Tips Psicológicos ