En la sede del Partido Socialista Carlos Gabetta presentó su libro “La encrucijada argentina: República o país mafioso”

Ante un nutrido auditorio entre los que se encontraban los concejales Carlos Castellano, de Acción Vecinal San Isidro es Distinto –especialmente invitado-, su par socialista, Fernando Pose y la secretaria general del partido de Don Alfredo Palacios, Inés Martino, el autor contó la entretela de “La encrucijada argentina, entre República o país mafioso”, una obra que plantea la degradación no sólo a nivel institucional, sino político y social que vive desde hace ya un tiempo prolongado la Argentina. La exposición del periodista dio paso a un rico intercambio de ideas con el público
“Ayer capturaron a un narcotraficante en Buenos Aires, el gobierno se lo apunta como un poroto –graficó-, y lo es. Pero resulta que los grandes narcotraficantes colombianos y mexicanos viven acá. La mujer de Pablo Escobar también reside aquí. De muchas cosas no se dice nada, sin embargo cuando saltó el asunto de un comisario en Santa Fe a la administración socialista se la acusa de ‘narcoprovincia”, se quejó.
“Un español del siglo XIX, Cobellanos dijo, ‘los pueblos no tienen los gobiernos que se merecen sino los que se les parecen’ y la verdad es que esa definición me gusta mucho. Nuestra situación política, social e institucional se nos parece –advirtió– . Nos hemos convertido en un país de maleducados, transgresores y violentos en el fútbol, en la calle, en todas partes. Como ciudadanos, no podemos echarle la culpa a la dirigencia, como si se tratase de algo dado. No, es nuestra dirigencia”
“A su vez Argentina tiene las características de un país desarrollado –continuó– con gente formada. Fuimos el faro cultural de América latina. Entonces estamos en esta disyuntiva. Nos tenemos que orientar en el marco de la gravísima crisis internacional que hay y no decir que la culpa no la tenemos nosotros“, deslizó y al rato remató: “De todos esos temas y de otros más trata este libro, no les puedo adelantar más, lo que tienen que hacer es leerlo”, aconsejó. Y un cerrado aplauso coronó su exposición para dar paso a un provechoso diálogo entre el disertante y el público, la consabida firma de ejemplares y el brindis de cierre.