Con Óscar de los Santos como principal orador, el FA celebró 40 años en pleno Buenos Aires. EL SUEÑO ARTIGUISTA DE LA PATRIA GRANDE

 

 

27/03/11. Tras el acto masivo en el Club Peñarol de Montevideo donde el ex presidente de Brasil, Luis Inacio “Lula” Da Silva fue la figura central de la celebración de los activos 40 años del Frente Amplio, los comité de base argentino-uruguayos prepararon singular festejo en plena calle Independencia a metros de la 9 de Julio. Allí, en un palco montado al efecto y con la presencia de militantes de los 27 comités frentamplistas, la diputada Alicia Pintos y el Intendente de Maldonado Óscar de los Santos pronunciaron encendidos mensajes que apelaron a la construcción colectiva en la región de un bloque económico, social y cultural de carácter progresista capaz de encontrar puntos de encuentro para seguir construyendo herramientas de cambio y progreso en América Latina.

De los Santos recordó que aún hay miles de personas que no tienen el derecho ni la posibilidad de consumir el mínimo de energías para crecer, para desarrollar sus neuronas y poder estudiar y tener la posibilidad de ser un intelectual o un obrero. “Muchos gurises en esta América Latina no tienen qué comer todos los días. La Patria Grande no es un esquema –expresó– , sino un proceso y concepto de definición de alianzas más amplias. Esa es la única alternativa en términos políticos en una región donde empezó a correr un caballo blanco libertario que lleva sobre su lomo enormes voluntades populares que comenzaron el cambio y no tienen marcha atrás, en Uruguay, Brasil, Paraguay, Argentina, Ecuador, Bolivia, Venezuela y varios lugares más”, precisó. Hubo manifestaciones y carteles por profundizar la democracia y anular en Uruguay la Ley de Caducidad, terminando con la impunidad sentando en el banquillo a los responsables de aberrantes crímenes de lesa humanidad como sí ocurrió de este lado del río. El encuentro contó con la presencia de la diputada María José Lubertino, quien llevó un caluroso respaldo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. 

 

A pocos días de la conmemoración del Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, donde miles de argentinos, organismos de derechos humanos, madres y familiares de detenidos-desaparecidos y diversas agrupaciones políticas concurrieron a los múltiples eventos para repudiar el golpe militar de 1976, la capital metropolitana volvió a poblarse de gente y banderas.

Pero esta vez  con un color y una emotividad distinta: no para repudiar ese proceso genocida que acabó con las ilusiones de miles de argentinos y tiñó de negro las páginas de nuestra historia sino para celebrar y compartir con los hermanos uruguayos radicados en el país, los 40 años del Frente Amplio, la fuerza progresista con mayor ascendente en la región que cumple su segundo período de gobierno al frente del país hermano, tras las administraciones del Dr. Tabaré Vázquez y  la actual de José “Pepe” Mujica.

Un día antes el ex mandatario brasileño, proveniente del Partido de los Trabajadores, Lula Da Silva habló más de media hora ante no pocos dirigentes y militantes del Frente Amplio, en el Club Peñarol.

Allí Lula hizo un llamado a “reconstruir un pensamiento de izquierda con el compromiso en la democracia”, y reivindicó el papel de los trabajadores en las luchas por “un mundo más justo y equitativo”.

Recordó que la izquierda auténtica en la región fue capaz de superar los desafíos y “promover reformas sociales importantes”, al tiempo que evaluó que “la Europa actual en crisis parece darse cuenta que su norte puede estar en nuestro sur”, expresó.

 

 De este lado de la orilla, al día siguiente decenas de orientales ganaron la calle y se llegaron hasta Independencia a metros de la tradicional avenida 9 de Julio, en el barrio de Balvanera. Con estandartes azules, colorados y blancos y no poco material; gente de ARUBA (Asociación de Residentes Uruguayos en Buenos Aires) y de los 27 comités de base prepararon un festejo al caer la tarde no exento de calor humano.

 

VAMOS DE FRENTE, LA CALLE ES DEL FA

 

 

Familias enteras se reunieron allí para celebrar. Podía verse a chicos con banderines, jóvenes repartiendo folletos alusivos y no pocas personas mayores con el recuerdo fresco de esos 40 años de historia de una fuerza, amplia, aperturista, contenedora y democrática que comenzó a cambiar la historia en el vecino país conjugando el verbo de la participación y la construcción colectiva.

 

 

La diputada Alicia Pintos en una enfervorizada alocución recordó que la  convocatoria tenía por fin “encender la llama de la participación”

“Felicito  a los frenteamplistas que están en Bs As porque se animaron a hacer un acto en la calle, porque la calle es del FA, los barrios, las organizaciones sociales y políticas”, advertía mientras la muchedumbre se agolpaga junto al escenario y la calle era cerrada al tránsito.

