
Con sus lúcidos 75 años, la mujer –que perdió a su marido Patricio, tres años después– recordó a Pedro y habló de las lágrimas que derramó cuando Barack Obama anunció que habían asesinado a Osama Bin Laden. En su relato Inés no se olvida de George W. Bush. “Lo odié y lo sigo odiando hasta el día de hoy –confió dolida-. Era amigo de la familia Bin Laden. Los subió en un avión para sacarlos de los Estados Unidos, a pocas horas de los atentados. El tema era armar la guerra. El ataque fue un nuevo Pearl Harbor”, desgrana la madre que no olvida ni perdona el asesinato de su hijo.
“No sabemos nada de mi cuñado Pedro” – confesaba a horas de producido el atentado Mercedes “Meye” Blacksley Señorans ante el Semanario Costa Norte y añadía: “Un amigo de él logró comunicarse luego del impacto del avión, y le dijo que debían cortar porque estaban procediendo a la evacuación del edificio. Tenemos la esperanza de que haya sido evacuado”, soltaba esperanzada.

Inés tiene 75 años, a los tres años de peder a Pedro, falleció su marido Patricio, recuerda que junto a él estaba viendo televisión en su casa de San Isidro cuando se enteraron del atentado. Sacudidos, confundidos, impotentes, acongojados por lo abominable de las imágenes trataron de saber de Pedro en aquel martes ganado por el horror. Pero con el correr de los días, supieron que él fue una de las tantas víctimas en el derrumbe de la torre de 400 metros de alto de hormigón armado y vidrio, edificio símbolo de Estados Unidos.