La obra demandó mucho esfuerzo y poco más de 4 años de paciente trabajo. San Isidro con NUEVO CANAL COSTANERO

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1/05/10. El flamante Canal Costanero es una realidad: con 2500 metros de largo, 50 m. de solera o ancho, duplicó –de acuerdo a datos aportados por sus autores y responsables de Hidrografía Naval– las condiciones de navegabilidad. ¿La profundidad objetivo? 2,10 metros. al 0 del Riachuelo. Lo cierto es que el viernes último, en el Centro Municipal de Exposiciones – Del Barco Centenera y el río-, el ing. Gustavo Merbeck y el Arq. Alejandro Alvárez de Toledo, responsables de la obra, ofrecieron un detallado panorama de todo lo hecho.

4bd1e950f0405_530_292El emprendimiento –que permitió la sinergia entre el Municipio, Hidráulica de la Provincia, La Federación de Clubes Náuticos y una decena de entidades deportivas apostadas a la vera del río- permitirá que barcos de mayor calado puedan navegar sin problemas y ganar el Delta o la boya Norma Mabel, frente a Ciudad Universitaria. Si bien aún el Canal está demarcado parcialmente con un boyado de un solo lado (babor), se contempla que en poco tiempo lo esté correctamente y se modifique la carta náutica H55Alfa incorporándole los nuevos valores. El dragado favoreció también la remediación de buena parte de la costa sustentando su actual perfil natural. 190.000 metros cúbicos de material refulado fueron extraídos del lecho del río y no poca arena, de la mejor calidad, tapiza ahora la ribera. El Intendente Posse rescató que el estuario “es un bien social que se debe preservar” y recordó cuando en 1995 se quiso desarrollar la Isla del Plata, también llamada “De la Fantasía”, con privados que decían detentar escrituras sobre el espejo de agua patrimonio de todos los argentinos. Debido al estudio de flujos, el Canal -según Alvarez de Toledo- podría llegar a autodragarse  gestando la formación de nuevas islas. “Ya tenemos 6 ha insulares pero habrá más” vaticinó y explicó que el drenaje favorece la formación de una suerte de barra frente a la costa de la playa Bikini, en Vicente López. “Ahí irá el Intendente García a plantar bandera”, bromeó Posse, recordando que el distrito vecino aún no tiene islotes en formación, mientras que San Isidro desde hace tres años ya realiza actos de jurisdicción evitando el asentamiento de intrusos. “Queremos que quede internalizado en nuestra comunidad el hecho de vivir de cara al río de la Plata”, soltó Posse mientras que para Alvarez de Toledo, confeso nauta, las bondades del Canal están a la vista: Tengo un velero fondeado en Núñez que cala 1,85 m. Para llegar al Delta necesitaba mínimo 1,20 metros de agua, ahora con 50 cm. puedo llegar”, se entusiasma. Detalles del final de una obra, anhelada por los amantes de la náutica deportiva que se ve reflejada también en los metros de playa natural ganada para solaz de toda la sociedad.

 

 

 

 

Los entendidos aseguran que el Delta crece a razón de 30 metros por año en virtud de los sedimentos que arrastra el Paraná con lo cual el embancamiento del río color de León suele ser una verdadera y recurrente calamidad para los amantes de la náutica deportiva. Desde hace poco más de cuatro años, la Municipalidad de San Isidro junto a la Federación de Clubes Náuticos encaró menuda tarea que por estos días tocó a su fin.

 

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En efecto, en los salones del Centro Municipal de Exposiciones, en Del Barco Centenera y el río, se anunció el viernes último la culminación de los trabajos en el Canal Costanero, proyecto largamente esperado por los clubes náuticos locales en tanto y en cuanto mediante una draga cedida por la Provincia se encargó de liberar de arena y sedimentos el cauce del río.

 

 

La empresa ciertamente resultó ciclópea y demandó la sinergia de una decena de instituciones náuticas, además de Hidráulica bonaerense y el Municipio, principal financista de la iniciativa.

 

 

Había que poner manos a la obra y no poca paciencia y tenacidad. Es que con una pequeña draga cedida en comodato que jamás había operado en aguas abiertas, un puñado de caños en desuso a los que se debió readaptar y una antigua tronquera (embarcación que en el Delta se ocupa de transportar troncos de gran porte, de allí su nombre y en este caso, en lugar de durmientes trasladaría caños) cuya caja se descompuso a mitad del trabajo, se debía  efectuar la limpieza del canal. En el entretanto, claro está, no faltaron estudios de batimetría técnica extendida, que certificaran la existencia del canal y su rumbo, trabajos que cumplimentó Hidrografía Naval.

