Pancho Dotto recaló con sus Models en la chacra marítima. EL PARAÍSO SECRETO DE UN DESCUBRIDOR DE TALENTOS
31/12/10. La casa es como él -cálida, luminosa, contenedora, amigable, repleta de detalles de buena madera- y atesora singular historia en cada uno de los rincones. Su hacedor ha sabido plasmarlos con la paciencia propia del artesano que, en vuelo creativo, ha logrado inventarse a sí mismo e irá develando los misterios a lo largo de una jugosa charla que se originó en un divertido asado para celebrar el cumple de su más reciente gema: Julia Rohden. Precursor si los hay, trabajador incansable, el hombre que marcó un antes y un después a la hora de hablar de criterio estético, cuenta con la pasión que lo caracteriza cómo logró desarrollar ese mundo privado donde se refugia con sus chicas todos los veranos.
La nueva rubia debilidad de Luis Francisco Pancho Dotto es una deliciosa misionera que luego de ser descubierta en 2009 hoy ya es la imagen de varias marcas, fue tapa de Para Ti, Elle Latinoamérica, participó del New York Fashion Week y hasta integró la tapa de los personajes 2010 de Gente.
Hoy su imagen tapiza las pantallas de San Isidro y el país promocionando la campaña de Kosiuko (KSK) en una producción realizada en Carmelo a bordo de un poderoso black Mustang de los 70, propiedad de su amigo, el martinense Federico Bonomi.
“Esa fue la primera campaña que hizo y ya va por la tercera – se entusiasma Pancho- . Es la cara de Caro Cuore también, hace un año que está con Falabella Chile-Argentina y, muy posiblemente, realice un contrato que multiplique su imagen en cuatro países: Colombia, Perú, Chile y Argentina. El único acuerdo que existe de este tipo es con Valeria Mazza, que hace más de 10 años que lo tiene”.
Precisamente Valeria como otras tantas models surgidas de su agencia fueron presentadas en sociedad en la temporada esteña. Hace más de 26 años que él elige la Península como lugar de lanzamiento de las principales modelos que lo seguirán todo el año. Fue así que hace mucho ya, Mazza, Araceli González, Daniela Urzi, María Inés Rivero, Dolores Barreiro y Pampita Ardohain conocieron por primera vez la costa uruguaya. Hoy, muchas de ellas, hasta tienen su propia casa allí.
“Hace veinte años que decidí venirme a José Ignacio. En aquel momento, la gente me decía `éste está loco, irse tan lejos`. Pero ha sido un gran acierto, en el mundo entero cuando me presentan a alguna personalidad, enseguida me asocia con José Ignacio. Cuando vino la revista Vanity Fair Italia a realizar cobertura hace tres o cuatro años, fui una de los personajes elegidos para una larga entrevista en representación de este lugar. Espero, al corto plazo, poder venirme a vivir aquí. Es un sueño que algún día cumpliré, por ahora me es imposible ya que estoy comprometido con una empresa muy grande, con muchísimas modelos y empleados“, confía este incansable descubridor de talentos con un fino olfato y alta dosis de buen gusto. “Siempre comparo a mis modelos con Punta del Este, porque son tan finas, elegantes y tienen ese toque de distinción tan propio de este lugar dueño de una increíble belleza”, dice.
LOS DULCES 16 DE JULITA, convocaron a un grupo de amigos donde no faltaron hermanos de la vida como Ramiro Fitá, factotum de Cook, compinches entrañables, empresarios como los propietarios de estancia Vik, los responsables de la radio Océano FM y un periodista de nota como Jorge de Luján Gutiérrez, que concurrió junto a su deliciosa mujer.
El director de la revista Gente profesa una admiración mutua con Dotto que se traduce en un apoyo recíproco que viene de lejos. Son incontables las chicas que cobraron notoriedad, marcaron tendencia y se convirtieron en personajes del verano tras una tapa en Gente, como también lo es, la inagotable fuente de contenido que ha significado Dotto para la publicación. “Si tuviera que medir todo el material que les di en 26 años no alcanzaría un libro”, suelta Dotto desafiante ante Luján y lo azuza con Mazza, Araceli y más recientemente Pampita – “Hubo títulos como Vale Valeria o Araceli, Ara Ara”, evoca- y este asiente admitiendo que deberían ser “fascículos coleccionables” los que reflejen la trayectoria de este creativo por definición.
El encuentro tuvo lugar el pasado 28 de Diciembre, en la chacra Paraíso de Mar, ahí nomás del km. 173,200 de la Ruta 10 que lleva a José Ignacio, donde el empresario volcó sus mejores esfuerzos y no poco talento para recrear una pequeña villa marítima con todo lo imaginable: beach house, cabañas con techo de quincha y pisos de canela, cine, helipuerto, surf bar, asador criollo, parque de juegos, un espacio reservado a sus autos de colección y botes antiguos “anche” un acogedor quincho con piso de cemento alisado que cobija singular parrilla industrial donde se preparan exquisitos corderos.
