SALUDABLE ESTRENO: Abre sus puertas en Beccar el Centro de Estimulación Temprana. Apostar A LA VIDA

3/10/12. “San Isidro es un lugar líder en materia de estimulación temprana por los esfuerzos que se realizan para que los chiquitos de escasos kilos lleguen a vivir”, suelta visiblemente feliz el Intendente Gustavo Posse que, en esta “Semana del Prematuro”, está de estreno. Sucede que junto a la plaza de Andrés Rolón y Posadas, en Beccar, donde estaba el viejo CE.DE.PREN, abrirá este jueves 4, a las 10.30 hs. un Centro de Estimulación Temprana único en su tipo. “No lo van a reconocer”, interviene la Dra. Ana María Menéndez, flamante directora del instituto y pasa a relatar los secretos de un trabajo que se nutre en el afecto y que apunta a la detección precoz de los trastornos del desarrollo. La Dra. Menéndez, habló de los logros, contó el caso de una chiquita que hoy tiene casi 9 años y nació con 450 grs. o el de Nazareno con poco más de un kilo, que actualmente la supera en altura. “Cada chico deja una enseñanza, hace a un crecimiento acompañado por padres e hijos. Y en nuestra tarea, se palpan los milagros permanentes de la vida”, dice esta médica formada en la vieja Maternidad sanisidrense y en el Garraham, que supo ser docente jardinera mientras estudiaba. “No me imagino mi vida sin niños”, confía. Conozca cómo será la tarea del nuevo Centro de Estimulación Temprana que atenderá a niños derivados del Hospital Materno infantil, de los centros de atención primaria de salud o de las escuelas con las que la comuna trabaja en red. Descubra su equipo de trabajo, sus sueños, sus luchas.

Un estudio realizado por UNICEF revela que “la prematurez es la primera causa de muerte en Argentina en bebés menores de un año, fallecen más de 4500 prematuros cada año”, señala el informe y a su vez precisa que “unos 7 mil bebés vienen al mundo con menos de 2.500 gramos y antes de las 37 semanas de gestación”. Sin embargo en San Isidro desde la llegada de la democracia hasta nuestros días, gracias a un sostenido programa de salud pública y su especial celo en la atención y control de los recién nacidos de alto riesgo, se logró el constante descenso de los índices de mortalidad infantil.  “En el 84, San Isidro era el lugar de mayor mortalidad infantil de toda la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires en su conjunto – evocó ante CONtinta NORTE el Intendente Gustavo Possey hoy es el lugar donde mueren menos chicos en todo el país. Se trabajó muchísimo”, evaluó el jefe Comunal a horas de abrir el Centro de Estimulación Temprana y Detección Precoz  de los Trastornos del Desarrollo.

MUNICIPIO COMPROMETIDO CON LA NIÑEZ

“El compromiso del Municipio con los chicos ha sido cada vez mayor y lo que comenzó con un programa de seguimiento de Recién Nacidos en Alto Riesgo fue creciendo –advierte la Dra. Ana María Menéndez, responsable del flamante Centro al tiempo que explicó cómo surgió la necesidad de “contar con un espacio propio donde se puedan hacer las evaluaciones del desarrollo, como por ejemplo, el test de Bayley y poder brindar a su vez, una atención centralizada para que los padres no anden deambulando por todas partes”.

“Además, quienes no vivan cerca del Centro, recibirán una atención descentralizada con la contención y el seguimiento de nuestros profesionales”, anticipa la directora y al rato suelta: “Todo recién nacido prematuro tiene derecho a ser atendido en un consultorio especializado y con una mirada que los abarque en su totalidad”. Y en San Isidro, así será.

Lo cierto es que los esfuerzos por mejorar la atención perinatal lograron disminuir la mortalidad en los recién nacidos prematuros, llevándola a ser el índice más bajo de los 13 municipios que integran la Región Sanitaria V en esa cauística. La Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) viene en franco descenso, año a año y todo ello se debe los controles del embarazo, la atención del parto y del recién nacido, la infraestructura hospitalaria y el posterior seguimiento. Una tarea increíble realizada desde el querible hospital público y que ahora hará centro en Beccar.

La Dra. Ana María Menéndez, indica que “desde el 96 al 2012 ingresaron al consultorio 800 chicos prematuros aproximadamente de los cuales 500 son menores de 2000 gramos –precisa- . De ese universo; hay 250 chicos menores de 1500 grs y de 32 semanas de embarazo. A su vez, 200 chicos con Síndrome de Down son seguidos en forma ininterrumpida. Todos los cuidados previos al embarazo ayudan a la sobrevida de bebés muy pequeños”, señala la profesional.

Un bebé se considera prematuro cuando nace antes de completar las 37 semanas de gestación, aunque los que corren mayor peligro son aquellos que nacen con menos de 32 semanas y menor peso, sobre todo si no alcanzan los 1.500 gramos.

La prematurez responde a un fenómeno multicausal, el embarazo adolescente es reconocido como una variable que aumenta las posibilidades al igual que los tratamientos que hacen que gente grande se embarace o los nacimientos múltiples que a veces devienen de una fecundación artificial.

“Las mamás adolescentes no siempre tienen la alimentación adecuada y esto repercute en el crecimiento y el cuidado del chico. Hay muchas patologías que pueden ser sutiles y no pueden manifestarse en esos primeros años pero que luego pueden aflorar en la etapa preescolar. Si acudimos al médico cuando el chico es grande, perdimos un montón de tiempo valiosísimo”, argumenta la especialista.

