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TENDENCIAS. Desde PyMES a Multis. Cada vez son más las empresas que deciden mudar sus oficinas a la Zona Norte; razones de un fenómeno que crece
18/6/12. HORIZONTE CERCANO. Una nota de Diego Cúneo publicada en el matutino La Nación da cuenta que impulsadas por factores que abarcan desde cuestiones logísticas hasta necesidades económicas y sociales, cada vez son más las empresas que deciden abandonar la Capital Federal y sentar sus reales en la zona norte del Gran Buenos Aires. Y lo que hace una década era visto como una cuestión de casos aislados, con el tiempo se fue generalizando hasta transformarse en una tendencia que día a día suma nuevos adeptos.¿Los lugares preferidos? Avenida del Libertador hacia el río, en Vicente López; Dardo Rocha y Fondo de la Legua, junto con Las Lomas, en San Isidro
Los especialistas coinciden en que este fenómeno comenzó a mediados de los años 90, tomó impulso hacia fines de esa década y en la actualidad va cobrando fuerza a medida que crece la oferta de servicios. De hecho, por citar sólo un ejemplo, en los últimos cuatro años más de 400 firmas de diversos rubros y que abarcan desde pymes hasta multinacionales eligieron las localidades del primer cordón del conurbano norte para trasladar sus oficinas.
“Creo que podemos dividir este fenómeno en dos períodos: uno que se dio entre 1996 y 2000, durante el cual lo que predominó fue la migración de grandes empresas e industrias a zonas como Pilar o Escobar, y algunas oficinas a los partidos de Vicente López y San Isidro, y otro que se extiende desde 2001 a la actualidad, en el cual cada vez son más las compañías que buscan terrenos o edificios para trasladar sus oficinas y que se hace evidente en la gran demanda que hay en el mercado“, explica Emilio De la Fuente, gerente del área de negocios empresarios de D´Aria Propiedades.
Santiago Mieres, a cargo de la división comercial e industrial de Antonio Mieres Propiedades, coincide: “Definitivamente podemos decir que es una tendencia; aunque tal vez es más que eso: es una alternativa en la que se presenta una zona claramente definida y buscada“.
Mieres, cuya inmobiliaria tuvo a su cargo la mudanza de más de un centenar de empresas en los últimos cinco años, agrega que “se trata de un fenómeno que se registra en todas las grandes ciudades del mundo y que crece año tras año”. Como muestra, basta mencionar lo que ocurrió en París, México o Chicago, por citar sólo tres ciudades que vivieron este cambio y en las que se formaron urbes paralelas a los grandes centros.
Al buscar las razones de este fenómeno, De la Fuente considera que se pueden encontrar en varios puntos: “Por un lado está el factor tierra, ya que comprar un terreno para desarrollar un emprendimiento comercial en esta zona tiene un costo de incidencia final mucho menor que el que puede resultar si se lo quisiera hacer en la Capital Federal; por otro, está el amplio grado de desarrollo de servicios, comunicaciones y transportes que hay en varias zonas”.
Patricio Rizzaro, a cargo de la división inmuebles de Narváez y Compañía, va más allá y considera que el fenómeno “obedece a diferentes factores, como los excelentes accesos con que cuenta la zona, porque es la entrada del Mercosur a la Capital Federal, por su cercanía a los principales parques industriales y porque es la parte más segura y desarrollada del Gran Buenos Aires“.
SOBRAN LOS MOTIVOS
Claro que, además, existen razones económicas y sociales que llevan a las empresas a buscar su horizonte más allá de la General Paz.
Los especialistas coinciden en que entre las primeras se puede mencionar la cercanía a los centros de distribución o las plantas industriales, y la necesidad de reducir costos operativos (especialmente luego de la devaluación) que llevó a que muchas empresas se vieran en la necesidad de mudar sus oficinas cerca o dentro de sus propias industrias, mientras que entre las segundas se puede mencionar la gran migración de gerentes y managers hacia countries y barrios cerrados de la zona norte, y la búsqueda de un mejor estándar de vida para los empleados.
Asimismo, para las empresas la posibilidad de contar con un edificio nuevo construido a la medida de sus necesidades resulta más tentadora que tener que reciclar o reformar uno existente en la Capital, ya que no sólo se evitan los inconvenientes propios de las estructuras convencionales, sino que no existen limitaciones de espacios ni de tecnología.
Por otra parte, no es casual que muchos emprendedores hayan decidido encarar proyectos dirigidos a este segmento en sectores de futuro crecimiento, proyectos que tienen en cuenta desde el mismo plano las necesidades de confort, espacio y tecnología que puedan demandar las empresas.
POLOS DEFINIDOS
En cuanto a las preferencias, los comercializadores coinciden en que hay sectores claramente definidos que son los más requeridos: uno es el que va de la Avenida del Libertador hacia el río, en Vicente López; otro es el que conforman las avenidas Dardo Rocha y Fondo de la Legua, junto con las Lomas de San Isidro; un tercero es todo el corredor de Libertador desde General Paz hasta San Fernando, y por supuesto el de la Panamericana y sus colectoras en prácticamente todo el recorrido hasta Pilar.
Estas zonas son las elegidas debido a que poseen más y mejores servicios (redes de telefonía, Internet de alta velocidad y demás), una ubicación estratégica (dada por la facilidad de acceso y la abundancia de medios de transporte, lo que se traduce en una comodidad más para los empleados), y un entorno natural dominado por la amplitud de los espacios verdes y la proximidad del río.
De la mano de las empresas, entonces, la zona norte va cobrando un nuevo perfil; impensado hasta hace poco, pero que se va imponiendo cada vez con más fuerza.
CARACTERÍSTICAS COMUNES
Los especialistas coinciden en remarcar que más del 70 por ciento de las firmas que se mudan a la zona norte lo hacen alquilando en edificios ya existentes, y que son las grandes empresas o las grandes corporaciones las que optan por construir sus sedes.
En cuanto a las dimensiones, la demanda indica que los espacios más solicitados tienen entre 80 y 200 metros cuadrados, y que son excepcionales los casos que buscan entre los 1000 y 3000 m2. Sobre los valores, el metro cuadrado para alquilar cotiza entre los US$ 10 y los US$ 18, dependiendo de la zona, mientras que para la compra no baja de los US$ 1300. .