Con la llegada de la primavera despliegue de arte, música y buenas ideas. Temporada ALTA de cultura en San Isidro

1/11/12. En los recoletos salones del Colegio San Juan El Precursor, al inaugurar el ciclo San Isidro Jazz & Más, con auspicio del BBVA, junto al Intendente Gustavo Posse, la siempre activa subsecretaria de Cultura y Comunicación, Eleonora Jaureguiberry describía que con la llegada de la primavera el pueblo fundado por Domingo de Acassuso vive su temporada alta de cultura. “Al Festival de Jazz, se le suma ahora “Puertas Abiertas” en el Bajo; el lunes arrancamos con la “Movida Cultural de las dos Orillas” que en realidad es de tres, porque además de uruguayos y argentinos, participan también chilenos; el 4 de Noviembre abre “Expocultura” en el Hipódromo, la muestra de talleres que convoca cada año a más visitantes; después viene el “Festival de Cine y Música” en los escenarios con historia que tiene San Isidro y los Villancicos en Navidad. Así que le aconsejo al vecino que consulte la agenda porque por estos días la oferta es muy variada”, deslizaba exultante la titular de Cultura local. En el tintero quedaban, claro está, iniciativas no menos imaginativas como Arte + Comercios, que planteó una suerte de galería de arte a cielo abierto en el centro sanisidrense con más de una treintena de intervenciones a vidrieras realizadas por casi medio centenar de artistas que iluminaron con su talento los escaparates y que la culminó con una gala lírica a cargo de la cantante Liliana Gattás. Pero sin duda la movida cultural más fuerte tuvo lugar en el Bajo, con la 6ta edición de Puertas Abiertas, que en esta oportunidad sumó la propuesta gastronómica de “Bocas Abiertas”, shows musicales y un sinfín de actividades.Puertas Abiertas es muy distinto a las Gallery Nights –describe Jaureguiberry- es que brinda la posibilidad de ver al artista trabajar in situ en su taller, lo cual hace que el observador tenga una visión diferente, más acabada de la obra, que además se puede comprar. Puertas Abiertas genera desarrollo local, es una apuesta por afianzar y fortalecer la identidad de una zona muy característica de San Isidro”, resume

 

Con sol o lluvia, el potencial creativo del Bajo sanisidrense se puso en movimiento y cautivó durante dos fines de semana a propios y extraños. Es que el pintoresco pueblito que se extiende más allá de la barranca ha sabido cultivar como rasgo distintivo una identidad barrial única e irrepetible que se tutea con la bohemia de pintores, escultores y coloristas que eligieron ese rincón de San Isidro tan ligado al río y al Tren de la Costa para vivir o tener sus ateliers.

 

 

Pintura, escultura, cerámica, grabado, telar, joyería, restauración, instalaciones, fotografía, música y mucho más conviven en esta singular propuesta abierta al público que se ha transformado en una verdadera fiesta para los vecinos del Bajo.

 

 

“Puertas Abiertas” se instaló para quedarse en San Isidro y tuvo su acto inaugural este sábado en el Centro Municipal de Exposiciones. La apertura oficial corrió por cuenta de la titular de Cultura y Comunicación de San Isidro, Eleonora Jaureguiberry en un evento que cobijo a más de un centenar de artistas, que luego de compartir una muestra fotográfica permitió que los expositores abrieran las puertas de sus casas y ateliers para presentar su obra de forma directa y sin intermediarios.

 

 

“En San Isidro no hay Gallery Nights pero contamos con este circuito único que ha ido creciendo” –explicó Jaureguiberry y recordó que aquello que comenzó con un puñado de artistas que se pasaron meses recorriendo el Bajo para sumar a otros y en esa edición inaugural logró reunir a 17 espacios hoy suma a más de 60. Además se asociaron pintores y escultores de otras latitudes o de Escuelas como la Regina Pacis con el trabajo de sus alumnos haciendo aún más interesante y abarcativa esta movida cultural.Es la primera vez que vengo. Me encanta que los artistas abran sus espacios. Hace un rato vi un cuadro y me emocioné y ya por eso valió la pena venir. Hay cosas muy lindas para ver y emocionarse”, contó Sofía, una vecina sanisidrense que se animó a desandar el circuito de ateliers mapa en mano.

 

 

ARTE A LA CARTA CON PROPUESTA GOURMET. Puertas Abiertas se convirtió en un evento contagioso en  el que todos quieren participar. “Este año además del simpático trencito que recorre los talleres, habilitado la temporada pasada para que exista mejor movilidad y menos autos, se sumó “Bocas Abiertas” –explicó Eleonora-. La iniciativa apela al circuito de restaurantes de la zona para que la movida se inicie más temprano”. Los restó y barcitos abrieron sus puertas al arte y a la magia, generando un movimiento especial durante esos días con propuestas variadas, desde la ambientación a cargo de artistas hasta el menú, con promociones especiales y actividades . Este movimiento bautizado Bocas Abiertas, surgió del empresario Diego Tedesco y del Polo Gastronómico, artístico y comercial del Bajo de San Isidro, que de a poco va tomando forma.