Otras variables que también pueden influir a tener partos que no lleguen a término es que la madre tenga más de 40 años, que padezca una anemia no tratada y que no se haya realizado los controles perinatales correspondientes. “Siempre decimos que la prematurez es multicausal y que sólo una pequeña proporción puede llegar a prevenirse por eso hay que centrarse en cuidar muy bien a la mamá, pero además, darle al bebé que nace con esta condición la calidad de atención adecuada”, asegura la profesional.

CUIDADOS QUE HACEN AL AFECTO Y LA VIDA

Un 50 % de los prematuros nacen en el sistema de salud municipal sanisidrense y el restante en los centros privados. “Esos chicos requieren de controles permanentes. Siempre le digo a mis alumnos, piensen desde dónde venimos: de un útero materno donde todo es agua, paz, armonía. Los estímulos nos llegan muy despacito –describe la Dra, Menéndez- Y, de repente se irrumpe y en lugar de estar en brazos de papá y mamá, nos encontramos en una sala de terapia intensiva, en una incubadora, con pinchazos, luchando por la vida; son procedimientos necesarios pero muy traumáticos para el bebé. Lo que se ve a lo largo de los años, es que si han recibido una sobre estimulación hay que estar muy atentos y ayudarlos”.

Es que los chicos que nacen con escaso peso tienen mayores posibilidades de tener alguna discapacidad tanto en el área motriz, neurológica o sensorial. “Detectado a tiempo uno puede disminuir el impacto de cualquier consecuencia de la prematurez“, precisa la médica a la vez que enumera las alteraciones más frecuentes: “Pueden manifestarse en el neurodesarrollo con disminución del tono muscular, la coordinación, atención. También trastornos de visión y audición por la inmadurez que hay que vigilar especialmente para que no se conviertan en alteraciones conductuales“, afirmó.

“A veces en los prematuros se perciben trastornos en la marcha, tienen como un andar desorganizado – grafica-, caminan con dificultad por hemiplejías. Cuando uno los ve jugar, se percibe cómo toman los objetos. También se ven muchos problemas de atención y no se concentran. Es muy importante el seguimiento y que a esos chicos se les gradúen los estímulos”, añade.

Menéndez afirmó que los niños nacidos en esas circunstancias pueden presentar secuelas viscerales, sensitivas, auditivas, visuales o cognitivas y tienen, en su primer año de vidamúltiples internaciones por diferentes causas. “Apuntamos a la detección precoz para aprovechar la plasticidad neuronal del cerebro, es decir, la capacidad de las células del sistema nervioso de reproducirse y regenerarse cuando ha sufrido alguna lesión”, sostuvo

“Hay que seguir haciéndoles evaluaciones como mínimo hasta los 3 años de vida”, recomendó esta neonatóloga formada en la vieja Maternidad de San Isidro con el Dr. Pasarino, luego se capacitó en prematurez en el Garraham y desde el 96 coordina el programa de seguimiento de Recién Nacidos en Alto Riesgo en el Materno Infantil. “No me imagino mi vida sin niños, antes cuando estudiaba medicina era docente y trabajaba en jardines de infantes”, cuenta esta mujer dueña de una sensibilidad a flor de piel que entiende que el Centro no podía estar mejor ubicado que junto a una plaza. “Imaginate, uno puede estimular a un chico desde muchos lugares pero el tener una plaza al lado, hace a lo lúdico y eso es inigualable”, dice.

Según afirmó Menéndez, el trabajo de recuperación de los niños en el nuevo Centro prevé distintas etapas. Comienza en la Unidad Neonatal, donde se implementa el protocolo de intervención mínima -se realiza todo lo que el recién nacido requiere para su mejor desarrollo, pero cuidando que no reciba una sobre estimulación que lo pueda perjudicar-. Luego de dado de alta, el niño pasa al Consultorio de Seguimiento de Recién Nacidos de Alto Riesgo donde hay una mirada interdisciplinaria de un equipo conformado por un pediatra con formación en neurodesarrollo y un equipo de estimulación temprana  integrado por psicólogos, fonoaudiólogos, kinesiólogos, asistentes sociales, musicoterapeutas y terapistas ocupacionales.

El centro cuenta con una Sala de Estimulación Temprana para los más pequeños, un sector para la atención de desarrollos motores (kinesiología), seis consultorios para la atención personalizada, un espacio con juegos y otro para la capacitación que se utilizará para supervisión de los casos clínicos, presentaciones, disertaciones y charlas.

No sólo vamos a trabajar con recién nacidos que presenten alguna patología, sino también con aquellos niños presuntamente sanos pero que por un test de pesquisa se les detecta algún trastorno de desarrollo .Retomaremos el Pruname. En el 2005 evaluamos 820 chicos de los cuales el 20 % tenia problemas inaparentes de trastornos de desarrollo, fonoaudiológicos o visuales, va a ser un gran trabajo. Nuestra intención es tener un eje común sobre el desarrollo de los chicos para que tengan un solo diagnóstico y muchas posibilidades de tratamiento, y no muchos diagnósticos y ningún tratamiento”, concluyó esta profesional con mayúsculas que habla del seguimiento caso por caso, cumplir con los controles que hacen a una paternidad comprometida con la salud de los hijos. Nada tan cierto y más aún si hace a un esfuerzo compartido que se traduce en vidas.