Vecinos y autoridades debaten cómo preservar uno de los lugares más característicos. Juntos por LA BARRANCA

 

10/7/12. Un grupo de vecinos de Martínez preocupados por la posible demolición de la casa del ex Intendente Orlando Williams y la pérdida del parque diseñado por el reconocido paisajista Carlos Thays se reunió con autoridades municipales tratando de aunar criterios en procura de la preservación del pulmón verde y el carácter paisajístico de las barrancas, rasgo característico del municipio. “San Isidro es verde, es calidad de vida, cualquiera que recorre el sendero del Tren de la Costa puede advertir que la naturaleza invade el camino y el paisaje cambia ni bien se llega a Paraná donde entonces el verde deja espacio al cemento – describió Estela Vignales- Por eso como vecinos no queremos la política de hechos consumados a la que muchas veces apelan los desarrolladores y acudimos a nuestras autoridades”. Reunidos con el asesor Héctor Prassel, el secretario de Gobierno, Walter Pérez y la subsecretaria de Planeamiento Urbano, María de los Angeles Breglia, despejaron dudas, se enteraron que “no hay ninguna presentación formal de proyectistas sobre el predio en cuestión, y convinieron trabajar en conjunto para conservar la topografía de la barranca y proteger su paisaje. “Sin afectar la propiedad privada, la idea es elaborar un estudio participativo que defina las características de toda la barranca, desde el casco histórico hasta Paraná”, adelantó el Lic. Héctor Prassel. Encendida la luz de alarma unos y otros, definirán el perfil de uno de los lugares más bonitos que derrama naturaleza hasta el pie de las vías del bajo, en un juego de contrastes único con el río-

 

 

 

Un correo de lectores aparecido días atrás en el matutino La Nación alertaba sobre el peligro de desaparición de un valioso patrimonio histórico, arquitectónico y paisajístico: la casona de Orlando Williams, llamado “el Intendente Plantador”.

Se trata de una antigua casona que se erige en la barranca de Alvear al 1500, en Martínez, de estilo inglés clásico surgida del lápiz del arq. inglés Bertie Collcut, allá por 1908, quien entre otras construcciones señoriales, supo erigir el Palacio Aberg Cobo, la Embajada de Reino Unido, la residencia Balcarce, todas ellas en Capital y hasta la casa del Aaron Anchorena en Barra San Juan (ROU), actual residencia presidencial del país hermano donada por el bon vivant argentino.

 

EN LA MIRA

 

No son pocos los que creen que esos parques donde se levantan características mansiones y casas en barranca hoy estarían en la mira de desarrolladores para construir viviendas multifamiliares de alta gama. Y la posibilidad de que la topografía del lugar se vea amenazada de modo irreversible preocupa a los vecinos y a las autoridades.

 

 

La casa de los Williams en Martínez fue construida en la barranca, de cuyo paisaje forma parte y parquizada nada menos que por Carlos Thays”, precisa Marcelo Martino, propietario de la casa contigua a la de los Williams Alzaga, construida en1896, donde residió la familia Escalada. “Aqui vivió Remedios de Escalada y San Martín venía a visitarla y mantenía encuentros bajo un árbol al que todos definían como un arrayán”, cuenta Martino al tiempo que explica que su propiedad tanto como la que fuera de Williams y la aledaña responden a una misma heredad. “La familia de mi señora – Estela Vignales- es propietaria desde 1896. Esta casa pertenecía a la familia Escalada tenía 300 metros de frente sobre el río de la Plata, hasta fondo de la Legua –describe-. Cuando se divide la quinta por sucesiones le toca una parte a la familia Williams Alzaga, eso fue más o menos en el año 1908. Orlando Williams fue el intendente que plantó las tipas de avenida del Libertador y ambos jardines han sido diseñados por el reconocido paisajista Thays, hacedor del Rosedal y el Botánico”, abunda en detalles.

