CANESSA, OTRA AVENTURA DE LA NAVEGANTE SOLITARIA. Una nueva Aurora de St. Maarten a Portugal
8/5/11. Luego de no pocos preparativos y sin ocultar su ansiedad Aurora Canessa, la navegante argentina de 66 años, que se propone cruzar sola el Océano Atlántico en un velero, partió desde la isla caribeña de St. Maarten, rumbo a Portugal, su destino final. Como se recordará Aurora soltó amarras desde el Náutico Olivos con su proa apuntando al Uruguay, para llegar hasta el puerto de Pirlápolis luego encaró rumbo a las costas brasileñas para cruzar el Atlántico hacia Europa en solitario. “En cualquier aventura siento que no puedo vivir sin proyectos ni sueños. Es cuestión de tener voluntad y fe. Insistir, insistir e insistir”, dice esta mujer emprendedora y aventurera si las hay.
Ya le falta muy poco, casi nada. De allí que su voz deje entrever un considerable nivel de ansiedad y entusiasmo. Pero en sus tonos también se cuela algo de temor y vulnerabilidad. No es para menos, Aurora Canessa tiene 66 años y está pronta a zarpar a bordo de su velero Shipping para cruzar el Océano Atlántico.
“No puedo estar sin un desafío importante. Necesito contar con un caudal importante de adrenalina para poder vivir”, define esta mujer dueña de un empuje y constancia admirable, además de no poca experiencia en el arte de empuñar el timón, filar y cazar cabos.
“De chicas a las mujeres nos inculcaban que éramos débiles y debíamos buscar refugio en el hombre; para romper con esta dependencia navego – cuenta-. Desde hace muchos años lo hago en solitario a bordo de mi velero. Cuando no hay quién baje o suba las velas y se está solo ante un Pampero, una se ve obligada a ponerse las pilas y lo logré”, le confió tiempo atrás a este medio esta aventurera.
La certeza de su partida llegó a través de la firma que le provee comunicación satelital en su viaje. En total, serán 3.550 millas náuticas – equivalente a 6.500 kilómetros – que recorrerá en la más absoluta soledad abordo de su velero Shipping.
DESPLEGAR VELAS COMO ALAS … Y A VOLAR
Un día antes, en su site oficial, donde a modo de libro de bitácora vuelca las impresiones de su recorrido, se puede leer “el lunes 2 a las 10 de la mañana zarparé de St Maarten a cruzar el Atlántico. Pasando por Bermudas, luego por Azores para terminar llegando a Cascais, en Portugal”.
Y a renglón seguido añada: “Voy a desplegar las velas, que son mis alas y voy a volar, volar, navegar, volar, sintiéndome libre y disfrutando mucho porque estoy cumpliendo mi sueño. Me acompañan todos mis seres queridos: los que están y los que partieron antes”.
Ella es una de las navegantes argentinas que más ha soltado amarras y competido. Algunas de sus experiencias son las 500 millas del Río de la Plata de los años 1999 – 2000 – 2001 – 2002 – 2004 y 2005. También participó en la llamada Vuelta de Gorriti, campeonatos argentinos en Dobles, F.I.C. el Campeonato de Regatas Crucero San Isidro, del 92 al 96 en todas las regatas, cruceros Oceánicos a Río de Janeiro, ida y vuelta en el Concorde. No faltó en periplos a Punta del Este, La Paloma, Mar del Plata o Necochea, además navegó la Bahía de Chesapike a bordo del velero “Malacara” y en 1992 navegó hasta nuestras Islas Malvinas con el “Malabar”.
Esta aventura como contamos líneas arriba comenzó a desandarla casi un año atrás (ver http://contintanorte.com.ar/?p=10295) donde tocó las costas de Argentina, Uruguay, Brasil y luego el Caribe. “Lo hice sin prisa y sin pausa. Fui conociendo lugares, disfrutando el viaje”, describe Aurora desde un teléfono satelital que la acompañará durante el cruce del Atlántico. “A esta aventura ya le puse nombre. Es el viaje de los encuentros, porque me fui cruzando con una gente increíble. Los navegantes solitarios son seres especiales. Lamentablemente no hay mujeres, sólo hombres”, destaca.
Sin duda de entre sus muchos desafíos nada se compara con su el actual. Antes de tocar suelo portugués, hará dos escalas técnicas: la primera en las Islas Bermudas y la segunda en las Islas Azores, en medio del océano. Es la primera mujer en la historia que hará este recorrido. Ya hubo tres que hicieron el camino inverso, de Europa hacia América, pero el de Aurora será el más difícil, por los vientos y las corrientes.
Para este periplo se preparó con una dieta y un entrenamiento que le permitirá mantenerse varios días durmiendo una hora. Para alimentarse, lleva provisiones de todo tipo en cajas y cajones preparados para entrar en contacto con el agua. Su arma secreta es la mermelada de jengibre, que tiene el poder de despertarla
Asegura que está más que preparada para la travesía- “Es un modo de vida. Estoy armonizada interiormente”, dice. A la combinación letal ansiedad/tiempo libre la combate con mucha lectura. Ama a Osho, a quien lee y relee. Se metió con Jorge Amado y ahora está con la historia argentina. En la travesía seguirá con algunos héroes y próceres nacionales, y también con la historia que escribió Ingrid Betancourt sobre sus años en la selva.
Aurora se confiesa una melómana incurable. Siempre está escuchando algo. A la mañana son los ritmos celtas los que la acompañan en su meditación. Después samba, alegría todo el día. “Me gusta mucho el tango, pero a veces lo evito porque me bajonea y me cambia la energía”, explica. Nada de tango en este viaje.
Y como en otras oportunidades relata que en su vida diaria ninguna jornada se repite. “Todos los días hago mi hoja de ruta”, indica y da pistas para saber cómo encara esta experiencia: “hay que tenee absoluta confianza en lograr el sueño, es encontrar la fuerza que hay que tener para ser perseverante y tenaz con su objetivo”, concluye e invita a seguir paso a paso este viaje a la aventura a través de su página Web: www.shippingsrl.com
Fuente: Clarín/CONtintaNORTE