GENTE y su Súper Fiesta en los Jardines de Conrad. LA VIE EN ROSE

20/1/11. El evento que suele arremolinar las arenas esteñas no defraudó: tuvo alta dosis de magnetismo, creatividad y regaló un desfile con más de 50 models. No faltaron las tops, ni las consagradas.

Hubo mucho leds, tachas, plumas, encaje y destellos de charme en una fiesta que hizo explotar la terraza del cinco estrellas con más de 2000 invitados y 200 celebrities. Corrieron ríos de burbujeante champagne, se degustaron exquisiteces y los brebajes más recomendables del verano. La noche terminó con un venero de fuegos artificiales que, al ritmo del clásico de los Guns, “Welcome to the Jungle”, iluminó la bahía de La Mansa. Enterate acá de todos los detalles.

Los teléfonos de María Fernández la RRPP de Conrad no dejaban de sonar. La pregunta era recurrente y la respuesta de asistentes y de la propia María, calcada: “Este es un evento privado, no lo organiza el hotel, imposible conseguir entradas”. La eficiente relacionista explicaba luego que dos fiestas en el año concitan la atención de todo Punta: la de la apertura de temporada que organiza el cinco estrellas esteño con singular éxito y la exclusiva Fiesta de Gente que, desde hace unos años apela a la misma contraseña: concurrir con alguna prenda “pink” (”rosa”).

Es más, hay quienes guardan la pulserita del año anterior con la ilusión de zafar los rigurosos controles impuestos por los “hombres de negro”, pero en esta ocasión había que tener también la invitación que rezaba: “Ponete algo rosa y vení a pasar la mejor noche del Este” o bien figurar en los listados VIP. 

El mismísimo Aram Rupenián, responsable de comercialización de la revista en Uruguay, confiaba que hasta su propia hija no podía ir porque hasta último momento no podía conseguir invitación para el novio. Los teléfonos del Days Inn donde Gaby Díaz, otorgaba los preciados pases ardía durante los días previos y el sábado 15 por la noche las escalinatas de Conrad daban testimonio del interés que despierta en la gente esta súper party que, como en los cuentos de Cenicienta, lleva a los jardines del hotel a 2000 invitados y unas 200 celebrities para palpitar un encuentro que lo tiene todo: mujeres bellísimas, shows, las mejores mezclas en bandeja, buenos tragos y espectacular desfile que culmina con un venero de fuegos artificiales que iluminan el cielo de La Mansa con la bahía y el puerto esteño como telón de fondo.

Sin red carpet, pero con buenas estáticas al pie de la escalinata, fueron desfilando por el portón de acceso autoridades, empresarios, modelos, vedettes, reconocidas conductoras, periodistas, los chicos y chicas del momento e ignotos personajes. ¿Los más aplaudidos por el público? Sin duda, la sanisidrense Paula Chaves, ganadora moral de “Bailando por un Sueño” que concurrió acompañada por Pía Slapka y los hermanos Paul y Willy García Navarro. No faltaron gritos y pedidos de foto para los Casi Ángeles, Benjamín Rojas y Benja Amadeo y para el buenmozísimo Diego Balut, quien concurrió acompañado por su mujer Dolores Manso y su madre, la siempre elegante Teresa Calandra junto a Gonzalo Bergadá.

Otra pareja de buen feeling con el público fue la de Carolina “Pampita” Ardohain y Benja Vicuña. Distendido y recién llegado de su Chile natal él llevaba una remera que decía Lazy Days Crazy Nights (Días de vagancia y noches locas) en degradé del blanco al rosa mientras que Pampa tenía un sugerente vestido con encaje.

“ ¡Qué simpática es y él es divino!”, susurraban en la entrada.

Sin Tomás Costantini, Karina Jelinek acaparó todas las miradas al igual que Jimena Butilengo, que llegó con un saquito de paillettes dorado y una micro falda de encaje color lila, aunque aseguró que alguna de sus prendas, no tan visibles, cumplía con la consigna del dress code rosa.

Con estola y distinguida Ana de Luján Gutiérrez -la mujer del dire de Gente- fue una de las primeras en llegar al igual que la directora de Higiene y Protección Ambiental de la Intendencia, Marita Araújo acompañada por su marido. A Ana la aguardaba en los jardines Jorge de impecable camisa y suéter color rosa viejo, que como buen anfitrión, estuvo en todos los detalles; mientras que Marita elegiría uno de los dos sectores exclusivos de la terraza donde compartiría animada charla con el asesor ministerial del Uruguay, Benjamín Liberoff.

