A 20 años de un hito en el Bajo. Recuerdan el inicio del albardón. EL FIN DE LAS INUNDACIONES

 

 

El albardón o pólder que protege al Bajo de San Isidro, a 20 años del inicio de las obras.

12/9/11. Con un acto encabezado por el Intendente Gustavo Posse este miércoles 14, será recordado el 20º aniversario del inicio de los trabajos, por parte de la comuna sanisidrense, del albardón que protege al bajo de San Isidro y de Acassuso. La polderización del Bajo tonificada con el sistema de bombas y compuertas, además de la llegada de las cloacas, hizo descender las napas y dejó en el pasado el temido fantasma de las inundaciones. ¿Los vecinos? Agradecidos.

 

 

La ceremonia se cumplirá a partir de las 10,30 en el Centro Municipal de Exposiciones, en Del Barco Centenera y el río, y será encabezada por el Intendente Gustavo Posse.

 

 

Vale recordar que  la defensa costera, que ha evitado las crónicas inundaciones que sufrían los vecinos del bajo de San Isidro y de Acassuso, por efectos de las sudestadas del Plata,  se inició con la construcción de un albardón o pólder que soporta las  crecidas del río, se complementa con un sistema de compuertas en desagües, canales y arroyos y una serie de estaciones de bombeo  de gran potencia que desagotan rápidamente las aguas de lluvia, arrojándolas por sobre el pólder al río.

 

 

El albardón tiene actualmente una cota de 5 metros y la comuna periódicamente lo refuerza y se ocupa de su mantenimiento, así como también del sistema de exclusas, compuertas y estaciones de bombeo.

 

 

Desde la construcción de dicho sistema por parte de las autoridades municipales, encabezadas entonces por el Intendente Melchor Posse,  secundado por el secretario Héctor Prassel, vecino del Bajo y el arquitecto Alvarez de Toledo, quien llevó adelante la obra, los vecinos del sector no debieron abandonar más sus viviendas ni sufrir más pérdidas de mobiliarios, enseres y ropa,  que los tuvo a maltraer a principios de los 90 con casi una decena de inundaciones.

 

Con  la experiencia acumulada por dichas obras y por los óptimos resultados alcanzados  -de hecho pocos creían en su eficaz funcionamiento-, más acá en el tiempo la Municipalidad de San Isidro proyectó y llevó a cabo un sistema de defensa costera similar que protege al bajo Boulogne de las crecidas y desbordes del río Reconquista.

 

 

También siguiendo el modelo de defensa costera del bajo sanisidrense, la ciudad de Buenos Aires realizó las obras que defienden al barrio de La Boca de las sudestadas.