SEMANA SANTA. San Isidro vivió su Pascua Joven. Casaretto: “Por una vida COMPROMETIDA CON LOS DEMÁS”

 

24/4/11. Una verdadera fiesta solidaria se vivió en la 23a edición de la Pascua Joven, organizada por el Equipo de Pastoral Juvenil de San Isidro en tiempos de Semana Santa y que tuvo lugar en la sede del Colegio Marín de Beccar. Cerca de 3000 chicos participaron de esta experiencia de compromiso con el prójimo. El Obispo de la diócesis, Mons. Jorge Casaretto, habló de la necesidad de canalizar la vocación de servicio en tareas solidarias y les planteó a los jóvenes replicar la entrega que ofrendó Jesús por nosotros. “Ustedes no son el futuro. Son el presente. Vivimos en país con muchos desafíos porque la pobreza es grande, hay que construir una democracia más sólida y una Iglesia más comprometida. Colaboremos para lograr estos objetivos”, les dijo en un ámbito de servicio donde todos demostraron tener su mano tendida a favor de quien más lo necesita.

 

El encuentro despunta en Agosto del año anterior, cuando cada congregación comienza con toda la liturgia y los aprontes para la siguiente edición de Pascua Joven. En esta oportunidad, dos sacerdotes, dos religiosas y 36 jóvenes laicos (menores de 22 años) prepararon este encuentro, que convocó a 630 coordinadores de grupo, quienes moderaron las  distintas actividades con los jóvenes feligreses.

 

Unos 2850 chicos se llegaron hasta el Colegio Marín de Beccar para compartir una Pascua más solidaria. Esa de algún modo era la consigna propuesta por el organizador del evento, el padre Francisco Peña, de la parroquia Santa Rita de Boulogne.  

 

 

Al ensayar una explicación sobre este encuentro que cada vez gana más adeptos, entre los adolescentes Peña observó: “Se van felices de esta experiencia de Dios, y quieren volver – supo confiar el sacerdote en una entrevista del matutino La Nación- . Aquí encuentran gente de su misma edad, con sus mismos problemas y tristezas, en un espacio de dialogar. Nuestra mayor gratificación es que se animan a compartir cosas que no lo hacen con su familia ni con sus amigos“.

 

UN ENCUENTRO QUE CRECE EN LA ENTREGA Y LA FE

 

 

“Buscamos no repetirnos, pensar nuevas dinámicas y representaciones teatrales” –expresa Peña al tiempo que destaca: “Este encuentro crece porque el mejor mensajero de Pascua Joven es el chico mismo que vivió esta experiencia”, indica.

 

 

Felipe Sabaté, estudiante de Ciencias Ambientales de la UBA, podría haber viajado a Coronel Casares, en la provincia de Buenos Aires, donde vive su familia, para disfrutar unos días libres, pero eligió ser coordinador de uno de los grupos. “Esto es mucho más que un retiro espiritual. Regresé este año porque quería compartir los valores, el amor y la solidaridad que aprendí aquí”, señaló.

 

Camila Meira, de 19 años, estudiante de psicología de la UBA, escribió sobre una Biblia una carta de despedida para cada uno de los integrantes de su contingente: “Le quiero transmitir a cada uno que somos únicos”.

 

Juan Aisen, de 18 años, de la Escuela Técnica Norberto Piñeiro de Almagro, también coordinó un grupo, sobre la base de su fe y de su experiencia previa en Pascua Joven. “Quise traerles un mensaje a los chicos, pero también volver a mi casa y compartir con mis papás muchas lecturas e ideas que fueron surgiendo y que hablan sobre la unión”.

 

“Me gustaría que los chicos nunca olvidaran lo que sufrió Jesús por nosotros, cuando toman alguna decisión o viven un momento difícil de dolor”, dijo Lucas Oteiza, de 18 años, estudiante de agronomía de la UBA.

 

 

Precisamente el Obispo de la Diócesis, Mons. Jorge Casaretto exaltó en su mensaje la vocación de servicio. “Como Jesús, que entregó su vida por nosotros, tengamos una vida comprometida para los demás –aconsejó- . Todo lo que puedan lograr, todo el avance y desarrollo que adquiera su inteligencia y su voluntad, canalícenlo en una dimensión de servicio, y no en una de autoexaltación“, afirmó.

 

 

“Ustedes no son el futuro. Son el presente – añadió el prelado más adelante-. Vivimos en país con muchos desafíos porque la pobreza es grande, hay que construir una democracia más sólida y una Iglesia más comprometida. Colaboremos para lograr estos objetivos”, enfatizó Casaretto.

 

Este espacio de contención impulsado por el Equipo de Pastoral Juvenil de San Isidro durante la Semana Santa y que tuvo desde siempre en Mons. Jorge Casaretto a su principal artífice ya desde aquellas primigenias Semanas de la Juventud cumplió 23 años de activa existencia y promete ser replicado en otras latitudes. Es que el año próximo el obispado de Córdoba llevará a cabo su primera experiencia de una Pascua Joven. Enhorabuena!

 

Fuente: La Nación/CONtinta NORTE