Junto a las espléndidas instalaciones del Club Hípico del Norte, hoy la Fundación AL REPARO estrena nueva sede

 

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13/11/10. La Fundación Al Reparo para el Desarrollo Integral de las Capacidades Humanas, dedicada a la equinoterapia o rehabilitación ecuestre, encontró su lugar en el Bajo de Acassuso. Tras funcionar en distintos ámbitos –uno de ellos fue en las cercanías del Hipódromo del Jockey Club- la entidad de bien público sentará definitivamente sus reales hoy en un muy buen lugar: inaugurará formalmente sus nuevas instalaciones el a partir de las 11.30 este sábado 13 junto al Club Hípico del Norte. Los nuevos vecinos le han dado renovados bríos a ese bucólico sector de Bosque Alegre.

 

 

 

alrep3El predio de la entidad, reconocida como de bien público por la comuna sanisidrense, así como de interés parlamentario por la Cámara de Diputados de la Nación, se encuentra en Camino de la Ribera “Sor Camila Rolón y Róque Sáenz Peña, lindante con las instalaciones del Club Hípico del Norte, en el bajo de Acassuso, sobre terrenos cedidos por la comuna para el desarrollo de las actividades de la institución.

 

 

La ceremonia inaugural contará con la presencia del Intendente Gustavo Posse y otras autoridades comunales, además de invitados especiales y directivos de la institución, que preside María Guadalupe Gómez, y se llevará a cabo hoy, el sábado 13, a las 11,30.

 

 

De acuerdo con la entidad, la rehabilitación ecuestre es una disciplina que utiliza al caballo como medio de rehabilitación psicofísica a través del ritmo. Éste, marca de múltiples maneras todas las actividades del ser humano; y se ve influenciado por distintos factores: Fisiológicos (ritmos biológicos) – Afectivos (influencia emocional) – Cognitivos (medida del movimiento).

 

 

alrep2Toda conducta humana es primariamente acción, dotada de sentido que se sistematiza en el movimiento. Por lo tanto todo movimiento humano no es sólo una acción mecánica, sino que remite a una organización psicomotriz. Es a partir del movimiento que el cuerpo ocupa un espacio y logra actuar de una forma particular que caracteriza a cada persona.

 

 

“Teniendo en cuenta que todas las vivencias de un ser humano se construyen a través de la actividad motora (y que estas son la base de futuras construcciones mentales), un jinete sentado sobre el caballo, se ve expuesto, en su andar, a encontrar un equilibrio que lo lleva a buscar un dialogo con su YO”, dice la Fundación.

 

 

“Cuando el equilibrio, la coordinación y el pensar trabajan en armonía se convierten en estímulos que resuenan como campanadas a nivel emocional, físico e intelectual, estableciendo interacciones que permiten, en el jinete, lograr avances en la vida diaria”, concluye Al Reparo.