Se trata de 13.500 metros cuadrados comprados a La Fontana, lugar que admite Pancho, siempre le ha fascinado y que regala las mejores vistas del océano. Cada lugar habla de él y sus particulares preferencias, revela detalles de buen gusto e invita a conocer el mundo de este bon vivant que, como los buenos vinos, alcanza su mejor versión con el paso del tiempo. Ha recorrido un largo camino en una profesión tan envidiada como exigente y siempre logró mantenerse en la cresta de la ola.
UN DÍA PARA CONOCER EL PARAÍSO. A poco de atravesar la tranquera, una serie de carteles artesanales dan la pista de los escenarios impensados que se irán abriendo para sorprender gratamente al ocasional visitante. Un inmenso parque resplandece bajo las caricias del sol y se funde en un paisaje cubierto por el césped, las acacias y las flores. Tal vez porque desde tiempos inmemoriales, los jardines se distinguieron como una expresión digna del buen gusto, la estética y la decoración al tiempo que mantuvieron una milenaria relación con la idea de paraíso, es que de allí brotó el nombre del lugar.
La Beach House pergeñada por Dotto, domina la escena frente al mar. Es un espacio cálido con piso y techo de pinotea y paredes completas de vidrio, que juegan -desde mucho antes que las transparencias y lo despojado se transformara en moda minimalista- en sutil duelo entre el adentro y el afuera.
El arrullo del mar y el viento se cuelan por los grandes ventanales y permiten espiar en el living de sillones blanquísimos y rústicas mesas de pinotea algunas cosas que lo apasionan: ruedas de timón, claraboyas, un ojo de buey perteneciente a un barco ruso de 1930 y aparejos enmohecidos compiten con dos maquetas de barcos, mientras la cuaderna de centenaria barcaza de pescador, pende colgada del techo. Todo un tributo al océano que denota el enfoque marítimo del lugar.
Ahí nomás la cava de vinos, despierta el interés por los buenos varietales y una barra poblada de todo tipo de frutas y licores invita a demostrar habilidades de bar tender.
Afuera en el deck, donde se replican los sillones en L, con estructura de lapacho y almohadones de gabardina blancos, se encuentra la homenajeada y un puñado de models -que como ella- gozan de las mejores horas de sol en tanto cuatro inquietos labradores de distinto pelo y color dejan señales de sus pasos empapados, tras su visita por el arroyo natural. Como telón de fondo un paisano cabalga en su pintado a orillas del mar, regalando al curioso impensada postal de libertad. Son las dos de la tarde y Dotto despereza luego de agitada noche en La Huella que terminó a la madrugada en el Devoto donde cargó la camioneta con regalos y todo lo necesario para el cumple de Julita.
Verborrágico como de costumbre, aventurero por definición, buscador incansable y vanguardista por naturaleza, cumple las reglas del buen anfitrión convocando a una visita guiada por sus dominios. A pasos se encuentra el garage donde descansa una Mercedes Pagoda de los ‘70 junto a otro modelo de la marca alemana más clásico pero de la década anterior. La Pagoda es su auto más preciado y como coleccionista que es, suele recorrer el interior de Argentina, en especial Entre Ríos, para rescatar del desuso viejos racers. “Lo último que encontré fue un Ford A y un Chevrolet 29 y estuve 6 años para restaurar cada uno con todos sus detalles originales”, desgrana. Ese interés por recuperar objetos que fueron íconos de tiempos idos, como viejos carteles de gaseosas y de helados, un carro que es toda una reliquia centenaria, o aquel del panadero que servía para expender las hogazas puerta a puerta – verdadera maravilla!- hablan de una persona sensible que rescata piezas muy ligadas a la historia de los pueblos y su gente.
Como verdadero alquimista los hace jugar con otros más modernos dándoles nuevos usos: los canastos de fibras naturales sirven para guardar las toallas en los cuartos de las chicas o las antiguas boyas de pesca, envueltas en cabos náuticos trenzados le dan un toque muy peculiar a modo de lámparas a una suerte de cine al aire libre donde se proyectan –como en el festival de Provenza- películas viejas con música que resiste el paso del tiempo.
A lo lejos se puede observar la gran pantalla preparada para las veladas de proyección al aire libre, y el espacio abierto donde son comunes los shows de música en vivo con el cielo estrellado como testigo de lujo.
En interiores, el SURF BAR propone un clima de playa. Mesas y sillas de hierro se disponen en torno de una barra en L. Una colección de tablas se extiende sobre las vigas de troncos del techo. En las paredes, hay un collage para detenerse; fotos en blanco y negro que muestran el mundo del surf de los ‘60 y ‘70 desde la lente del reconocido fotógrafo y surfista LeRoy Grannis, autor del Surf Fotography una edición que solo contó con 1000 ejemplares.
Junto a ellas se engarzan como cuentas de un rosario un puñado de cabañas con techo de quincha uruguaya que atesoran un aire, en su conjunto e interior, que remite a la isla de Papeete, en la Polinesia francesa. Cada cabaña cobija una decó bien náutica coronada por maquetas de faros y barcos, libros de bitácora, cuadros con nudos en cabos de marinería y gorras de capitán mientras el exterior lo rematan decks pletóricos en reposeras y camastros para distender y detenerse a escudriñar el horizonte.
