Con su habitual cena en el CASI, SIT honró al Patrono y conmemoró sus activos 50 años. Festejos POR PARTIDA DOBLE

 

 

15/5/11. Fue un encuentro que tuvo un brillo singular. Primero porque la entidad histórico cultural decana del partido está pronta a celebrar sus 50 años y ante un salón colmado no faltaron las palabras de don Andrés Parodi, un valuarte de esta institución que comenzó a funcionar un 17 de Junio de 1961 y se nutrió de verdaderos arquetipos del San Isidro de entonces que rescataron con mucha entrega y ahínco verdaderas páginas del ayer del pago chico. El padre de Parodi, Clemente Lagomarsino, Pedro Llorens, Juan Santos Paván, el filantrópico aporte de don Natalio Salvatori y el invalorable tesón de Norberto Testorelli –quien hace pocos años (en abril de 2009) nos dejó-  fueron burilando el perfil de una entidad cuyo espíritu sigue más que vigente en la actividad desinteresada de un puñado de vecinos empeñados en rescatar los mejores valores del ser sanisidrense. Como de costumbre, no faltó el Intendente Gustavo Posse y su señora María Fernanda Nuevo junto al párroco de la Catedral Pedro Oeyen y la diligente Elena Polledo, con el asesoramiento de don Alfredo Laguzzi y el presidente Oscar Rebagliati –verdaderos factotums-. Ellos fueron entregando los diplomas a vecinos que se destacan por su labor comunitaria. ¿Los premiados?. La Dra. Candelaria Lanusse por su tarea humanitaria en Médicos Sin Fronteras, el ingeniero Luis María Migone con una dilata trayectoria en el Rotary Club de San Isidro y el ex entrenador de Los Pumas y gloria de SIC, Marcelo Loffreda.  Migone, pronunció un encendido discurso explicando las razones de por qué “San Isidro es distinto” y en un guiño al Intendente no pasó por alto la reciente decisión de la comuna de no autorizar un proyecto en el Hipódromo local que hubiese modificado la vida de los vecinos. El “Tano”, en tanto, se dio tiempo para relatar una anécdota que precisamente lo vinculaba a La Cebra. “Solo jugué aquí por 6 meses –confió ante una alusión de Posse-, después mis padres me llevaron al SIC”, admitió.

El hombre que llevó a Los Pumas hasta el tercer puesto en el mundial de Francia 2007, explicó que los dos clubes sanisidrenses “son primos” y que si bien tienen una génesis común, “gracias a darnos cuenta de cómo ustedes eran, nosotros fuimos de otro manera”, deslizó alimentando la sana pica entre zanjeros y académicos.  Pero más allá de las ricas experiencias que deja el deporte de la ovalada como verdadera escuela de vida y  la sana rivalidad entre clubes en la Capital Nacional del Rugby, Loffreda  expresó que “el gran desafío de estos tiempos para los sanisidrenses es que desde cada lugar, en donde nos desempeñemos todos tenemos que tratar de ser mejores personas y trabajar por el bien común. Tenemos que seguir nutriendo a este San Isidro enormemente solidario”, soltó ante CONtinta NORTE. El Intendente también no ocultó su felicidad por participar de un encuentro  plural, de vecinos, “que disfruto con mi esposa, con amigos, con representantes de entidades intermedias y con muchos invitados”. “Nadie obliga a todos los que están acá a venir a este encuentro, sin embargo este salón, en esta fiesta, siempre está colmado

 

y esto es un detalle enorme. Es un sello de los que es San Isidro y su gente”. Posse desnudó la matriz de una comunidad forjada por trabajadores, pioneros que lucharon por ganarse un lugar en la sociedad. Agradeció a los que lo antecedieron, “tuve una suerte muy grande –historió– me tocó vivir los 300 años de San Ksidro, los centenarios de escuelas e instituciones de salud y clínicas muy importantes y ahora el cincuentenario de San Isidro Tradicional. Siento un sano orgullo porque entre otras cosas este pueblo es lo que es, por el esfuerzo de los que hacen esta entidad los que aquí están y los que ya no nos acompañan”, remató. 

 

“La mayoría de los sanisidrenses son el producto de pioneros que se esforzaron por ganarse su lugar”, deslizó el Intendente Gustavo Posse al tiempo que explicaba que para quien mira San Isidro desde las revistas de actualidad puede interpretarse que este distrito es un lugar donde todos somos millonarios, de un gran nivel económico, pero en realidad San Isidro, como su Santo Patrono, tiene como referente al que trabaja, al que se esfuerza por progresar”, desgranó ante la atenta mirada de un auditorio que acompañaba sus palabras con un cerrado aplauso.

