CLUB NÁUTICO SAN ISIDRO. Cuando cien años es mucho, bueno y merece ser celebrado

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29/03/10. En el año del centenario, el obispo de la Diócesis, Mons. Jorge Casaretto celebró en las instalaciones del Náutico San Isidro –Av. Mitre 1999- una misa de acción gracias por los cien años de vida de de esta tradicional institución fundada el 26 de Febrero de 1910, señera en el deporte, en la vela y en la actividad social sanisidrense. No pocos socios y autoridades participaron de esta conmemoración, entre ellos el Intendente Gustavo Posse y su mujer María Fernanda Nuevo. El jefe comunal entregó al presidente del Club, Juan Alejandro Tait una copia del decreto que declaró el centenario del Náutico de interés para la comunidad sanisidrense.

 

Sin duda nada se consigue sin esfuerzo. Y a decir verdad, el Club Náutico San Isidro es un formidable ejemplo de ello. Para llegar a él – ubicado en av. Mitre 1999, en el Bajo de San Isidro- por las calles pavimentadas y el puente que salva el espejo de agua ya no hace falta recurrir al tranvía tirado por mulas que gestionó el progresista intendente Adrián Becar Varela.

 

 

 

Pero lo que sí hace falta comprender, a la luz de un presente que parece fácil, son las dificultades que debió sortear un puñado de visionarios que no aflojó al entusiasmo y doblegó al pajonal.

 

 

Este calificado grupo de pioneros integrado por Benjamín Nazar Anchorena, José Pirán, Juan Obarrio y Avelino Rolón, entre otros, logró en 1910 la concesión de la casi inaccesible isla del Sarandi.

 

 

Lo cierto es que el pasado 26 de Febrero se cumplió el centenario de aquella corajeada pergeñada por un puñado de visionarios y, en lo que en un principio era un bañado hoy se dibujan mas de 150 hectáreas, en las cuales más de 10 mil socios practican golf, tenis, fútbol, vela, natación –en una estupenda pileta olímpica- y que alberga –además- una dársena que cobija a no pocas embarcaciones.

 

 

UN CRECIMIENTO CONTINUO

 

El Náutico dispone de más de medio centenar de embarcaciones propias y un afiatado plantel de profesores, dedicados a la formación deportiva de sus socios. No es casual que desde aquella primera presidencia de don Benjamín Nazar Anchorena  hasta los días de Juan Alejandro Tait, la institución creciera en forma ininterrumpida.

 

pres-nautEs que Nazar Anchorena supo imprimirle una tónica inconfundible a la ampliación que continuaron quienes le sucedieron y se traduce en la expansión mas allá del continente. El entusiasmo y el orden contagioso están a la vista y fue seguido por hombres con el mismo empeño como Sergio Isla Casares, Jorge Salas, Carlos Pollitzer o don Juan Alejandro Tait (foto).

 

 

 posse-nauLas actividades previstas por la comisión directiva despuntaron el pasado mes con una oficio religioso recordando a los socios fundadores y continuaron este sábado 27 con una misa de acción gracias  presidida por el Obispo, Mons. Jorge Casaretto a la que asistió el Intendente acompañado por su señora esposa.

 

 

naut1La celebración religiosa tuvo lugar el sábado pasado por la tarde y contó con la presencia del doctor Gustavo Posse y de su mujer, la doctora María Fernanda Nuevo y, por supuesto, de las autoridades del Club Náutico San Isidro, entre ellas su presidente, Juan Alejandro Tait.

 

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Luego de la celebración, que se realizó en los jardines frente al edificio principal de la institución, el acto continuó con el descubrimiento de una placa recordatoria en el mástil principal del club.

 

En un acto simbólico, el recordatorio fue descubierto por los socios más antiguos y jóvenes del club, quienes luego recibieron de las autoridades de la entidad medallas evocativas.

 

 

Más adelante se leyó el decreto del Intendente Posse que declara los festejos del centenario de la institución de interés municipal, en tanto que el jefe comunal le obsequió al titular del Club Náutico San Isidro una placa recordatoria por el centenario y la gran trayectoria de la entidad. La ceremonia finalizó con la entonación del Himno Nacional a cargo de las bandas de música de la Prefectura Naval y de la Armada Argentina; momento en el que se arrió  la bandera nacional que todos los días luce en el mástil principal del club.

 

AQUELLOS FUERON LOS DIAS

 

Como se sabe, en los primeros años del siglo XX, las localidades cercanas a Buenos Aires ubicadas sobre la costa del Río de la Plata eran los destinos elegidos como lugares de veraneo por las familias de la Capital.

 

En ese ambiente netamente familiar, las actividades recreativas estaban ligadas al río: bañistas, nadadores, remeros y navegantes estuvieron en el origen de casi todas las instituciones sociales y deportivas asentadas sobre la ribera.

 

Las personalidades más progresistas advirtieron pronto la necesidad y la conveniencia de efectuar mejoras en la zona y dotarla de instalaciones que dieran una cierta comodidad a los concurrentes. En este marco, el 26 de Febrero de 1910 se realizó una asamblea en el Salón de Actos de la Municipalidad de San Isidro, convocada por un grupo de vecinos, entre ellos D. Benjamín Felipe Nazar Anchorena, D. Juan María Obarrio y D. José María Pirán. En esa asamblea se aprobó por unanimidad “enviar un memorial al Señor M. de O. P. (Ministro de Obras Públicas) pidiendo una draga para efectuar en el puerto los trabajos necesarios para ser habilitado”.

 

El segundo proyecto, “aprobado sin discusión” fue la organización de un club de deportes náuticos. Se constituyó una comisión provisoria integrada por los firmantes de la convocatoria, señores Nicanor Q. Repetto, Roberto  Marín, Alfredo Larguía, Juan M. Marín, Alfredo Boggio y los tres nombrados al comienzo, para que redactasen los estatutos y procurasen “llevar adelante la solicitud“. Esos pioneros, desde el primer momento, cumplieron estrictamente lo que les fue encomendado, y la mejor prueba de ello es el presente.

El Club Náutico San Isidro nació con dos objetivos básicos: el social y el deportivo. El ámbito geográfico fue determinante para los deportes fundacionales, la náutica y la natación, a su vez estrechamente ligados al aspecto social. Pero la familia ocupó siempre el primer lugar, y la principal preocupación de sus autoridades ha sido propiciar su unión.

El crecimiento demográfico que se fue dando con el correr de los años determinó la ampliación de las instalaciones y la incorporación de otras actividades, para dar cabida a las diversas inquietudes y  preferencias que se dan en el seno de una familia, con alternativas adecuadas a cada edad y condición. A la larga, estos tres aspectos del crecimiento se convirtieron en factores de mutua realimentación.

 

Bueno es destacar también que esta institución señera del deporte está tan ligada a San Isidro cuanto sus deportistas han sabido defender los colores del club, representando al país en no pocas competencias internacionales haciendo las veces de embajadores locales, paseando el sentir y la idiosincracia de los habitantes de estas latitudes por el mundo.