SAN ISIDRO. Santo Domingo de Guzmán, en Acassuso La PARROQUIA QUE NACIÓ EN UN GALPÓN celebró sus bodas de oro con FE Y MUCHO EMPUJE
10/7/11. Las crónicas de época revelan que en el año 1960 se fundó la gran misión de la Capital y el Gran Buenos Aires a la cual concurrieron de Europa y América latina. Fue entonces cuando las parroquias decidieron impulsar la prédica de esos objetivos y crearon lo que se dio en llamar centros de predicación o centros misionales. Así los fieles del Barrio Parque Acassuso pensaron en contar con un centro de predicación; consiguieron levantar un galpón que donó el señor César Cao Saravia en un lote cedido por Pedro Otilli, un viejo y caracterizado residente del barrio. Todo fue provisorio al principio. Terminaba la gran misión y para conservar lo poco existente, las familias del lugar junto con don Pedro Otilli, buscaron el modo de adquirir el terreno. La falta de fondos obligó a recurrir a la buena voluntad vecinal y así se compró el lote.
De esa manera con un perseverante esfuerzo y no poca enjundia, quedó establecido definitivamente “el galponcito” –como lo bautizaron todos- que era atendido por los sacerdotes que concurrían a oficiar misa, sobre todo los sábados y domingos.
En octubre de 1968 se instaló allí el padre Eugenio Pagliarini y con particular dedicación comenzó a atender a la grey: se realizaban reuniones, misas, clases de catequesis y grupos de formación para niños que eran coordinados por grupos de matrimonios jóvenes. Se empezó a desplegar así una importante tarea social, cultivando el cuidado de la juventud mayor y se llegó a formar un grupo de 180 adolescentes los cuales, más adelante serían la base nada menos que para la creación de la Asociación Juvenil Diocesana que fundara monseñor Jorge Casaretto cuando aún no había sido designado Obispo.
“Los feligeses estaban tan encariñados con esta obra –supo contarle a quien esto escribe el padre Pagliarini- que cuando les hablaba de crearles otra cosa y sacarles el galpón, la idea no les gustaba mucho. Fue así que me tomé el atrevimiento –durante la ausencia por vacaciones de muchos vecinos- de comenzar la edificación de la gran casa parroquial. Cuando regresaron se encontraron con la obra iniciada”
Así fue como comenzó a cobrar forma y se levantó la actual casa parroquial de Santo Domingo de Guzmán, en Acassuso y junto al primigenio galpón se pasó a una construcción en dos plantas, despacho parroquial, un salón para reuniones, viviendas para los sacerdotes, office, comedor, cocina y demás comodidades.
CON LOS TRAZOS DE BELLUCCI. Para la construcción del templo que reemplazaría a la precaria edificación de lata se creó una comisión integrada por los arquitectos Alberto Bellucci, Alejandro Madero y Héctor Ezcurra. Todos, por entonces vecinos del barrio, pero quien en realidad dibujó los planos y continuó con los trabajos fue el prestigioso Bellucci, erigiendo la parroquia que se conoce hoy en día con una arquitectura muy particular y acogedora.
REGOCIJO. Los feligreses de Santo Domingo de Guzmán celebraron el cincuentenario de la parroquia. Arriba, el recordado padre Pagliarini, quien transformó el galpón en templo. “El amor a Dios no termina de edificarse nunca decía”.