Lejos del rock progresivo y sinfónico de Génesis, banda que fundó en 1967, y lejos también del pop que lo consagró en los 80, Peter Brian Gabriel, de 61 años, cautivó a un público tranquilo y respetuoso que lo acompañó en un viaje por parte de su trayectoria, de más de 40 años, en clave de orquesta, generando un ambiente onírico, elegante y lleno de sutilezas sonoras y visuales.
Tampoco fue un recorrido por sus hits -aunque no faltaron algunos-, sino, más bien, una serie de temas que encerraban un concepto cada uno, desde la letra, el sonido y la imagen.