 

 

Junto a las mesas de información se reunían los militantes. “Nosotros luchamos por un Uruguay productivo con justicia social y más democracia -soltaba visiblemente emocionado Walter Dávila, del Comité 1971-. Somos 300 mil uruguayos los que en la actualidad vivimos en Argentina”, contabilizó rodeado por compañeros. “Llegamos huyendo de la represión fascista y hoy muchos de nuestros hijos son argentino-uruguayos”, confía. Historias fragmentadas de las dos orillas pero con fuertes lazos de unidad. Su compañero Henrys Maseda daba cuenta de los logros y de que la administración frenteamplista ha sido la mejor, “pero debemos ser conscientes que los cambios deben ser profundizados”.

 

“Desde su creación, el FA construyó su vida política a partir de la experiencia de los trabajadores y del pueblo uruguayo organizado. Por eso nuestro Frente es mucho más que una coalición de partidos de izquierda; es también un movimiento popular compuesto de amplios sectores sociales comprometidos con el cambio; de allí que nuestros comités de base donde se dan las discusiones y surgen nuestros dirigentes resulten los pilares fundamentales”, cuenta Maseda.

 

En el escenario Fernando Waisman y Julio Alvarez leen un comunicado donde hacen un llamado para que debido a la bonanza de los tiempos se generen las condiciones propicias para que se produzca el retorno de los que emigraron, promoviendo un banco de empleo, disminuyendo el costo de la documentación para los orientales en el exterior, haciendo un llamado a la participación y solicitando la anulación de una vez y para siempre de la Ley de Caducidad (parangonable a la de Punto Final argentino).

 

 

Debemos terminar de una vez por todas con la impunidad en nuestra patria –dijo Alvarez– Los culpables de los delitos de lesa humanidad deben ser juzgados y condenados. No es posible la construcción de un Uruguay con justicia social y democracia sobre la base del silencio, el ocultamiento y la mentira”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esos conceptos fueron compartidos por Óscar de los Santos y la diputada argentina María José Lubertino, “una freteamplista más”, como ella misma se definió, que llevó el cálido saludo de la Presidenta Cristina Kirchner.

 

“He sido parte de esta construcción, compartiendo con ustedes cada uno de sus triunfos”, deslizó y luego de recordar los avances del progresismo y de las mujeres en el país hermano, celebrando que la Intendenta de Montevideo ungida por el voto popular sea una mujer, señaló que los tiempos por venir auguran la “lucha por los derechos sexuales y reproductivos y realmente creo que estamos  en un momento muy importante. Primero porque este año la Comisión Interamericana de Derechos Humanos va a poner a Uruguay en la misma línea de la necesidad de políticas de estado en materia de defensa de los derechos humanos y de la recuperación de la verdad, la memoria y la justicia –observó aludiendo al fin de la Ley de Caducidad- y esto es muy importante para nosotros compañeros y compañeras: que se sepa la verdad de los derechos humanos en las dos orillas”, enfatizó.

 

 

HEREDEROS DE LA TRADICION ARTIGUISTA

 

A su turno las legisladora uruguaya Alicia Pintos se refirió a la gesta del Bicentenario en ambos países y remitiendo a la del pueblo oriental expresó: “Hoy todos nos miran porque estamos dando ejemplo, no sólo el FA por sus 40 años de vida, cuando los pueblos llegan al gobierno la tarea no es sencilla. Hay que mantenerse y ser coherente con la historia, como nuestra creación del 71 a pesar de las dictaduras, del exilio, de los desaparecidos”.

 

 

La diputada explicó que el FA viene de una tradición artiguista, “de ahí nos viene la fuerza. Él se fue del Uruguay porque lo que Artigas quería no se había cumplido, con los colorados y blancos que estuvieron en las presidencias. Entonces se fue al Paraguay, porque él sí sabía claramente que la Patria Grande era su patria y que el objetivo estaba más allá. Aún desde allí nos mostraba el camino que tomaron todos estos hombres un 5 de febrero de 1971 y firmaron el acta constitutiva del FA”, memoró.



En un mensaje con una alta dosis de afectividad, De los Santos, abrevó en las similitudes entre los himnos de ambos países que se cantaron previamente. “Vi la sensibilidad con la que la comunidad uruguaya afincada aquí entonó el himno argentino y no puedo menos que remitirme al proceso de integración de la Patria Grande que soñaba Artigas”, señaló ganándose una cerrada ovación que resultó recurrente al “reconocer en la Argentina una gran puerta abierta por ese río de la Plata y por este río  Uruguay que a veces nos dividió –dijo– , pero que otras tantas protegió a nuestros hombres y mujeres abrazándonos. Hoy algunos están y otros no”, evocó.

