Interpretando “Cien Años Después”, el tema de Los Rodríguez, Jortack le puso la voz al cover expresando: “Aquello fue una linda primavera/pero fue solamente la primera./Diez años después el tiempo empieza a pesar/ Me quedan balas en la cartuchera, pero te guardo siempre la primera/ Diez años después mejor reír que llorar”. Y así fue, en un homenaje que tranquilamente habría podido haber brindado el mismísimo Salmón por su sensibilidad e histrionismo se recordó a Araujo, el hombre que le puso pimienta al segmento de “Hablemos sin Saber” con miles de picantes ocurrencias, ciertamente algo subidas de tono, pero hilarante, muy nuestras y queridas. “Gracias a este personaje, ‘Natalia Natalia’, la gente me para en la calle, me pide autógrafos, se sacan fotos conmigo y la verdad que a mí me gusta y siempre le voy a estar agradecido a la gente de ‘Sin Codificar’, son buenísimos“, deslizó Araujo a un medio de Quilmes, de donde era oriundo. En la brillante entrega de hoy, el programa que conduce Diego Korol los domingos a las 13 hs. por América mostró a artistas del arte callejero –un notable percusionista de Vicente López hizo gala de su pasión por los tambores, al mejor estilo Phil Collins-, no faltaron los Batichurros, ahora con Pachu, vecino de Martínez, como Fer y un tributo a “Roge Wate” interpretando Jessica Johanna en la Pared. En fin, en esta tele chata por donde se la mire, Sin Codificar volvió a convertirse en un soplo de aire puro con alta dosis de talento; ese humor argentino que supieron cultivar el Negro Olmedo, Portales y Porcel y aún tiene mucho para dar. Sus seguidores y televidentes, agradecidos
Todos los domingos, ni bien despunta la tarde, los televidentes que gustan de los programas de humor tienen una cita ineludible con lo mejor del género en la pantalla de América. Es que la gente de la Red Sin Codificar en esa apuesta al mejor humor, ese que nos identifica a los argentinos y rioplanteses y que se nutren en esos códigos muy nuestros que recuerdan al inolvidable Negro Olmedo y al Rusito Sofovich (Hugo, el autor de No toca Botón, entre otros éxitos) ofreció una entrega sin parangón, como nos tiene acostumbrados el programa que con solvencia conduce Diego Korol con la complicidad en el humor de Yayo.
Inigualables sketches como el de “La Peña de Sin Codificar” con Yayo en la piel de un animador como Ricardo Ardiles Villa al mejor estilo patriotero y encendido del “Tigre” Roberto Rimoldi Fraga o del verborrágico Julio Marbiz; las ocurrentes salidas de “Hablemos Sin Saber” (el último con la participación de Juan Carlos Araujo recientemente desaparecido) recreando ese juego lúdico que cual temática del método de Grotowsky y Stanislavsky que hacían los magistrales Olmedo y Portales hablando de bueyes perdidos en una recepción de una redacción, previa al encuentro con el director de un medio, flipaban sobre las situaciones más insospechadas y un panel de “expertos” divaga sobre todo tipo de temas, obviamente como explicita el título, “sin saber”. Claro está, poco importa, porque en la mayoría de los programas serios que salen por la tele esta situación se da con frecuente asiduidad.
Hubo espacio también para el Rebo 4 celebrando la vuelta de Pachu, tras su excursión laboral por Ecuador y uno de los segmentos musicales con Ricky Rollers & The Rulemanes. Unos muchachos con todo el vento, la teca o biyuya que veranean en Punta y están entusiasmadísimos por trascender interpretando “Disco Calefón”; desde el cielo el inigualable Luca Prodan habrá notado alguna similitud con su “Disco Babe Disco” y habrá soltado alguna carcajada.