Los Pumas, pese a la eliminación ante All Blacks dejaron un saldo positivo; hay buenas expectativas para el 4 Naciones

 

10/10/11. En la madrugada de ayer, el seleccionado argentino de rugby, Los Pumas, cerró su participación en el Mundial de Nueva Zelanda con un balance positivo pese a su eliminación ante los All Blacks, tras lograr un nivel de juego sólido y sobreponerse a las lesiones de sus principales figuras. El equipo conducido por el sanisidrense Santiago “Tati” Phelan realizó un impecable primer tiempo, pero en el segundo se notó su declinación física ante el constante ataque de los neocelandeses que sacaron ventaja en el line y en los fijos. A fuerza de tackle Los Pumas intentaron frenarlos, pero el repiqueteo de los forwards de negro terminó limando al elenco nacional. Argentina no logró retener su tercer puesto del Mundial de Francia 2007, pero finalizó entre los ocho mejores del planeta con mucha garra y tesón.

 

En su último encuentro, Los Pumas lograron mantener el respeto y la mística que los caracteriza pese a la derrota frente a los All Blacks, a los que lograron jugarles de igual a igual con su sello inconfundible: garra y tackle, garra y tackle.

 

Los neozelandeses lograron liquidar el pleito con la excelente puntería de su pateador, Piri Weepu, y el juego de sus forwards, que terminaron desgastando a los jugadores argentinos.

 

Los antecedentes para Argentina, antes de su llegada al Mundial, no podían ser peores: apenas 21 test matchs internacionales desde que lograra la medalla de bronce en Francia 2007.

 

Las bajas de sus principales figuras por lesiones le jugaron una mala pasada al seleccionado: la primera y más importante fue la deserción del apertura sanisidrense Juan Martín “Juani” Hernández, principal estratega y el encargado de comandar a Los Pumas dentro de la cancha.

 

En el debut en el Mundial de Nueva Zelanda, Los Pumas estuvieron a un paso de vencer al subcampeón de la Copa del Mundo de Francia 2007, y más allá del resultado adverso el centro Gonzalo Tiesi sufrió un esguince en los ligamentos de la rodilla derecha que lo dejó al margen del resto del certamen.

 

En ese mismo encuentro, el capitán Felipe Contepomi, hombre formado en Newman, se retiró con un golpe en el cartílago de sus costillas y necesitó once días para recuperarse y poder jugar recién el tercer encuentro, frente a Escocia, en Wellington.

 

Esa noche fría en el Wellington Regional Stadium, Los Pumas lograron superar a los escoceses por el canto de una uña 13 a 12 con un try magnifico de Lucas González Amorosino, pero el segunda línea y subcapitán Juan “Corcho” Fernández Lobbe quedó marginado del Mundial al padecer la rotura del ligamento cruzado en su rodilla izquierda.

 

Pese a todo, Los Pumas cumplieron la estrategia que tejió el head coach Santiago Phelan para lograr el pase a los cuartos de final, ir trabajando cada partido de acuerdo al rival en suerte.

 

Luego de la injusta derrota por 13 a 9 frente al representativo inglés, Los Pumas vencieron a Rumania y sortearon el choque frente a Escocia que lo dejó a un paso de la clasificación, que se concretó al derrotar a Georgia.

 

“Es positivo ganar aun jugando mal, pero no es este el nivel de juego que deben tener Los Pumas. Hay que estar al ciento por ciento y sin cometer errores”, señaló `Tati` Phelan previo al choque con los All Blacks.

 

Los Pumas se van de Nueva Zelanda con la tranquilidad de haber mantenido la imagen positiva y de respeto de sus adversarios.

 

De aquí en más la dirigencia del rugby argentino deberá resolver sus problemas internos y definir el camino a seguir, ya que a partir de la temporada próxima los Pumas comenzarán a disputar el torneo de IV Naciones junto a las potencias del Hemisferio sur.

 

“El tema económico para disputar el torneo de las IV Naciones hasta 2015 está resuelto con los 2.500.000 dólares que aportó la Internacional Board, lo que falta, y lo más serio y complicado, es lograr una base de cincuenta jugadores para el año próximo”, señáló el presidente de la UAR, Luis Castillo.

 

Las principales dudas son la continuidad del entrenador Phelan  -aunque se descuenta su continuidad- y resolver el aspecto competitivo que exige la próxima temporada para el rugby argentino.

 

Sin dudas, el reciente Mundial deja no poca tela para cortar: rescatar la entrega de “Roro” Roncero y un Felipe Contepomi que obviamente no jugaron al 100 por ciento de sus posibilidades, por sus lesiones, pero que pusieron esa dosis de tenacidad que los caracteriza, el despliegue del medio scrum Nicolás Vergallo, el de Carriza la justeza de Chelo Bosch, ni que hablar de la polenta del tucu, Juan Manuel “Legui” Leguizamón ; o las actuaciones más que sobresalientes de Lucas González que pusieron en discusión el puesto con Martín Rodríguez Burruchaga. Fue el último mundial para Mario Ledesma, el símbolo y del Roro no se sabe pero llegarán seguramente los tiempos de Marcos Ayerza, habrá más oportunidades para Martín Scelso y “Alfi” Lalanne. En fin, será una transición sin demasiados sobresaltos y con el condimento de jugar en 2012 el Cuatro Naciones, que le permitirá a nuestros Pumas competir con los equipos más fuertes del mundo.

 

 

Fuente: Télam/CONtinta NORTE