Taller de Cocina en La Cava a cargo del chef Pablo Massey. SOLIDARIDAD, INTEGRACIÓN Y COMIDA BIEN RICA

17/9/12. “Fue una experiencia inolvidable”, resumió el chef Pablo Massey, discípulo sobresaliente del consumado Francis Mallmann, al participar la semana pasada de un taller de cocina organizado por el Centro de Desarrollo Humano y Familiar “Casa Galilea” que trabaja para y junto a las familias de la Villa La Cava de San Isidro. El hermano de Violeta Massey -toda una institución a la hora de hablar de pastelería en Las Lomas y La Horqueta- confió que cocinaron recetas con alto contenido en hierro y que los chicos quedaron maravillados con la iniciativa. “Allí encontré un grupo humano de gran valor y corazón”, soltó Pablo en su fbk y dejó un cerrado Gracias!

Como se sabe, Casa de Galilea Casa de Galilea es un Centro de Desarrollo Humano y Familiar que trabaja para y junto a las familias de la Villa La Cava de San Isidro.

Desde sus inicios la Casa se planteó como fin facilitar “la promoción y el desarrollo de las personas”, siendo esta la filosofía en la que se enmarcan los programas y proyectos que se llevan adelante. El objetivo de la organización no es otro que generar espacios y acciones que incentiven procesos de desarrollo, cambio y superación de la realidad que viven niños, jóvenes y adultos que habitan en la “La Cava”  buscando mejorar su calidad de vida e incentivar la igualdad de oportunidades y derechos en la sociedad. Lo cierto es que la semana pasada brindó un taller de cocina el reconocido chef y vecino de la zona Pablo Massey

Desenvuelto y locuaz por naturaleza, Pablo supo acaparar de inmediato la atención de los jóvenes desplegando todo su arte en la cocina. “Preparamos recetas con alto contenido en hierro”, contó el chef que por estos días acaba de presentar en sociedad la versión argentina de la bearnesa, de la mano de un grupo de inversores suecos (Taste Abroad) con los que comparte el gusto por esta salsa única y quedó maravillado con la experiencia.

Massey  cocinero con estilo propio y definido, mostró su costado solidario en una clase en la que develó algunos de los secretos que atesora de no pocos aprendizajes y experiencias tan ricas como distantes.

Verdadero trotamundos de la cocina la vida como cocinero de Pablo despuntó a mediados de los 80, cuando conoció a Francis Mallmann, cuya influencia resultó significativa en su estilo. Trabajó varios años con él e inició un periplo por el mundo, trabajando en hoteles y restaurantes tan significativos como “The River Café” y “The Ivy” (Londres), “Le Bristol” (Paris), “Le Cocodrile” (Estrasburgo), “Zalacaín” (Madrid), “Enoteca Pinchiorri” (Florencia), para continuar por Estados Unidos, Australia, Tailandia, etc. Un groso de ollas y  sartenes, Pablo comandó no pocos emprendimientos gastronómicos en Las Cañitas, en Uruguay y en la Horqueta. En San Isidro recaló por consejos de su hermana Violeta, es que ella fundó un verdadero imperio en la pastelería en la zona.

“Ella fue mi anclaje y quien me decidió a echar raíces en acá –supo confiar ante CONtinta NORTE este trotamundos de la cocina-. Pero, si bien compartimos la misma pasión, aunque no lo crean, jamás hicimos ni un scon juntos”, deslizó en tono cómplice.

Ciertamente Pablo, dueño de una cultura gastronómica tan sutil y sabrosa como ecléctica, supo recrearla y entusiasmar a los jóvenes con pinceladas de su arte interesándolos y aportándoles imprescindibles conocimientos en cocina sana, rica nutrientes. Bien por este acto generoso y solidario!