TIPS PSICOLÓGICOS. ADOLESCENCIA, UN GRITO DE ESPERANZA

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30/05/10. En este momento, en donde estamos festejando el Bicentenario, la revolución que marca el comienzo de la emancipación de nuestro país de España,  la Lic. Paula Gallacher reflexiona sobre la adolescencia.  ¿Porqué esta comparación? La adolescencia es la edad del cambio.

 

Como la etimología de la palabra lo indica en latín: adolecere significa crecer. Es un proceso crítico, en donde se da un doble movimiento: por un lado el abandono de la infancia, y por otro la búsqueda de un sentido de identidad más maduro, autónomo e independiente. Es un proceso de autoconocimiento en el desarrollo humano. Este proceso se da a lo largo de toda la vida, construyendo y modificando el sentido que se le asigna al sí mismo, al mundo y a sus relaciones, pero en la adolescencia se da de forma más crítica y llamativa. En este período se producen fuertes cambios biológicos, psicológicos y sociales, con frecuentes cambios de humor, desde picos de excitación y aturdimiento, hasta abismos de tristeza y vacíos profundos

Esta búsqueda del sentido de identidad va conformando un guión de vida. Es una amalgama de experiencias que evolucionan desde las simples construcciones de la infancia, hasta las complejidades de la edad adulta. Es una búsqueda coherente del sentido de sí mismo. Los momentos de crisis  o de cambios vitales, como la adolescencia, son momentos de reestructuración, de reajustes que permiten elaborar o reelaborar nuevos patrones relacionados con la identidad, los proyectos y las relaciones; en definitiva, el sentido profundo de quien uno es.

Adolescencia y contexto social:   Conceptos  como biología, cultura y psiquismo son inseparables.  Así la adolescencia será diferente según las épocas, las culturas y los medios sociales; no es un fenómeno universal y homogéneo. Hoy existe una realidad nueva y diferente de la que vivieron los padres de los adolescentes de hoy en día. El mundo posmoderno y globalizado propone nuevos fenómenos que tienen las particularidades culturales de cada sociedad. En la adolescencia están grabadas las condiciones sociales de una época de tal manera, que estos adolescentes no se parecen a los de antes. Los cambios sociales y culturales han establecido fuertes modificaciones, sumados al desarrollo tecnológico: el chat, los celulares cada vez más sofisticados, la comunicación a través de los mensajes de texto; esto resulta en nuevas formas  de relacionarse y nuevas formas de proyectos personales donde la creencia en ideales y el porvenir, probablemente sean vistos con descrédito o temor.

El mundo ha cambiado y el posmodernismo es el paradigma imperante. Las familias, los padres y la sociedad entera son muy diferentes y los jóvenes no han quedado fuera de este cambio. El mundo de hoy en día nos enfrenta a desafíos imprevistos, con dificultades nuevas y difíciles de sortear, aunque con posibilidades impensables si ampliamos nuestra mirada.

El paso hacia una mayor autonomía e independencia del adolescente, puede causar mucho estrés en los padres, y la familia no siempre puede implementar los recursos para esta etapa. La responsabilidad es un aspecto clave a tener en cuenta en el camino hacia la autonomía personal. Libertad y responsabilidad son dos conceptos que no pueden disociarse, sobre todo en esta etapa  en donde los jóvenes, en su búsqueda de sentido personal y autonomía los lleva a cuestionar los modos y formas de relacionarse con los padres y con el mundo externo, estimulados por el encuentro con otras realidades.

Los países son únicos así como cada adolescente lo es. Únicos y cambiantes en donde las  vivencias previas no desaparecen, sino que se integran al nuevo proceso. Los adolescentes, como las naciones, se enfrentan a creer y reestructurar sus creencias en algo que los trascienda  como para que las etapas sean vividas con menos vértigo y más sostén, que el temor que infunde lo desconocido no  paralice y que se pueda pasar  de la irresponsabilidad  a una actitud de mayor compromiso y responsabilidad frente a la vida.

 A pesar de todos los problemas que nos enfrentamos como país, ¿qué festejamos en este Bicentenario? Festejamos, como en la adolescencia,  la esperanza de ser mejor, de poder llevar a cabo un proyecto con mejores oportunidades para todos, más equitativo, donde se integren las diversidades, con mejor justicia, salud y educación para todos.

 

Lic. Paula Gallacher

Psicóloga. M.P.91.398

e-mail: pollygallacher@gmail.com