SHOW OFF. Jennifer Lopez en Uruguay. La diva grabó en Punta Gorda, Barrio Sur y el Solís para su programa de Tv “Gracias, Uruguay”, dijo

 

 9/12/11. Montevideo está verdaderamente convulsionado por la sorpresiva llegada de la actriz y cantante. A lo largo de una jornada intensa y marcada por un operativo complejo de producción, J Lo realizó sets en varios puntos de la ciudad con motivo de la grabación de los candidatos uruguayos al programa ¡Q` Viva! The Chosen, que encabeza la diva. ¿El objetivo? Seleccionar talentos de toda Latinoamérica para integrar un espectáculo musical a desarrollarse en Estados Unidos. Se descuenta la visita de Jennifer a Punta del Este en plan de descanso.

 

 

La sorpresiva visita de J.Lo a Uruguay, con motivo de la grabación de los candidatos uruguayos al programa ¡Q` Viva! The Chosen, sacudió a la capital uruguaya  ayer durante algunas horas y despertó la curiosidad de fanáticos y no fanáticos. A lo largo del día grabó las actuaciones de un puñado de artistas orientales que podrán formar parte del programa.  

 

“Estoy feliz de la vida, esta es una oportunidad única. Jennifer conectó con lo que estaba sucediendo y se copó con el candombe. Dijo: `vamos a llevar esto`”, contó “Tatita” Márquez a El País, horas después de saber el fallo de Jennifer Lopez. Quedó seleccionado, al igual que Nicolás Arnicho, y ambos viajarán el 5 de Enero a Los Angeles, donde pasarán a formar parte del gran emprendimiento artístico de la diva.

 

 

La primera parada pública que hizo la diva nacida en el Bronx fue pasadas las 14:00 horas en la Playa de los Ingleses, en Punta Gorda. La actriz bajó hasta la playa en una camioneta. Allí la esperaba un equipo de producción que rondaba las cincuenta personas, unos cien extras contratados para fungir de público y un grupo brasileño de capoeira llamado Topazio. La meta de esa instancia era filmar a Lopez mientras estudiaba lo que el grupo tenía para ofrecer.

 

Apenas bajó de la camioneta, la cantante cambió los tacos altos por unas chancletas que le dio un asistente, calzado más apto para moverse en la arena. Poco después los miembros de Topazio ofrecieron una breve coreografía para ella. Lopez se sumó y bailó, sin ensayo previo (al menos no en ese momento) algo de capoeira con uno de los integrantes, instalados sobre un pequeño piso flotante de maderas colocado en la arena. Acto seguido se acercó a su equipo de producción, dedicó un tiempo a deliberar, tomó un sobre e hizo un anuncio al grupo. Los Topazio festejaron, y aunque desde la distancia de la que se podía seguir todo esto no se escuchó claramente lo que les había anunciado, no es descabellado pensar que les habría dicho que quedaron seleccionados para la competencia oficial en el programa, que comenzará a emitirse hacia fines de enero.

 

El grupo viajó desde Bahía, donde, según trascendió, no habían podido grabar su presentación cuando el equipo del programa estuvo. Lo que hacían despertaba suficiente interés como para justificar su viaje e inclusión dentro de la agitada y veloz jornada de ayer en Montevideo.

 

El motivo por el que se filmó en la playa parecía ser la simulación de un escenario brasileño. Los Topazio no son precisamente desconocidos sino que está considerado un grupo emblemático de esta danza tradicional, ya que tienen sedes en Argentina, Colombia, Venezuela, Uruguay, México, Estados Unidos, Portugal, España, Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Corea, Japon, Suiza y Australia, con un estimado de 15 mil afiliados.

 

En total, el trabajo en la Playa de los Ingleses le llevó a Lopez poco más de treinta minutos, incluido el tiempo de “deliberación” y su entrada a la playa. Con profesionalismo, mucho entrenamiento y, por supuesto, un sólido aparato de producción detrás que tuvo todo en su lugar en el tiempo adecuado, JLo llegó, cumplió con su trabajo sin distraerse un segundo y partió hacia su siguiente destino. “Gracias, Uruguay”, exclamó rápidamente con un saludo mientras subía a la camioneta.

 

El escenario, la disposición de extras, las instalaciones técnicas y el perímetro de seguridad se había comenzado a armar en la Playa de los Ingleses hacia las 11 de la mañana, un par de horas antes del horario en que supuestamente ella iba a llegar para la grabación. Por eso mismo, en el lugar pudieron verse algunos playeros que tomaban el sol sin ser desalojados y sin darse cuenta que la mismísima JLo era la que pasaba caminando entre ellos, rumbo al set de grabación.

