13/5/12. El músico estadounidense Tony Levin –integrante por años de la banda del notable Peter Gabriel- ofreció anoche, ante un repleto auditorio de la sala ND/Ateneo, un poderoso concierto con su proyecto Stick Men, el trío conformado por Pat Mastelotto en batería y percusión electrónica, Markus Reuter en guitarra y él mismo en Chapman Stick -un impresionante instrumento eléctrico de doce cuerdas-, configurando, por más de dos horas, una verdadera cátedra de rock progresivo.
“Un homenaje al Flaco”, dijo Levin -en un castellano sin muchas dificultades con el que se manejó durante todo el concierto- refiriéndose a la sorpresiva introducción con la que sumó fuertes aplausos y ovaciones: una versión de Rezo por vos, de Charly García y Luis Alberto Spinetta, prolijamente enganchada con el tema Red, del disco homónimo de King Crimson, lanzado en 1974.
Alto, movedizo, elegante, casi siempre con una sonrisa bajo el bigote y los anteojos característicos, Levin, nacido en 1946 en Boston, no parece un hombre de su edad.
Haber tocado con Lou Reed, John Lennon, Pink Floyd y seguir tocando con King Crimson y Peter Gabriel no le modifica una manera joven de interpretar la música en el escenario, aunque, claro, con el virtuosismo que da el estudio y la experiencia.
Esa manera joven de llevar a cabo la música responde a la impronta del trío de buscar permanentemente nuevas formas de jugar con lo progresivo, y así disparar a distintos escenarios: momentos de coordinación y ejecución parecidos al funcionamiento de una máquina -muy en la línea del Crimson de los 80-, pero también con lugar para lo electrónico, lo improvisado y lo rockero de corte más tradicional.
Otra sorpresa de la noche fue el tema Breathless, del álbum solista de Robert Fripp, Exposure, lanzado en 1979, donde Levin toca el bajo.
Además, el tema Soup, del disco homónimo realizado en 2010 por Stick Men, con un divertido juego de voces como introducción y una extraordinaria performance por parte de los músicos, con una impresionante batería de Mastelotto.
Hacia el final, una bella versión en castellano de un clásico de Crimson, Matte Kudasai, del álbum Discipline, lanzado en 1981, dejó al público encantado, entre aplausos, silbidos y gritos.
Y como cierre llegó la suite Pájaro de fuego de Stravinsky, en clave progresiva, con muchos detalles sonoros en otra brillante interpretación por parte del trío.
Terminado el concierto, los aplausos de pie y los gritos hicieron que el grupo regresase con sonrisas en los rostros para encarar una parte de la superlativa pieza Lark´s Tongues in Aspic, de King Crimson, y cerrar definitivamente con otro tema de la misma banda, Indiscipline, también en castellano, con mucha fuerza, dejando en claro que el rock progresivo sigue teniendo una respuesta explosiva por parte del público argentino.