Mex Urtizberea de paso por el Este, rumbo a La Pedrera. BUSCANDO UN SÍMBOLO DE PAZ

 

 

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31/12/10. Ese es el itinerario del histriónico artista que por unos días recaló en Conrad para hacerle el aguante en el cuadrangular de tenis a su amigo y compañero en “Pura Química”, Mariano Zabaleta y se quedará hasta el 16 en el balneario de Rocha, donde visitará a su amigo Gustavo Cordera. “El uruguayo del interior es muy tranquilo, más contemplativo, no lo encandilan las luces de la ciudad – describe Mex -. Por eso opto por Rocha. Ahí con el Loco vamos a relajar unos días y hacer música. Punta es más locura, para la ‘pendejada’ entendés… – relata irónico con pelo batido y simpáticos anteojitos que coronan su look desenfadado-. Yo ya soy un hombre mayor!”, suelta y es imposible creerle porque sus dichos no se compadecen con su eterno aspecto juvenil.

 

 

 

 

 

mex-chatrucEl talentoso sanisidrense se alojó en el piso 17 del cinco estrellas porque quería cumplir un viejo anhelo. “Siempre quise ver la ciudad desde lo alto para dominar esta maravillosa geografía, ese era mi sueño. Pero como la única posibilidad que tenía era hacerlo desde un parapente, esta estadía en Conrad me permitió ese lujo”, dice en tono risueño al tiempo que confía que “Punta del Este es un lugar muy especial, una ciudad sumamente bonita”.

 

 

mex2Así y todo el agite esteño a Mex lo contraría un poco, él prefiere lugares más relajados y agrestes como La Pedrera donde despunta el vicio de componer y zapar con amigos. A ocho kilómetros de ahí, vive Gustavo “El Loco” Cordera que desde hace unos años se instaló definitivamente en Uruguay y eligió a La Paloma como su lugar en el mundo.

 

“El uruguayo del interior es muy tranquilo, más contemplativo, no lo encandilan las luces de la ciudad – describe Mex -. Por eso opto por Rocha. Ahí con el Loco vamos a relajar unos días y hacer música. Punta es más locura, para la ‘pendejada’ entendés… – relata irónico con pelo batido y simpáticos anteojitos que coronan su look desenfadado-. Yo ya soy un hombre mayor!”, suelta y es imposible creerle porque sus dichos no se compadecen con su eterno aspecto juvenil.

 

Ese estilo un tanto “frik” que cultiva y sabe desplegar como esa sonrisa franca son rasgos distintivos de este multifacético vecino de la zona que se impone en la tele en las tardes de ESPN y reparte su tiempo entre la música y la radio.

 

Mex, en realidad, proviene de una familia de artistas y es un hombre de los medios, comenzó su carrera en una FM local sanisidrense junto a su papá el periodista Raúl Urtizberea que nos dejó –o se fue de gira como suelen decir en el medio, en noviembre de 2009- y su hermano el actor Gonzalo Urtizberea. Pero luego participó junto a Casero en el inolvidable Cha Cha Cha, programa de culto si los hubo y hasta se animó a escribir una columna de Crónicas Masculinas que salían en la revista del domingo de La Nación y  debido a la repercusión que alcanzaron sus relatos y lo bien redactados que estaban, Editorial Sudamericana le publicó un libro en esa tónica. Algo similar pasó con el espacio de opinión que aparecía los viernes en el tradicional matutino que se llamaba “El lector en La Nación”. “Ahí escribí otro libro que se llamó ‘Setenta  columnas y ninguna flor’ – evoca-. Dejé las colaboraciones por un tiempo aunque pienso volver”, confirma.

 

 

Para Mex se avecina un 2011 con trabajo en la cadena ESPN y tiene un par de proyectos entre manos que por cábala no quiere revelar. Lo cierto es que sus cortas vacaciones en La Pedrera durarán hasta el 16, después parte raudo rumbo a Pinamar donde hará radio en ESPN playa junto a Germán Paoloski y José “Pepe” Chatruc.

 

Un capítulo aparte y muy importante en la vida de Mex hace a la relación con su hija Violeta, la también talentosa actriz que fue premio revelación en La Lola.

 

 

PAPÁ FUERA DE SERIE

 

 

Ella había confiado tiempo atrás tener una relación medio edípica con papá, que si bien él solía cumplir su rol de padre a full – “me reta, se enoja,  hace las cosas típicas”, contó- obviamente no encuadraba en el estándar promedio. Recordó que casi nunca usaba traje, “como yo hubiese querido”. Quería formar parte de la media absoluta, no sobresalir en nada. “Papá me daba vergüenza porque siempre hacía chistes y bailaba raro. Después lo agradecí, en realidad me salvó: tuve una crianza especial, por decirlo de alguna manera”, definió.

 

Y tiró una anécdota súper divertida, como buena hija de padres separados, Violeta en plena adolescencia vivió un tiempo en el departamento de bohemio del papá que quedaba justo arriba de un boliche donde por las noches se armaban tremendas fiestas. Ella supo llevarse bárbaro con los dueños que la invitaban gratis con amigas pero a Mex le molestaban los ruidos. Lo cierto es que una noche apareció papá en pijama y pantuflas delante de todo el mundo a buscar a “la nena” que había ido sin avisar a bailar. “Sentí una vergüenza terrible”, memoró Violeta pero con el tiempo supieron trabar una sólida relación, que supo de encuentros y desencuentros.

 

 

En el 2008 ella se fue a vivir sola y, él la acompañó en todo ese proceso aunque prefería que el novio se mantuviera lejos. ¿No se van a vivir juntos, en pareja? “No para nada, ella va a vivir sola – decía como buen padre ‘cuida’ Mex- Que el novio vaya a tomar un té con scons en alguna oportunidad, bueno… Que vean la tele y listo –argumentaba-. Pero a las siete, cada uno en su casa, como debe ser”, explicaba en un tono serio que contrastaba con el personaje de la tele.

 

Lo cierto es que ahora después de un tiempo padre e hija han vuelto de algún modo a vivir juntos. “Ella se había ido a vivir sola a su departamento, pero como me mudé a una casa grande que tiene pile, se la dejé.  Y entre idas y vueltas en este verano pasamos un tiempo los dos. Es una forma de volver a vivir juntos”, remata Mex un papá querendón y algo aleccionador, bien distinto al personaje que supo construir en la tele.