 

 

 

EL VERDE COMO RASGO DIFERENCIADOR

 

En todo momento tanto Martino como su señora dejan en claro que los vecinos linderos y no linderos, desean que se preserve dicho predio y que sea intervenido lo menos posible. “San Isidro se ha caracterizado siempre por sus barrancas y su arquitectura de época lo cual hace a su valor paisajísitico. Cuando vamos a Italia no vamos a ver la ciudad moderna, sino la antigua la que hace a su historia. Con estos desarrollos de algún modo los sanisidrenses podemos perder nuestro pasado –razona– . San Isidro se ha diferenciado siempre por su celo por preservar el verde, la bandera del partido tiene hojas de espinillo y la barranca. Ya ha existido una intervención lamentable como la de Perú, donde desapareció el macizo, se rompió la barranca y se hizo un paredón; por eso apelamos a la sensibilidad de nuestras autoridades para que San Isidro no pierda este rasgo distintivo y conserve su atractivo paisajístico”.

 

 

Lo cierto es que este miércoles, los vecinos linderos a lo de Williams –entre los que se encontraban Cristian y Florencia May, Martino y Vignales, José Bolgar, anche la inmobiliaria Julie Fortabat, vecina del Bajo sanisidrense- a lo de Williams mantuvieron un encuentro con el asesor Héctor Prassel, el secretario Walter Pérez y la subsecretaria de Planeamiento Urbano, María de los Angeles Breglia para llevarle sus inquietudes y debatir cómo se salva a la barranca interviniéndola lo menos posible  fin de preservarla.

 

 

Al cabo del encuentro, despejaron dudas, se enteraron que “no existe presentación formal de proyectistas sobre la barranca de Alvear al 1500” y convinieron trabajar en conjunto para conservar la topografía de la barranca y proteger su paisaje. “Sin afectar la propiedad privada, la idea es elaborar un estudio participativo que defina las características de toda la barranca, desde el casco histórico hasta Paraná”, adelantó el Lic. Héctor Prassel.

 

 

COMISIÓN VECINAL POR LA BARRANCA

 

Según los residentes de las barrancas de Martínez, la posibilidad de construir viviendas multifamiliares de alta gama surgiría a partir de la autorización de una urbanización especial. Si bien es imposible conservar la ciudad siempre igual, existen restricciones crecientes para edificar con el fin de preservar la topografía y la forestación. Pero además, uno de los desvelos del malogrado director de Ecología municipal, el naturalista Juan Carlos Chebez, fue desarrollar la figura de “paisaje protegido” rescatando del olvido y poniendo en valor al arbolado con historia del partido.

 

 

Tras la poco feliz experiencia del Paseo de Fátima –un problema heredado del facto que repercutió en los bolsillos de todos los sanisidrenses- el municipio no puede oponerse per se a los desarrollos yendo contra los derechos de propiedad privada, pero en el caso de las urbanizaciones especiales solicita un estudio de impacto ambiental cuyos resultados se dan a conocer a los vecinos y tiene en cuenta su opinión. El proceso es ampliamente participativo. Las objeciones no son vinculantes pero sí influyen para que el intendente tome partido a favor de los pobladores.

 

 

En el caso de los vecinos de la Barranca de Martínez la propuesta fue más allá: se formalizó en la propuesta de  incorporar a los linderos y demás interesados en la conformación de una comisión que estudie el tema  y elabore un trabajo que defina el perfil de uno de los lugares más bonitos del partido. “La consigna es preservar, preservar y preservar –enfatizó Prassel- , teniendo en cuenta que el limite debe estar en el respeto a la propiedad privada”.

 

 

Lo cierto es que en un mundo donde los espacios verdes escasean – en Nueva York la cantidad de metros por habitante es de 23;  Viena 20, Seúl 15 y La Ciudad de Buenos Aires, 3-  San Isidro trepa a los 10  y cuenta con un pulmón verde de inapreciable valor, además de sectores silvestres en barranca que se conservan casi en estado virginal. Todo un lujo