 

A las 18:45, Lopez hizo su aparición en medio de un Barrio Sur totalmente revolucionado por su presencia. No era para menos, las vallas se extendían por un gran perímetro y se corrían conforme la producción instalaba nuevos materiales. El número de curiosos venía aumentando bajo el caluroso sol a medida que avanzaban las horas y en el escenario de Zelmar Michelini y Carlos Gardel se armaba todo para que el percusionista Daniel “Tatita” Márquez se presentara junto a la comparsa La Dominó.

 

El dispositivo de seguridad fue aún más fuerte que el del mediodía e incluyó personal dispuesto en balcones de casas cercanas al lugar de rodaje. La presencia de los agentes de seguridad en esos lugares generó una sensación particular en el ambiente, al punto que más de uno de los del público corrió la versión de que había “francotiradores”. Pero la actitud de la cantante no pudo estar más lejos de esas supuestas tensiones.

 

 

Siempre simpática, entusiasta y atenta, llegó al lugar con un convoy de cuatro camionetas en el que también venía parte de su equipo. De tacos altos, vestida igual que al mediodía y perfectamente maquillada, caminó por la peatonal hacia la plaza Carlos Gardel junto al emblemático músico de candombe Eduardo Da Luz. Mientras ella escuchaba con atención y ante sus cámaras, Da Luz le explicaba y conversaba animadamente. En el lugar había entre cuatrocientas y quinientas personas, incluyendo el gran equipo de producción. Entre el público se escuchaban comentarios elogiosos hacia ella, de los vecinos y curiosos sorprendidos por la oportunidad de verla en vivo y en directo. Incluso en cierto punto tres fanáticos sortearon las vallas y lograron pedirle autógrafos. Lo primero que hizo fue una rápida sesión de candombe junto a parte de la cuerda de tambores C1080. A continuación llegó el turno de la audición de “Tatita” Márquez con La Dominó y figuras tradicionales del desfile de Llamadas. El percusionista tocó frente a ellas pero en otro momento también grabó solo ante las cámaras, utilizando congas y ritmos electrónicos.

 

Tras la presentación y del mismo modo que había ocurrido en Punta Gorda, Lopez se retiró a deliberar. Lo hizo con su equipo frente a una pizzería de Carlos Gardel y Zelmar Michelini, que estaba abierta y lanzaba un fuerte olor a comida recién hecha. El pizzero, inadvertidamente, le tomó fotos desde la ventana. Tras esto Lopez se dirigió a los músicos y les dio su veredicto. Con la misma velocidad con la que se había movido antes, volvió a subir a su camioneta. El siguiente paso fue el Teatro Solís, donde a las 20.20 horas conoció al percusionista Nicolás Arnicho y su exitoso show Superplugged en la sala de conferencias. Para entonces, Lopez ya estaba cansada por el trajín, pero no perdió la simpatía ni un solo segundo y se dirigió al público con amabilidad. Una cantante de tangos llamada Dahiana audicionó en las escalinatas frente a ella antes de que partiera y los admiradores de la diva oficiaron de extras para la filmación. Su paso por Montevideo es el más intenso y fugaz de toda su gira cazatalentos con ¡Q` Viva! The Chosen. En Chile estuvo varios días (allí su novio, Casper Smart, llegó incluso a ofrecer una clase de baile). Antes, en Argentina, también permaneció aproximadamente tres días. Hoy se despide de Montevideo.

 

UNA PATA LATINA AL LADO DE “AMERICAN IDOL”

 

Para realizar “Q Viva! The Chosen”, el programa que la trajo a Uruguay y la llevó a otros países de Latinoamérica a buscar talentos, Jennifer Lopez se asoció con Simon Fuller, un productor televisivo y agente de músicos que es conocido mundialmente por haber gestado a las Spice Girls y también por la creación y desarrollo de American Idol, el programa estadounidense más visto en la televisión. No es casualidad que Jennifer Lopez haya integrado el jurado del programa el año pasado.

 

El objetivo de American Idol es descubrir al mejor cantante del país y el ganador es determinado por los televidentes, que votan por teléfono, Internet y mensajes de texto. Entre las figuras que han salido de allí están Kelly Clarkson, Ruben Studdard, Carrie Underwood, Taylor Hicks, Jordin Sparks y otros, cuyas carreras se dan principalmente en Estados Unidos.

 

De este modo, Q Viva! The Chosen viene a ser el complemento latinoamericano de esta idea. Como anfitrión también está Marc Anthony, ex pareja de Lopez, que ha recorrido otra parte de los veintiún países que participan del casting. Para este programa los músicos de cada país se postulaban enviando sus videos a través de Internet. La producción los elige, luego se los graba (como ayer en Montevideo) y se realizar una selección para armar un show en EE.UU.

 

 

Fuente y crédito fotos: El País Digital