 

 

 

UN TRENCITO LLAMADO DESEO. Mientras algunos visitantes realizaron el recorrido a pie y otros en bicicleta, hubo quienes, como se dijo, optaron por subirse al tren, que acortaba distancias, permitiéndole a la gente conocer más talleres.

“Cada vez es más la gente que viene, cada edición despierta más interés y hay mucha más expectativa. Me parece increíble cómo el público se interesa y participa. Eso es muy alentador. Poder mostrar mi lugar de trabajo es darle un encanto especial y me gusta que la gente descubra un mundo que no conoce y que es tan arduo y no tan glamoroso como un trabajo formal”, aseguró la artista Yvonne Deloir.

 

 

En cada atelier, espacio y taller, los visitantes pudieron adquirir arte de primera mano, de artistas protagonistas de exposiciones nacionales o internacionales. Desde la puerta de su taller de escultura, en Camino de la Ribera y Los Sauces, el arquitecto Carlos Donato confiaba que con cada edición, “uno sale de su ostracismo del taller y se mete con la gente. Es una forma de dar a conocer lo que se hace aquí durante todo el año”. Donato, compartía su espacio con amigos como Cherca, o la talentosa pintora Victoria Pettigiiani y también Yayo, reconocido artista nacido y criado en el bajo. “Si antes el catálogo o la hoja de ruta para el visitante se acotaba a dos hojitas –memoró Yayo-, ahora existen cuatro repletas de ámbitos y ateliers que se sumaron a esta iniciativa. Yo me crié acá desde los 9 años y el Bajo siempre fue un lugar de bohemia; bueno, esta ha reverdecido de otra forma”. Le permite al visitante “conocer al artista en su ámbito, interesarse por la obra y adquirirla a un costo muy accesible”, acotó Victoria quien iluminó con sus trabajos -que apelan a técnicas mixtas como óleo, decoupage, espátula y pincel– ese rincón pleno de inhallables objetos llenos vida que supo plasmar el arquitecto Donato en su casa taller en Camino de la Ribera y los Sauces.

 

 

 

Muy cerquita de ahí, por De la Ribera casi esquina López y Planes, la artista conceptual Mariana Dasso confía que “siempre es un placer participar en Puertas Abiertas porque la gente tiene la posibilidad de ver mi taller, de conocerme, de charlar conmigo y es muy nutritivo. Agradezco a la Municipalidad de San Isidro que ha puesto el hombro para que esta movida se concrete”, expresaba mientras por su jardín no pocos visitantes curioseaban sobre los tesoros que ofrecía “Verde y Agua”, en complicidad con Deloir y Ana Gallacher, decoupage, trabajos en vidrio, flores, aros y sillas decoradas acaparaban la atención.

 

 

A dos cuadras, frente a Los Álamos, Valentina Cambiaso contagiaba con la impronta de su taller de artes visuales, en el mismo ámbito donde Geraldine Penn mostraba sus mayólicas, bachas, esculturas y cerámicas que combinaban a la perfección con los cálidos muebles de madera y cemento liviano pergeñados por Guillermo Heinonen en Estilo Ribera, desing & deco.

 

 

A pasos de ahí en su casa la paisajista y jardinera María Fernández Madero, relataba que junto a Laura Franchi y Mónica Neira, dos artistas plásticas recurrieron a una fusión entre el arte y el jardín. “Me encanta la propuesta de abrir la casa, pienso que es muy importante no encerrarnos sino abrirnos”, tiró. Por ese entonces, cada una de las paradas era una verdadera romería. Pasando el taller de Don Marcos Varilla –uno de los más concurridos- en Greta Ideas, Solís al 400, una banda se animaba a sacudir la modorra de un domingo gris de súper clásico con pronostico de lluvia interpretando un temazo del Flaco Spinetta, en sus tiempos de Invisible, Durazno Sangrando.

 

 

Ya por entonces, con un trencito repleto de chicos, nadie dudaba en arriesgar que el balance de la sexta edición era más que auspicioso. El Bajo y sus artistas habían logrado encandilar con su magia; es que ese sector cuando llega el verano más allá del río y la costa, que como se sabe tienen su imán, se convierte en un lugar amigable, grato, capaz de cobijar un despliegue de arte, música y buenas ideas, que suele sorprender al visitante a la vuelta de la esquina