PUNTA. Richard Gere paseó por Punta y José Ignacio. Almorzó con empresarios argentinos donde Suar festejó cumpleaños

 

26/03/11. El reconocido actor almorzó con su mujer Carey Lowell, su hijo y un puñado de argentinos entre los que se encontraban los poderosos empresarios Camilo y Daniel Sieleki, cuñados del canciller argentino Héctor Timerman y el también empresario Juan Bols Pablo Pueyrredón Braun. El astro –que suele visitar un templo budista en Minas-, respondió saludos y se mostró sonriente ante decenas de personas en su segundo día de estadía en Maldonado. En el mismo lugar Adrián Suar celebraba su cumpleaños junto a Griselda Siciliani, Tinelli y Codevilla.

 

De muy buen ánimo, el protagonista de varios éxitos de taquilla retribuyó el afecto que le hicieron sentir una gran cantidad de mujeres que, enteradas de su presencia, salieron a su paso, reseñó el matutino uruguayo El País en su edición de hoy. Ayer fue la primera jornada en que Gere abandonó su lugar de residencia en Portezuelo para conocer los principales puntos de interés de la costa de Maldonado.

El parador La Huella, en la playa Brava de José Ignacio, se convirtió en el centro de la atención de medios argentinos y uruguayos que hace 48 horas persiguen a sol y sombra al conocido actor.

Poco después del mediodía de la víspera, Gere abandonó su lugar de residencia en el fraccionamiento “La Carolina” de Sauce de Portezuelo en una camioneta Hyundai de alquiler color negra. El astro estaba acompañado por su esposa. Amigos suyos lo hicieron en la camioneta Mitsubishi doble cabina propiedad del empresario argentino Pablo Pueyrredón Braun.

 

La caravana salió del fraccionamiento privado que ayer fue rodeado por reporteros gráficos de varios medios tanto uruguayos como argentinos que llegaron al lugar, atraídos por la presencia de Gere y su esposa. Detrás de Gere marcharon los reporteros gráficos que los siguieron hasta José Ignacio.

Otros periodistas, al tanto de los movimientos de Gere y su comitiva, partieron antes, ganando tiempo para instalar sus cámaras y trípodes en los médanos frente a “La Huella”.

La llegada de Gere al restaurante de José Ignacio disparó varios grados de excitación y tensión entre las mujeres que se encontraban almorzando en ese lugar, confiaron los reporteros de El País. Los propietarios de La Huella habían dispuesto desde varios días atrás que Gere y sus amistades ocuparan el salón “Lacoste“, en el piso superior del complejo.

Pese a los intentos de rodear de la mayor intimidad y reserva a Gere, la presencia del actor de Mujer Bonita y Chicago fue detectada desde un principio por los presentes, muchos de los cuales se enteraron por la tapa del diario El País de ayer. No pocos concurrieron al lugar, sin ingresar a “La Huella”, razonando que el viernes sería el momento indicado para que Gere conociera uno de los hitos de la costa de Maldonado en materia de servicios gastronómicos.

LOS OTROS. “Tinelli no existe”, exclamó una madura mujer argentina que esperaba ansiosa en la puerta de La Huella a que saliera Richard Gere.

 

En el restaurante, el productor y actor Adrián Suar, acompañado de su pareja, la actriz Griselda Siciliani, festejaba su cumpleaños con su amigo, el conductor y empresario Marcelo Tinelli, Pablo Codevilla y un grupo de acompañantes. Sin embargo, en el interior del local la atención de los comensales no estaba puesta en ellos. Para su tranquilidad, se puede presumir.

Entre las personas que almorzaban en la Huella estaba el director del diario La Nación de Buenos Aires, Bartolomé Mitre y su esposa, la conductora Nequi Galotti. Como todos, estaban pendientes de lo que ocurría en la planta alta, donde se estiraba el almuerzo de uno de los actores más famosos del mundo.

Gere, su esposa Carey Lowell y alrededor de 20 personas más disfrutaron de un almuerzo que comenzó alrededor de la una de la tarde y se prolongó hasta pasadas las cuatro. Entre sus compañeros de almuerzo, se encontraban los poderosos empresarios argentinos Camilo y Daniel Sieleki, cuñados del canciller argentino Héctor Timerman y el también empresario Juan Bols, entre otros.

De entrada, los 20 comensales, entre adultos y niños, probaron varias porciones de pizza “Bianca”, una de las especialidades de La Huella. Un “tapeo” compuesto de rabas, chipirones, gambas, pulpos y otras exquisiteces, cerró la entrada de los comensales.

Gere cuidó su figura comiendo sushi acompañado de agua mineral sin gas. Su esposa optó por la tradicional y local corvina blanca a la parrilla, otra de las especialidades del local. De postre, todos optaron por el “volcán de dulce de leche“.

Gere mostró su interés en probar el dulce de leche uruguayo. En la mesa abundaron las gaseosas y varias botellas de vino. El astro norteamericano cambió al final el agua mineral por varias tazas de té.

SALIDA NEGOCIADA. La salida fue más complicada de lo que Gere y sus amigos pensaron en un primer momento.

Uno de sus amigos salió del local para negociar con los reporteros gráficos las condiciones de la salida de Gere del local. Les adelantó que el actor se detendría unos momentos para que los fotógrafos pudieran hacer sus tomas. Y le pidió a los medios que no expusieran al hijo y la esposa del actor.

Los problemas, en realidad, comenzaron dentro del local a tal punto que los directores del establecimiento Martín Pittaluga y Guzmán Artagaveytia debieron abrirle paso entre los comensales que se pararon para observarlo y saludarlo.

La salida fue apoteósica con el marco de una gran cantidad de mujeres que comenzaron a aplaudirlo y gritarle todo tipo de piropos. Una de ellas pasó a los hechos y se le tiró encima lo que obligó la intervención de Artagaveytia para sacársela de arriba. Otra mujer le exhibió a Gere un ejemplar de la guía de restaurantes y hoteles de lujo que él mismo prologó en su condición de propietario de un complejo en Nueva York. Gere de buen ánimo devolvió el gesto con un amable saludo.

Fuente y crédito foto: El País.com.uy