Páez Vilaró: “De los Santos hizo una Intendencia que veló por el desarrollo de la población y el trabajo; ha sabido cumplir”

 

 

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9/07/10. El artista uruguayo, vecino también de Tigre, fue – junto al escritor Jorge Fischer – uno de los invitados especialísimos del ámbito de la cultura a la reasunción del Intendente Óscar de los Santos nuevamente al frente del Departamento de Maldonado. El creador de esa escultura viviente frente al mar que emerge junto al lomo de la Ballena habla del rasgo distintivo de una gestión que apostó por el desarrollo de los barrios más humildes, la llegada del agua y las sanitarias, obras que como él bien dice “no se ven” o escapan a la mirada del ocasional turista pero que hacen a la calidad de vida de un pueblo que crece de manera constante. “Lo de De los Santos tiene un indudable mérito; es un hombre de bajo perfil que con humildad ha sabido cumplir”, razonó. El maestro Páez guarda un profundo afecto también por Sergio Massa y entiende que “Tigre y Maldonado están muy unidas y hay que buscar el ensamble entre ambas”, algo que esbozó cuando levantó la emblemática Casapuerto, en Rincón, para que los barcos de uno y otro lado del estuario se animaran a conocer sus bellezas. Hacedor por definición, el artista ha dejado testimonio de su arte a ambos lados del río pero confía que la capilla de los Cipreses, en Beccar, concebida para despedir la vida fue su obra más lograda. “Allí impuse los murales, los vitrales, logre plasmar las cuatro estaciones en cristral, realicé las puertas de bronce, en realidad creo que fui un atrevido…”, desliza este querible personaje rioplatense que ha sabido descifrar con su existencia llena de luz los mensajes de la vida.

 

 

Autodidacta, curioso y audaz, Páez Vilaró ha incursionado en la arquitectura, la pintura, la cerámica, el arte textil, la escritura y una extensa lista de lenguajes creativos, que dan cuenta de una búsqueda incesante, al igual que sus permanente viajes por el mundo, y su ir y venir, de Uruguay a la Argentina.

 

 

“Pintor de las dos orillas”, como el mismo se define, hablar de Páez es remitir a un hombre de la cultura que ha sabido tender puentes entre ambos pueblos, rescatando lo mejor de su gente y la idiosincrasia rioplatense. “Me considero un hombre del medio del río – reflexiona sonriente-, ya que vivo saltando como entre los platos de una balanza por Argentina y Uruguay. Vivo seis meses acá y seis meses en Punta Ballena. Tengo tres hijos argentinos. En Argentina tuve mi primer trabajo con el que pude comprar una casa y aquí también realicé mi primera exposición”, cuenta este artista comprometido con Maldonado y Punta del Este.

 

Sentado junto al escritor Jorge Fischer aguardaba expectante la ceremonia de reasunción del Intendente Óscar de los Santos en un Gimnasio del Campus de Maldonado atiborrado de vecinos y autoridades. “Un acto de la democracia que desde luego es una fiesta”, como lo describió en pocos trazos Fischer. Lo cierto es que aprovechamos esos instantes previos a la asunción para realizar una entrevista al paso con Don Carlos Paéz Vilaró, hacedor con todas las letras de ese ícono de Punta que es Casapueblo, un barco quieto, una escultura habitable, emblema que como los dedos del ahogado identifica a la ciudad.

 

 

– Don Carlos, ¿cómo evalúa la gestión del Intendente De los Santos y este nuevo desafío por 5 años más?

 

Lo hecho por él tiene un indudable mérito. Ha logrado el respeto de la población por las obras que no se ven pero que se reflejan en los barrios carenciados, en la llegada del agua, todo lo realizado en materia sanitaria y en deposición de residuos. Esas son cosas que el turista que viene a veranear no se da cuenta que existen. De los Santos ha hecho una Intendencia que veló mucho por el desarrollo de la población y el trabajo. Es un hombre de bajo perfil, que con humildad, ha sabido cumplir.

 

– Una de las prioridades de su futuro gobierno será desarrollar un polo universitario en Maldonado y un Centro de Convenciones en Punta del Este, que sean los motores para desestacionalizar el turismo.

 

– Maldonado ha crecido una enormidad, la futura presencia de la Universidad le va a dar mucho coraje. En los inicios de Casapueblo, uno de los objetivos que perseguía en Punta Ballena era crear un “centro de diálogo”, donde la gente pueda debatir sus problemas esenciales. Pensaba desarrollar ahí una suerte de Universidad con becarios, pero aprendí que todo eso por la vía particular es muy difícil de hacer, en cambio desde el estado resulta mas sencillo. Creo fuertemente en esa iniciativa porque va a tener un éxito rotundo para la zona.

 

¿Qué paralelismos y similitudes trazaría entre este Maldonado pujante y un Tigre que se está desarrollando a pasos acelerados?

 

Tengo una estrecha relación con el Intendente Sergio Massa, de hecho he realizado una exposición retrospectiva a poco de que abriera sus puertas el Museo de Arte de Tigre durante su gestión. Como dije entonces soy un pintor de las dos orillas. Entiendo que Tigre y Maldonado están muy unidas hay que buscar el ensamble entre ambas. Cuando me propuse hacer la Casapuerto, en el Boatcenter de Rincón de Milberg uno de mis objetivos era fortalecer esos puentes de hermandad y que los barcos del Tigre navegaran hasta aquí y viceversa. Algún día esas ideas se van a plasmar con mayor intensidad.

 

Como recuerda hace algo mas de dos expuso en el Museo de Arte Tigre, donde exhibio más de cien obras de su colección –entre pinturas, esculturas y fotomontajes– que abarcó desde su primer óleo hasta la última serie de 2008. Esa muestra bautizada “Fragmentos” logró todo un récord de público, lo cual revela el cariño que le tienen los argentinos y en especial los tigrenses.

 

Es cierto, cómo vuela el tiempo, no me notas mas viejo!!! (ríe)

 

En esa nota me confió que el trabajo que mas lo representa es una obra casi desconocida: una pequeña capilla en el cementerio Los Cipreses, en Beccar.

 

La capilla del cementerio parque Los Cipreses. Sin humildad siempre dije que esa capilla es una de las obras que me dio mayor satisfacción. Es que si bien me considero un pintor de la vida, debí pintar para la despedida de la vida y eso es bastante jorobado.

 

– ¿Quién lo convocó a tamaño desafío?

 

– Recuerdo que se realizó una suerte de concurso entre varios arquitectos y como yo no lo soy sino que me defino como un autodidacta fue el señor Sangregorio quien dio la última palabra para que yo pudiera realizar ese trabajo. En esa obra impuse los murales, los vitrales, logre plasmar las cuatro estaciones en cristral, realicé las puertas de bronce; en realidad, creo que fui un atrevido…

 

– Acá en Maldonado y Punta del Este su sello está en todos lados. Uno visita el Sanatorio Sem Mautone y descubre un tremendo mural suyo, otra pared del espléndido Conrad sabe de su creatividad…

 

– “Tenés que tener cuidado porque capaz que te pinto la solapa del saco”, retrucó con simpatía este querible personaje rioplatense que ha sabido descifrar con su existencia llena de luz los mensajes de la vida plasmándolos en sus obras para disfrute de todos.