 

El Intendente de Maldonado, un hombre surgido del campo del trabajo como Lula, invocó la unidad del progresismo y pidió por la salud del dirigente gráfico Julio Penem, “sé que se va a recuperar”, auguró. De inmediato aludió a su lucha cuando un 27 de junio enfrentando a la dictadura cívico-militar junto a otros dirigentes obreros y del movimiento estudiantil, votaron la huelga general de resistencia al fascismo que se instalaba en el país hermano.

 

“En esas manos a veces llenas de callos, y de sustancia que se van depositando en los hombres y mujeres que viven de la transformación de las materias primas, también se fue moldeando con mucho esfuerzo la unidad de los trabajadores”. Habló de la historia de lucha y sacrificio del FA con muchos héroes anónimos que “no están en las estatuas y las calles, tampoco éstas llevan sus nombres pero que muchas veces regaron con su sangre generosa la lucha contra el dominio”.

Buceando en su memoria rescató la tarea de aquellos que hablaban en las fábricas, en las oficinas, en la universidad, en los liceos y en las escuelas, “allí iban construyendo el sueño de la unidad”. La historia de esa fuerza siempre estuvo orientada a la participación, a la justicia social y a la construcción colectiva con equidad.

“En las fábricas y en las obras los trabajadores discutían acerca de la táctica y la estrategia –evocó– , si había que uniformizar conflictos, si la lucha era de guapos y de otros que aflojaban, porque siempre nuestra izquierda discutió así. Pero saben que: aquellos que no lo vivimos o lo escuchamos de viejos militantes, valoramos el enorme esfuerzo para juntarse con la mano del otro o de la otra. Para crear esa herramienta que es el FA, para armar una central única primero, para luchar por la autonomía de la Universidad de la República ejemplo en el Uruguay y también para en el Congreso del pueblo fijar las bases programáticas de un amplio abanico social que ya no solo comprendía a los trabajadores, a la gente de la cultura y del arte, sino también a los empresarios, pequeños artesanos y gente del campo de la pequeña burguesía y la clase media y no se sonrojaban muchos dirigentes cuando hablaban de esas políticas de alianzas”.  

 

 

 

 De los Santos recalcó que “no hay transformación de un territorio o posibilidad de llevar un proyecto adelante si creemos que un grupo selecto puede transformar la realidad. El proceso de acumulación de fuerzas comenzó antes del 71 y el 26 de Marzo en la calle fue ratificado por las masas”, relató ante cerrados aplausos. 

El hombre hizo un llamado a conformar una fuerza progresista en la región lo más amplia posible capaz de contener y dar espacio al debate – “no hay fuerza política que no aspire a cambiar el país y construir la Patria Grande que no tenga en su seno miles de contradicciones”, admitió- pero remarcó que el FA es anti oligárquico, antiimperialista y apunta a profundizar la democracia con la participación.

Somos los militantes del cambio, una fuerza comprometida a hablar pero a escuchar y construir sobre los ideales del 71 a edificar consensos que le dén continuidad de cambio a Tabaré como al Pepe y que genere 15 años más de FA, ese es el desafío”, planteó. Y a nivel regional abogó por un modelo de unidad progresista, sin concepciones imperiales, amplio y abierto donde nadie sea más que nadie.

“La Patria Grande no es un esquema, sino un proceso y concepto de definición de alianzas, en la acepción más amplia de la palabra”, razonó e invitó a tenderle la mano a quienes defienden los mismos ideales. Afirmó que América Latina “es el principal reservorio de alimentos y de agua de la humanidad”, sin embargo aún hay gente que no accede a los derechos básicos o es castigada por los cataclismos climáticos. “Hubo un capitalismo que explotó al territorio como si la riqueza no tuviera fin –cuestionó- y eso llevó a que tratáramos de matar al planeta donde vivimos. Esa realidad no se resuelve con discursos fáciles. De allí hay que extraer la riqueza para que la gente coma como le ocurrió a nuestros indios, pero ellos sabían preservar. Nosotros somos capaces, a través del consumismo más bestial, de sacarle hasta el último jugo a la tierra sin saber que hay para comer mañana. Solo las fuerzas progresistas y de izquierda en la acepción más amplia del término, son las que pueden incidir en ese mundo, con un gran liderazgo”.  Y en esa inteligencia señaló que “Lula demostró estar a la altura de las circunstancias

 

Para finalizar De los Santos parafraseando al frenteamplista, Liber Seregni uno de sus mentores recordó que un 26 de Marzo del 71 convocó al esfuerzo señalando: “Solo somos y seremos obreros constructores de la patria grande del futuro”. Sus palabras arrancaron un interminable aplauso que entrada la noche culminó en festejo con los recitados de Carlos Dati, las canciones de Javier Morales, Daniel Mendoza y Jorge Guichón, el candombe de Treas al Toque y Los D’enfrente, entre muchos reconocidos intérpretes de la música rioplatense.