La última semana el Intendente de San Isidro Gustavo Posse se atrevió a ponerle el cascabel al gato: “Si en lugar de ir cada uno en su propio vehículo a Capital se lo hiciera en un medio de transporte moderno, seguro, de bajo impacto ambiental como el monorriel, existirían muchos autos menos en las carreteras –razonó-. Cada vez que un automovilista, se sube a un medio público de transporte de calidad para trasladarse a la ciudad estamos disminuyendo el hacinamiento de las calles, sumando calidad de vida, apelando a una mejor utilización del tiempo, bajando la cantidad de accidentes y muertes viales, apostando por una mejor defensa y cuidado del medio ambiente”, valoró.
Los defensores de este medio de transporte aseguran que es más moderno, masivo y económico que subtes, trenes, taxis y ómnibus. Posse dejó entrever que esta alternativa está siendo considerada por los jefes comunales de la Región Norte y a la hora de las consideraciones fue taxativo: “San Isidro es un distrito que puede opinar respecto de lo que pasa con la principal autopista del país, que por cierto la atraviesa”. También rescató las bondades del monorriel “es la única oportunidad que hay de construir mayor kilometraje de vías de conectividad por mes y por año con muy bajo impacto ambiental”. Sugirió la posibilidad de hacer un llamado o un concurso de ideas a nivel nacional para analizar la cuestión, abriendo el debate y aportando una solución para que desplazarnos deje de ser una pesada carga que pueda ponernos al límite como al protagonista del cuento de Cortázar.
Ante esa realidad y teniendo en cuenta los costos del soterramiento de vías, que el transporte fluvial aún no se ha convertido en alternativa por el valor del pasaje y que de la mano de un “boom” automotor, tristemente nacen en las ciudades más autos que personas, no son pocos los que creen que se debe ir desalentando el uso del auto para viajar a Capital, proponiendo otras alternativas; sin más un transporte público de calidad.