EL QUE RÍE ÚLTIMO… Una vez más el Diez acertó con los cambios: “Entrá y definilo”, le dijo al “Titán”
23/06/10. Diego Maradona comenzó a taparle la boca a sus detractores, aquellos que hablaban de su falta de experiencia. Tal como sucedió ante Nigeria y Corea del Sur, los jugadores que entraron en el segundo tiempo le cambiaron la cara al equipo y fueron clave para sellar el triunfo. “Por suerte hoy le acerté”, ironizó el DT.
Jugadas con pelota detenida que terminan en gol, cambios en los momentos indicados, el hombre poco a poco va demostrando que de fútbol algo sabe. Seguramente sus innegables logros como enorme jugador no fueron casuales, pues bien como decíamos en la primera de las entregas, ahora sigue ganando partidos pero desde afuera del campo de juego, al costado de la línea de cal.
En efecto, de su pizarra nació el gol en el debut de Heinze. Sus cambios en el segundo encuentro ante Corea del Sur, con la entrada de un enchufado Agüero determinaron el triunfo. Esta vez fue Martín Palermo. Maradona responde a las críticas que lo acusan de no ser un técnico capacitado con acciones: en los últimos dos partidos, los suplentes que hizo ingresar dieron un nuevo aire al equipo y fueron determinantes en el resultado final.
Si ante los asiáticos la entrada del “Kun” Sergio Agüero permitió imprimirle velocidad al ataque argentino, ante los europeos, el ingreso de Palermo buscaba darle al equipo una referencia de peso entre los gigantes centrales griegos.
En ambos casos, Maradona y su cuerpo técnico leyeron bien el partido, consiguiendo los resultados deseados. Ante Grecia, además, el entrenador dio ingreso a Ángel Di María, en reemplazo de “La Fiera” Maximiliano Rodríguez, para abrir la cancha y a Javier Pastore, por Sergio Agüero, para generar un mayor volumen de juego.
Maradona, contrario a su conocido estilo verborrágico, ahora responde las críticas con acciones que surgen de un meduloso análisis y hasta bromeó en rueda de prensa y confió que sus compañeros Mancuso y Enrique le habían sugerido el ingreso de Higuaín pero el Diez se la jugó por el eterno Martín. Y el Titán pescador de mil rebotes, escribió una nueva página de una vida plagada de proezas que lo convierten en un verdadero hombre récord.
Diego sonríe, está pleno de felicidad, chocho. Una vez más supo contagiar esa confianza propia de los líderes natos y demostrarle a sus tristes detractores que estaban equivocados. Pero esta vez lo hizo sin palabras fuera de tono, para que los “eruditos del fútbol” –que como todo el mundo sabe no es mas que un juego- no se sonrojen. Los negativos a ultranza trocaron críticas por elogios mientras el Diez sonríe. Al fin y al cabo “el que ríe último…”
Fuente: Infobae/ CONtinta NORTE
