A 38 años de la caída del avión con rugbiers uruguayos, Canessa y Páez viven con emoción el rescate minero. Experiencias que templan
13/10/10. Dos de los sobrevivientes de “La tragedia de los Andes”, los uruguayos Roberto Canessa y Carlitos Páez, hijo del notable pintor de las dos orillas que reside en Casapueblo y en Tigre, brindaron hoy sendas entrevistas a Magdalena Tempranísimo y Bravo.com por Continental comparando aquella odisea con la que vivieron en las últimas semanas los mineros chilenos atrapados setecientos metros bajo tierra en San José de Copiapó y que hoy retornan a la superficie.
Además de la coincidencia con el aniversario de aquella proeza Carlitos Páez recordó que aquella tragedia marcó su vida por completo y trazó un paralelismo por esa dosis de buen humor con Mario Sepúlveda, el segundo minero rescatado, un hombre que siempre intentó levantarle el ánimo a sus compañeros.
“Enterré cuarenta años de mi vida, y voy a hacer un nuevo renacer”, había destacado el minero chileno a poco de ver la luz y. al constatar el triste espectáculo de demagogia mediática y política armado alrededor del rescate, pidió que no lo traten “como un artista”, sino como lo que es, “un trabajador minero”.
Paez observó que eso seguramente resultará imposible en tanto y en cuanto confió que la tragedia andina hoy lo hace recorrer a él el mundo ofreciendo 7 conferencias por mes. Carlitos –padre de dos hijos y abuelo de 3 nietas- explicó que hasta el ex presidente Clinton al visitar Uruguay pidió hablar con uno de los sobrevivientes de aquel avión que cayó en los Andes trasladando a los jóvenes rugbiers uruguayos.
El avión en cuestión transportaba 45 pasajeros a Chile. Muchos eran estudiantes y jugadores de rugby uruguayo. Páez, fue uno de los 16 sobrevivientes de aquella tragedia que se cobró la vida de 29 personas, entre ellas, sus dos mejores amigos. Carlitos tenía 18 años. Fueron 72 durísimos días con temperaturas de -30°C, de hambre, de dolor y con la muerte demasiado cerca.
“Esta es una historia de lucha permanente contra el no”, suele decir Carlitos Páez. Así lo entienden más de 80 empresas que le pidieron que dé charlas para sus empleados. Como Nokia, Coca-Cola, Avon, Unilever, Procter & Gamble, Kodak y Alfa Romeo, entre otras.
“Nuestra historia es una historia curiosa protagonizada por gente común que vivió un hecho extraordinario – dijo– . En realidad, nosotros no estábamos preparados para vivir lo que vivimos. Lo que mandó siempre fue la historia; ella te dice que se puede y que el ser humano tiene la capacidad de adaptarse, evolucionar y salir adelante”, observó el hombre entregado a pronunciar en cuanto ámbito lo convoquen conferencias motivacionales.
“Me llama la atención que esta historia convoque a tanta gente, aún después de tantos años –le confesó Carlitos a Bravo- . Más allá de lo que buscan las empresas, que es el ejemplo del trabajo en equipo, de la toma de decisiones, de la tolerancia a la frustración, de encontrar recursos desconocidos, lo que hace esta historia importante es que fue protagonizada por gente común. Es una historia de lucha contra lo imprevisto”. También al comparar las situaciones entre los mineros rescatados por estas horas expresó que el ámbito si bien era la mismísima cordillera resultaba por la instancia de cautivero de estos bien distinto y que en el caso de los rugbiers uruguayos los daban por muertos.
En tanto Roberto Canessa, en diálogo con Magdalena advirtió que esa odisea los ayudó a templar el ánimo y a funcionar como grupo al tiempo que manifestó su emoción por la coincidencia del aniversario con la fecha de rescate de los treinta y tres trabajadores.
“Los jets de línea pasaban y nosotros gritábamos como si nos fueran a oír”, memoró. Y enfatizó que “muchos quedamos amigos y quedamos amigos de las familias de los que no volvieron”.