Con un gol del pizarrón maradoniano Argentina superó a Nigeria y comenzó a construir la ilusión. FUERA DE LAS CANCHAS, SIGUE GANANDO PARTIDOS

12/06/10. La selección nacional se impuso 1-0 con gol de Gabriel Heinze, en el debut de la copa del Mundo. “La Pulga” Messi tuvo una actuación desequilibrante a la que solamente le faltó el gol y deshizo la mar de especulaciones sobre su estado físico. En realidad, tanto él como Higuaín, pudieron cerrar el partido pero malograron oportunidades. “Se erraron goles y el que perdona, paga – analizó Maradona -. Cuando llegamos al arco, parecía que no la queríamos meter. No podemos perdonar más, he hablado de eso con los jugadores”, sostuvo el eterno Diez que sacó una impecable jugada de su pizarra para que Heinze marcara el primero. Argentina encabeza el Grupo B, con Corea del Sur.  

Los nervios del debut quedaron atrás: Argentina ya comenzó a jugar el Mundial Sudáfrica 2010 y empezaron a disiparse muchas dudas sembradas por los “enviados especiales”.

Que el estado físico de “La Pulga” no era el ideal – “El delantero llega al límite de su capacidad”, “preocupa su estado físico”, “el daño por la contractura que arrastra en su pierna derecha es irreversible”, indicaban los “entendidos”-, que Maradona era un DT que “no sabe trasmitir lo que sabe a sus dirigidos” o que “carece de experiencia” para preparar una jugada, que “Messi es uno en el Barcelona y otro en la Selección”, todo eso edulcorado con una novela en capítulos por el desembarco de los peligrosos barrabravas que sirvió para mitigar los días previos y reflejar lo peor de nosotros. ¿Acaso en anteriores mundiales estos personajes no concurrieron también y pasaron casi inadvertidos o fueron una nota de color para muchos “enviados”?. En fin, ni bien la pelota echó a rodar en el Ellis Park Stadium de Johannesburgo se disiparon las dudas.

El partido arrancó con un ritmo electrizante y un Lionel Messi encendido que tuvo un socio ideal en un enjundioso Carlos Tévez. Pero, claro, el fútbol de merecimientos y las buenas reacciones del arquero Vincent Enyeama – que ahogó varios gritos de gol- y la falta de justeza en la puntada final privó a la Argentina de un resultado más holgado.

Ahora bien, cuando a la habilidad se le cerraron los caminos afloró una impecable jugada de pizarrón con pelota parada.  

La Selección había tenido una muy buena chance luego de un disparo de Messi que desvió con la punta de los dedos el arquero nigeriano. De ese córner, vino el gol argentino. Gabriel Heinze se anticipó a su marca y con un potente cabezazo casi de palomita marcó el 1-0.

Maradona saltaba emocionado, algo sabe el hombre aunque a muchos opinadores públicos les pese. El enorme jugador que nos regaló un título y una actuación para el recuerdo en el 86, una entrega inigualable que nos dejó en las puertas del doblete en el Mundial del 90, ahora ya fuera de la cancha, desplegó su magia sobre la pizarra con una jugada que materializó el “Gringo” Heinze y le permite a la Argentina adueñarse de la primera sonrisa en Sudáfrica 2010.

Heinze, precisamente, el jugador mas resistido por algunos sempiternos polemizadores que sin empacho suelen descerrajar odiosas preguntas escudándose en “la gente” para cuestionar su inclusión en el equipo fue el protagonista del debut.  “Siempre fui criticado por los medios, no por la gente”, supo decirle el defensor al “enviado” y en realidad respondió también con hechos. Clavó un letal cabezazo que dejó sin chances al arquero Vincent Enyeama y al defensor que custodiaba el primer palo.

Hechos no palabras, muchachos. Los argentinos habíamos vivido hasta el sábado 12 el Mundial de las palabras, las sospechas y los maliciosos interrogantes que intentaban empañar una fiesta que se celebra cada 4 años y en la que algunos ya no son las únicas voces autorizadas que pintan la realidad.

En ese escenario cobra aún mayor vigor el análisis del técnico Diego Maradona tras el partido. “Se erraron goles y el que perdona, paga. Cuando llegamos al arco, parecía que no la queríamos meter. No podemos perdonar más, he hablado de eso con los jugadores”, sostuvo el DT desnudando que aún hay cosas por corregir de cara al partido del próximo jueves con Corea.

“Se terminó sufriendo en un partido en el que cuando errás tantos goles, terminás empatando. Gracias a Dios, hoy no se dio. Y teniendo jugadores como el ‘Pipa’ (Higuaín) y Messi, que han anotado alrededor de 60 goles (en España), tenemos que meterla”, deslizó dando a entender que ajustará las clavijas en materia de definición. No es cuestión de contentarse con el triunfo del debut y dormirse en los laureles, es que Diego sabe que se trata de un puñado de partidos decisivos para alcanzar la anhelada final. La ilusión está intacta, en marcha y entusiasma a todo un pueblo, aunque algunos “enviados” y otros pocos, vivan ajenos a esta verdadera fiesta.