
Para Carlos Batista la bicicleta parece ser una extensión más de su cuerpo. Se decica a pedalear por la vida desde sus 13 años, recorriendo grandes distancias dentro del país. En Octubre del año pasado llegó hasta San Juan, donde cumplió con la tradición popular dejándole la botella de agua a la Difunta Correa. Recorrió en una semana más de 1300 kilómetros transformandose en una especie de GPS humano, ya que anota todo en su agenda. Ahora, su bicicleta lo acompañará hasta San Salvador de Jujuy.