Súper chic, como de costumbre, Cecilia Zuberbuhler –que más tarde animaría una de las pasadas- debió lidiar con uno de los seguridad que le negaba el acceso pero –felizmente- el hombre cayó en cuenta de quien se trataba y todo se arregló. En el interior, la aguardaban Patricia Della Giovampaolla, infaltable, y los más que sobrios Guido y Mónica Parisier felices por los logros de la fundación M-A-W (Make A Wish).

Con su porte de play boy peninsular Cristiano Rattazzi robó más de un suspiro entre ellas, pero concurrió acompañado de la monísima Gabriela, una enigmática mujer. “Es una amiga y yo soy un hombre libre”, soltó el empresario que días más tarde daría que hablar con su fiesta en Tequila.

Algo retrasados – tal vez para no soportar el agobio de la espera en puerta-, pero dueños de ese toque distintivo que los caracteriza Ale Gravier y Valeria Mazza, los vecinos de Acassuso, enamoradísimos, confesaron que este año cumplen nada menos que dos décadas juntos.

El, todo un gentleman de inmaculado traje blanco con pañuelo rosa y ella de largo con un florido vestido, muy top. Con un look mucho más casual llegó el nadador cordobés José Meolans que tentado por Dotto hasta se le animó a la pasarela.

Y hablando de Pancho Dotto, irrumpió –como de costumbre- acompañado por su alter ego, el inseparable, Ramiro Fitá y Julita Rohden, pero al trasponer, el umbral lo hizo en soledad, tal vez para disipar los rumores que lo vinculan a la joven model. Ocurre que Julia debió aguardar porque iba con una amiga sin pulserita y gracias a un guiño de Pampita pudo sortear el ingreso.

Radiante Maia Chacra, la ex conductora de Versus, regaló glam junto a Alan Solnicki y hablaron de las bellezas de José Ignacio mientras Flavia Palmiero y Lara Bernasconi ajustaban detalles de lo que más tarde sería la prueba de fuego en pasarela de la actriz y conductora.

En la dulce espera pudo verse a Muriel Balbi –con su enorme panza de siete meses- contentísima junto al empresario Rodolfo Roggio. La periodista de C5N no fue la única celebridad del mundo de las noticias que asistió: Sergio Lapegüe, el hombre que lleva el pulso de las noches en TN y se pasea por Solanas, demostró que tiene no pocos seguidores que hasta corean sus ocurrentes canciones para cerrar el programa y una relajada y distendida Cristina Pérez fue una de las más sexys de la noche. Impactó como siempre el diseñador Carlos Di Doménico y Patricio Giménez, sin Su, se repartió entre sonrisas y autógrafos.

“Hace un año y medio que estoy sola”, tiró la conductora Pérez enfundada en diminuto top que permitía espiar la pancita y un pantalón Holi, creado por Loli Barreiro, bien setentoso. Hablando de Dolores Barreiro animó el desfile junto a su hermana Bernardita donde se vio mucho punk barroco: leds, tachas y plumas de encaje.

Allí Grace Alfano estuvo como pez en el agua mientras que Pampita, Virginia Da Cunha, Pía Slapka, Paula Chaves, Jimena Butilengo y Sol Ainesa brillaron en pasada con leds bien retro al mejor estilo victoriano, en lo que los entendidos definen, como una suerte de barroco rocker. Instantes antes Cacho Castaña al son de “Ha vuelto el Matador”, arrancó con un show bien arriba que habría de rematar en un espectaculo de fuegos artificiales, frente a la Bahía de la Mansa mientras los parlantes regalaban “Welcome to the Jungle” de los Guns & Roses, enganchado con “Rompecorazones” de la lengendaria Led Zeppelín, en cierre con rifs hiper metaleros. Luego, entendidos de las bateas pincharían a los The Killers con su existazo de la temporada anterior “Human”, para después entregarse a los más actuales remixes de Barbra Streisand y When love takes over, de David Guetta.

Para esa hora, en el VIP un descontrolado Fitá, demostrando dotes de dancer, supo entregarse al trencito en el que se enganchaban Pampita, Ari Pluch, Julita Rohden y un eufórico Dotto (al mejor estilo Suar en “Igualita a mí”) que a lo largo de la noche y sin  escalas, pasó de puntilloso traje a ajetreado pantalón y empapada remera blanca; señal que el hombre dejó su mejor energía en la terraza de Conrad. La Fiesta de Gente no defraudó: tuvo alta dosis de magnetismo, creatividad, mujeres bonitas y príncipes azules y de los otros. Y tras los fuegos, cuando la luna plateaba el mar de La Mansa, como en los buenos cuentos, quedó en claro que por un instante para muchos, la vida se tiñó de rosa invitando a soñar con otro sorprendente reencuentro en la próxima temporada.