 

Hacía instantes nomás, se había confundido en un cálido abrazo con Andrés Parodi y los ojos se le habían iluminado al evocar a los que lo antecedieron. “Tenemos que estar a la altura de las circunstancias”, compuso seguramente al recordar a su padre, Melchor, o a su tío Osvaldo y a tantos ejemplos en los que buscó reflejarse y hoy ya no están, para plasmar una intendencia de rasgos distintivos.  

 “Es cierto, me acordé de ellos –confesaba en una entrevista al paso- pero su evocación no pesa, la llevamos bien y nos estimula a ser mejores”, soltó.

 

Sin  duda esos buenos precursores supieron allanarle el camino para conducir los destinos de un municipio que se distingue dentro del concierto de intendencias del cambiante Conurbano. Pero Gustavo ¨Posse puso mucho también de su cosecha para defender la institucionalidad en los tiempos más difíciles del país y tuvo el acierto de abrir las puertas del Hospital público más importante de la región, ese con el que soñó su padre, en el momento en que el sistema privado de salud hacía agua.

 

El Central que hoy lleva el nombre de su gestor Melchor Posse y un sinnúmero de obras públicas que llegaron de la mano de Gustavo, que tuvo la inteligencia de un ajedrecista al saber contar con los programas y proyectos indicados en los momentos justos, fueron cambiándole la cara a un San Isidro que siempre sabe estar un paso adelante del resto, que es tradición, pero también es futuro.

 

 Y que –por cierto- se nutre en la idiosincrasia de un pueblo y en una construcción colectiva que supo alcanzar no pocos logros: San Isidro cuenta con un sistema público de salud de lujo, los índices más bajos de mortalidad infantil, un programa de seguridad que es ejemplo, talleres extraprogramáticos que equiparan los niveles de educación públicos y privados además del trabajo de una Mesa de Integración Social que está logrando dejar atrás las villas de emergencia transformándolas en barrios, integrando, dando equidad y cumpliendo con la tantas veces declamada movilidad social ascendente.

 

 

 

Como dijimos en otra oportunidad hechos, no palabras, ponerse al servicio, no promesas. Gestionar, exhibir los logros, ese parece ser el principal desvelo de un político que no se deslumbra con los cargos ni las declaraciones mediáticas tal vez porque sabe que en esta Argentina se habla más de lo que se cumple y ese es uno de los principales desencantos de los jóvenes con la clase política.

 

Pero ciertamente pensar en Posse remite a preguntarse si no es posible replicar este modelo a una escala mayor. Y el hombre –al que lo tienta la idea- dispara que así como está estructurada la Provincia, siquiera intentarlo resulta inviable”. A nadie escapa que “San Isidro está inmerso en el Área Metropolitana y ha logrado estos índices que enorgullecen, pero la situación de la provincia es muy distinta”, dice mientras piensa en una necesaria descentralización y una regionalización como salida. Entonces sí, será el momento de pensar en dar el salto, en el mientras tanto queda seguramente la necesidad de afianzar un modelo de gestión que se ocupa de los problemas más importantes, esos que le interesan al hombre común, aquellos que tienen que ver con la salud, la educación, la seguridad y lo social.       

 

 

 

CASI LLENO

 

 

 

 

Con una concurrencia que colmó el amplísimo salón “Victoria Aguirre” del Atlético San Isidro, la Asociación San Isidro Tradicional realizó el viernes último su habitual cena con motivo de las fiestas patronales. Esta vez, la velada fue especial porque se celebró también el 50 aniversario de esta institución.

 

Autoridades de clubes rotarios de la zona, de leones, representantes de los colegios profesionales, de otras entidades histórico culturales como Hijos y Amigos de San Isidro, encabezados por el historiador Jorge Tirigall, integrantes de la Sociedad de Bomberos Voluntarios, del San Isidro Automóvil Club y representantes de las más de 500  ONGs sanisidrenses, además de la titular del Concejo Deliberante, Rita Kuzis, acompañada por Carlos Castellano y Andrés Rolón (Acción Vecinal San Isidro es Distinto), de los ediles Aurora Bastidas (Bloque Peronista) y Ricardo Aragona (CC-Ari) y de no pocos funcionarios del Ejecutivo municipal.

