San Isidro. Novedoso convenio entre Intendencia y Forge por primer trabajo joven. Cultura del esfuerzo da réditos
21/5/11. El desempleo juvenil –se sabe- llega a triplicar al de los adultos y son miles los jóvenes afectados por esta problemática que no sólo repercute en Argentina sino que se percibe en el mundo. El último censo reveló un dato para nada menor: “Casi 993.000 chicos en la provincia no estudian ni trabajan. Esa cifra estaba medio controlada hasta el 2004 en torno a los 700 mil jóvenes pero luego se disparó”, confió el Intendente Gustavo Posse al exponer junto a los responsables de la Fundación Forge los avances de un programa piloto que vio la luz en 2010 y ya da sus primeros frutos. Los números que maneja esta entidad que en San Isidro trabaja en 6 escuelas públicas de la zona, hablan de 52 chicos ingresantes a los cursos de capacitación de los cuales egresaron 29 y ya muchos cuentan con su primer empleo. Pero a nivel global –Forge opera en Argentina y Uruguay con unos 1300 alumnos activos– muestran unos 600 graduados en 2010, 250 empresas en la red. “El 78 % de los alumnos graduados alcanzan empleos de calidad y de ese universo el 85 % sostiene su trabajo” asegura entusiasmada la directora de Forge, Patricia Pérez. La receta es sencilla: capacitación, formación en valores, tutorías pos-empleo y mucho esfuerzo para romper con los mitos “Todos los empleadores son malos”o “Ningún joven quiere trabajar” “Nosotros acercamos dos puntos desencontrados”, añade Patricia al ventilar los logros. El proyecto es bastante audaz porque no solo forma también ayuda a descubrir vocaciones y fomenta las potencialidades. Aunque quizás lo más importante también es que como dice el secretario de Integración Comunitaria de la comuna, licenciado Arturo Flier muestra claramente que “la cultura del esfuerzo da réditos. A la inseguridad no solamente se la ataca parando la hemorragia y
atendiendo la contingencia desde el programa de Cuidado Comunitario sino también ocupándose de las causas profundas que tienen que ver con la exclusión y el desempleo que afecta particularmente a los jóvenes. Educar en valores, capacitarlos técnicamente y luego conseguirle un trabajo en condiciones de dignidad es el mejor camino para lograr la ansiada inclusión. Esa es la mejor receta para contener”, explica.