 

 

 

 

dscn00441-300x2251Obviamente, como en toda obra que se prolonga en el tiempo, se presentaron complicaciones, como el reemplazo de la caja de la tronquera que costó sus buenas rupias y algún que otro percance sufrido por ciertos navegantes poco duchos a la hora de sortear los caños. Es más, varios de los participantes de la edición 2010 de la Rolex Cup, como el beccarense Horacio Poklepovich Caride, o Santiago Mollard  -timoneles del Náutico San Isidro-, entendían que la obra marchaba lento y se quejaban este Enero porque persistían las contrariedades. “El río está cada vez mas embancado – alertaban- . Por más que gran parte del parque náutico se encuentra al norte de la ciudad, a veces no hay manera de pasar”, decían. Mientras que Florencia Lagos, tripulante del “Don Quixote”, observaba que en algún momento el Canal llegó a no tener el ancho suficiente para el tráfico del fin de semana lo cual “lo torna muy complicado”. Lo cierto es que finalmente esa ejecución algo traumática – como la de toda obra que tiene sus bemoles- tuvo un final feliz que hoy les permite a muchos gozar de un Canal con mayor profundidad.

 

 

 

4bd1e9164424f_530_292A la hora de los discursos, el primero en hablar fue el titular de la Federación de Clubes Náuticos, Juan Carlos Brandán Aráoz, quien contó que el proyecto se inició por una presentación de esta entidad ante el Consejo de Mayores de la Municipalidad de San Isidro, propuesta que rápidamente fue declarada de interés municipal por el jefe comunal.“Sin duda hay que agradecer a todos los que colaboraron con la realización de esta obra, pero merecen nuestro mayor reconocimiento por su labor y apoyo la Municipalidad de San Isidro, la Prefectura Naval, el Club Náutico San Isidro, el Náutico Albatros, el Boating Club, Hidrografía Naval y la dirección de Hidráulica de la Provincia. El aporte de estas entidades fue fundamental para su ejecución”, señaló Brandán Araoz.

 

 

 

4bd1e9c546cc1_530_292Luego, el jefe de Seguridad Náutica de Hidrografía Naval, capitán de navío Rafael Rey Alvarez, aseguró el éxito del proyecto al observar las conclusiones en el relevamiento final. “La profundidad de la zona casi se duplicó, con lo que la navegación en esta zona es ahora segura”, destacó al tiempo que explicó que aún queda señalización pendiente. “Se colocaron boyas de color verde, pero sólo las que enmarcan el veril de babor –graficó– aún restan las del otro lado. En total serán 6 pares de boyas con una llamadora a 7 metros de altura”, indicó. Una vez completada la remoción de los postes utilizados para el dragado y con la demarcación definitiva, el servicio de hidrografía modificará la carta H55Alfa que afecta a la zona.

 

 

DE LA ISLA DE LA FANTASIA AL CANAL. Durante el encuentro se proyectó una presentación con imágenes que reflejaban todo lo hecho. El audiovisual estuvo a cargo del arquitecto Alejandro Alvarez de Toledo y del ingeniero Gustavo Merbeck, profesionales que llevaron las riendas del Canal Costanero que se extiende frente a la ribera sanisidrense, por citar calles como referencia, desde Del Barco Centenera, en San Isidro, hasta Pacheco, en Martínez.

 

 

 

4bd1e96612b96_530_292El Intendente Gustavo Posse se mostró muy satisfecho por esta compleja obra. “Este emprendimiento demuestra como siempre resulta exitoso trabajar en conjunto, con la participación de distintas entidades, para mejorar la calidad de vida, en este caso de aquellos que practican la navegación”, expresó.

 

 

 

“Hace unos años, en 1995 – historió– , se proyectaba en este lugar del río la construcción de un emprendimiento inmobiliario conocido como ‘Isla del Plata’ o ‘Isla de la Fantasía’. Sobre esas 600 y pico de hectáreas que para tener una idea iban a extenderse desde la Catedral a Martínez, se proyectaba construir una especie de ciudad satélite con gente que detentaba escrituras sobre el espejo de agua del río de la Plata que -como se sabe- es propiedad de todos los argentinos. Hoy por suerte, desde la costa, podemos ver el río y este nuevo canal para que las embarcaciones naveguen seguras”. Posse advirtió que siempre hay que tener en cuenta la acechanza del mercado inmobiliario sobre la naturaleza cuando éste no tiene una guía. “El mercado existe pero el límite es el interés público, aquel que hace a la cuestión de todos. Si hoy las islas crecen, es por fuerza de la naturaleza – comparó– . Pero hay que tener en claro que el producto del aluvión son tierras fiscales de la Provincia que pertenecen al conjunto, no son de los privados”. Vale aclarar que de haberse concretado la proyectada isla la navegación por la zona sería casi nula.