En una mesa contigua al escenario Teresita Capparelli junto a Raúl Mateos, recordaba a su esposo, el siempre servicial Carlitos, mecenas de no pocas entidades sanisidrenses y, siguiendo sus pasos. no descuidaba los aprestos para la festividad del Santo del domingo, convocando sabiamente a las distintas colectividades italianas ataviadas con sus trajes típicos a participar de esa cita ineludible, dándole todavía más colorido a la característica procesión.

El encuentro comenzó con una recepción en el bar del club y luego los invitados pasaron al salón Victoria Aguirre donde se sirvió la cena, se pronunciaron los discursos y se entregaron los diplomas a vecinos que se destacan por su labor. Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de la secretaria de la entidad. “Este encuentro tiene un sentido especial porque nuestra asociación cumple 50 años. Queremos agradecer a todos los que nos acompañan en esta fecha tan importante”, expresó Polledo.

 

 

Luego, Andrés Parodi, presidente honorario de San Isidro Tradicional, señaló en su discurso que “llevamos 50 años en esta entidad que nació para mantener las tradiciones y la historia sanisidrense. Esta entidad se fundó con gente de todas las clases sociales y ha perdurado en el tiempo. Sólo espero que la preserven”, añoró quien ocupara por 22 años la presidencia de esta institución.

 

 

 

No faltaron las palabras del párroco, Monseñor Pedro Oeyen: “Esta vez me gustaría recordar la figura del Santo Patrono desde la oración. Fue un nombre de profunda oración que ponía todas sus cosas en manos de Dios, seguramente porque era muy pobre. Sólo le quedaba confiar en Dios y pedirle ayuda frente a las adversidades. Hoy vamos a pedirle a nuestro Santo Patrono que interceda especialmente por San Isidro Tradicional en su 50 aniversario y por nuestro querido partido”, pidió el prelado.

 

 

 

A los postres se entregaron los diplomas que San Isidro Tradicional entrega siempre en este encuentro a vecinos o entidades que se destacan por su labor. Una de las distinciones fue para Candelaria Lanusse, joven médica, que realiza tareas humanitarias en la organización Médicos sin Fronteras. Actualmente se encuentra con su misión en Burkina Faso, en África, por lo que su diploma fue recibido por sus padres Pedro y María del Carmen, quienes se mostraron más que orgullosos por la labor de su hija.

 

 

 

El otro diploma fue recibido por el ingeniero Luis María Migone por su destacada trayectoria profesional y su participación voluntaria en entidades locales, entre ellas el Rotary Club de San Isidro. También recibió su diploma el ex jugador del San Isidro Club y de Los Pumas y ex entrenador del seleccionado nacional de rugby Marcelo Loffreda.

 

 

 

Fue el propio Intendente Posse quien le entregó el diploma a este gran jugador de rugby que como entrenador de Los Pumas logró nada menos que el tercer puesto en el mundial de Francia 2007.

 

 

 

Referente del San Isidro Club, Loffreda no pudo escapar esta vez a su particular anécdota que indica que comenzó a jugar al rugby en el CASI, pero sólo lo hizo seis meses. Por presión de sus compañeros del Colegio San Juan el Precursor se pasó al SIC donde fue figura. Esta anécdota fue contada a todos los presentes por el propio intendente Posse y confirmada después por Loffreda ante la risa y aplausos de todos los invitados.

 

 

También, durante la cena, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria del Partido de San Isidro,  José Vittorelli le entregó una placa al titular de la Asociación San Isidro Tradicional por el 50 aniversario.

El último en hablar fue el intendente Posse quien empezó su discurso saludando a la Asociación San Isidro Tradicional por sus 50 años. “En primer lugar quiero felicitar a esta institución por estos cincuenta años de trabajo por mantener y no dejar en el olvido la historia y las tradiciones locales y por esa costumbre tan linda de distinguir a los vecinos que se destacan en sus actividades”, dijo el jefe comunal.

En otro tramo de su discurso el jefe comunal sostuvo que “para quien mira San Isidro desde las revistas de actualidad puede interpretarse que este distrito es un lugar donde todos somos millonarios, de un gran nivel económico, pero en realidad San Isidro, como su Santo Patrono, tiene como referente al que trabaja, al que se esfuerza por progresar. La mayoría de los sanisidrenses es el producto de pioneros que se esforzaron por ganarse su lugar”, afirmó Posse.

El encuentro, que se extendió hasta la madrugada,  contó con el entretenido show musical de “Los Tres Llaneros” y finalizó con el tradicional brindis, esta vez más que especial, por los 50 años de esta entidad que tanto prestigia a San Isidro.