En este espacio, el mar y su universo dejan paso para darle protagonismo al clima campestre. Es que el bosque derrama en Paraíso de Mar sus notas bien precisas que se tutean con la chacra y los aires de campo.
Ubicada dentro de un sector del predio denominado Isla Martín-García, emerge una moderna parrilla industrial preparada para descomunales corderos y bestiecillas a las brasas –cual infiernillo ideado por el experto en fuegos Francis Mallmann– pero que tiene la particularidad de no expandir el calor. En ese punto de encuentro por demás vivible, donde siempre se escucha el crepitar de leños, el piso de cemento alisado contrasta con el estilo rústico de la mesa de campo, sus bancos y otra mesa de carpintero que sirve, como accesoria de la principal dando pie a interminables banquetes.
DETALLES DE UN VANGUARDISTA. En medio de ese entorno soñado, donde la vegetación silvestre brinda el reparo de la sombra, Pancho anticipó cómo será esta temporada 2011. “Estamos a full preparando todo. Este año arrancamos en el Partido de las Estrellas que será el 5 en el Campus de Maldonado y luego realizamos el clásico desfile en José Ignacio el 8. Como no puedo jugar al fútbol, armo una muestra para que ellas modelen por la pasarela” –dice en broma al tiempo que explica al igual que en desfiles pasados la movida persigue un fin solidario colaborando con la ONG “Niños con Alas”.
“Siempre digo lo mismo, todos aquellos que disfruten de ese buen momento y puedan sumar su aporte, me parece que está bueno. Dar es muy importante, no sé… algo un dólar, diez, veinte. El año pasado comentaba en la casa de un amigo que mi desfile de José Ignacio era para recaudar fondos para la asociación Peluffo Giguens y una persona me dice: ‘No te molesta?’ y realizó una contribución importante al igual que un amigo que vive en San Vicente. Cuando la gente percibe que la cosa es por derecha y viene bien, siempre quiere sumar su esfuerzo”, añade.
Al desfile del 8, a las 19 hs. que reunirá junto al puente de acceso a José Ignacio de la ruta 10 al costado del mar, a más de 50 modelos en pasarela se le sumará la fiesta del 11 en Paraíso de Mar .
El desfile será sin dudas un show en vivo espectacular en el que ya confirmaron su presencia Liz Solari, Dolores y Bernardita Barreiro, Ivana Saccani, Mario Guerci, Tomy Dunster, Chechu Bonelli, Brenda Díaz, Majo Lick, Betiana Wolmberg, Cintia Garrido, Julia Rohden, Paula Colombini, Ivo Cutzarida, Luz Cipriota, Lucha Aymar y Luján Fernández.
“Liz llega en estos días, viene el 7 especialmente procedente de Londres para participar del desfile, al igual que Lucha que tuvo un año tremendo”. Dotto aseguró que La Leona – recientemente campeona con el seleccionado de hockey, mejor jugadora del Mundial y premio Olimpia- no participará de ningún espectáculo de verano en Mar del Plata ni intervendrá en Bailando por un Sueño 2011.
“No está dentro de sus planes –anticipó el representante– Si bien todos coquetean con ella, podría llegar a conducir un programa. Cualquiera que la haya visto llevar el pulso de eventos, se da cuenta que la chica tiene paño, es muy segura de sí misma, agradecida y cuenta con una formación en valores impecable, como mucha gente que viene del palo del deporte”.
Entre las novedades Pancho puso el acento en que además de las tradicionales marcas que siempre lo acompañan como HONDA; PERSONAL; HAWAIIAN TROPIC; BUQUEBUS; COOK y WANAMA, este año se sumará LA DOLFINA. “Habrán un par de pasadas de hombres encabezada por Tomy Dunster que viene especialmente de México para el evento”, adelantó.
Por lo demás el 11, por la noche, tendrá lugar la fiesta exclusiva en Paraíso de Mar con dress code de Blanco y Naranja. Sus representadas pondrán pie en las playas más emblemáticas en la escuela de Surf de Punta y en cuanto evento se realice, como de costumbre no faltarán los desafíos de voley y fútbol en la Beach House de la Ruta 10. “Nuestras models se entrenaron todo el año, así que demostraremos que en voley y fútbol son superiores!!!”, arenga la divina Ornella Bollati, la RRPP de la agencia
En sus 26 años Pancho no descansa sigue generando eventos y encuentros que no dejan de sorprender y convocar a multitudes. Aquello que Dotto mantiene intacto y enriqueció con el paso del tiempo es su capacidad de asombro y su notable habilidad para el scouting de futuras bellas modelos. Y este año, sus desfiles volverán a ser el imán de la temporada, acaparando como siempre, todas las miradas por su encanto y charme. Mientras que, detrás de las chicas, Pancho seguirá pensando nuevas estrategias y proyectos que marquen tendencia. La vanguardia es así. Imaginará tremendas propuestas para difundir lo que mejor sabe hacer: la belleza de una ciudad de la mente, incubada en el mejor de los sueños, comparable con el toque de distinción que el encuentra en sus chicas. Unas y otras saben alimentar la seducción que conquista el amor de los flashes.
