pancho Dotto, distendido, relajado, radiante, feliz, gozando a pleno del edificante airecillo esteño para volver con nuevos bríos. Es que como los gladiadores del ring, siempre es bueno cambiar el aire, darse un tiempo, un instante, tomar distancia para ver la vida desde otra perspectiva. La pasión jamás se pierde, solo se trata de saber dosificar el esfuerzo.