 

 

El Intendente aclaró que lejos está la náutica deportiva de ser una actividad reservada para cierta elite, toda vez que quien disfruta de la vela – hay embarcaciones de todo porte y valor- lo hace para estar en contacto con la naturaleza cultivando un estilo de vida.  “No hay que creer que la actividad náutica es sólo para los que más tienen –destacó-. Todos pueden practicar deportes náuticos y en San Isidro intentamos que se haga de la manera más segura”, indicó el jefe comunal rompiendo así con un viejo y erróneo preconcepto. Para finalizar deslizó que “nadie puede ser dueño del agua y el viento; todos lo cuidan para poder dejárselo a las generaciones venideras, son como plazas o parques nacionales de los que todos podemos gozar” y puso como ejemplo la tarea que desde hace 3 años cumple la comuna realizando actos de jurisdicción sobre los islotes en formación. “El municipio se encarga de proteger y cuidar esas tierras – enfatizó-  cuando algunos pícaros les colocan el cartelito de propiedad privada y lo hace porque son del conjunto social. Queremos que quede internalizado en nuestra comunidad el hecho de vivir de cara al río”.

 

 

 

De los labios del Intendente surgió la pregunta más aguda a los responsables del proyecto, al consultarlos sobre si la traza había sido la correcta, si en lugar de simplemente rectificar como se había hecho hasta entonces con infructuosos resultados en el tiempo, pues cada tanto se volvía a embancar, esta posibilidad de dar con la vena del estuario permitía su autolimpieza.

 

 

 

 

LA FUERZA DEL LUJÁN PARA AUTODRAGAR. Alvarez de Toledo cuanto Merbeck expresaron que se basaron en precisos estudios de batimetría de 2005 y descubrieron “el desvío del flujo principal del Luján por el aguaje Julia. Entendimos desde un principio que la naturaleza nos iba a indicar por dónde dragar y advertimos que mientras nosotros lo limpiábamos de día se autodragaba de noche”, afirmó el arquitecto; en tanto su socio, el ingeniero Merbeck,  fue categórico: “Esperamos que el agua del Luján siga empujando, generando una suerte de autodragado. Si no es así, habrá que prever en el futuro un repaso de la parte central del canal. Antes de esto había 80 cm. ahora hay 1,40 m”.  Y el capitán de navío retirado, Reali, asesor náutico de Hidráulica y un baqueano del agua recordó que se está ante la presencia de “un  río afectado por las mareas, con flujo y reflujo, en algún momento habrá que hacer tareas de mantenimiento. Pero no hay dudas que el canal está hecho donde Dios dijo que debía dragarse, no hay otro lugar”, razonó taxativo.

 

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El encuentro finalizó con la entrega por parte de las autoridades de la Federación de Clubes Náuticos de obsequios recordatorios para aquellas entidades que colaboraron con esta obra. Entre otros, recibieron una estatuilla alusiva, e Intendente Posse; el comodoro del Náutico San Isidro, Marcelo Becar Varela, Alberto Zavalía, gerente de ese club; autoridades del Boating; José Pampuri del Náutico Albatros; el prefecto principal Nine; representantes de Prefectura Nacional; el Ing. Héctor Arévalo, de Hidráulica de la Provincia y el ing. Bernardo Landívar, secretario de Obras Públicas de la comuna.

 

 

 

pres-nautAl concluir el acto, el presidente del Náutico, Alejandro Tait se mostraba visiblemente contento. “Estoy muy feliz de que se haya terminado, el Canal es una obra importantísima para todo lo atinente a la navegación deportiva”. Rafael Tubi del Veleros Barlovento, si bien puso reparos por los trastornos que genera el incompleto boyado, estimó que la obra es beneficiosa. “A mi entender –no soy un técnico, pero son años en el agua- creo que hay un beneficio de 20 a 40 cm de calado; es decir los cruceros no tendrán problemas; sí algunos veleros de calado importante”, auguró. Por su parte, el autor del proyecto Alvarez de Toledo, confeso nauta, no dudó sobre las bondades del Canal  y dijo que están a la vista: Tengo un velero fondeado en Núñez que cala 1,85 m. Para llegar al Delta necesitaba mínimo 1,20 metros de agua, ahora con 50 cm. puedo llegar”.  

 

 

 

Capitán de agua y tierra, al fin de cuentas este arquitecto no sólo se ocupó del Canal sino que diseñó el Albardón que hoy resguarda la costa de San Isidro. El hombre detalló que buena parte de la arena extraída del lecho del río sirvió para remediar la ribera. “Rescatar y recuperar la costa de un modo natural para el vecino fue siempre uno de los mayores anhelos que tuvimos con el Municipio. Siempre soñamos con un perfil natural que respete los juncos y el pajonal. Bueno con los gaviones y ahora esta arena le estamos devolviendo paulatinamente su aspecto. Es una tarea de gran costo que lleva tiempo, pero la estamos haciendo”, concluyó.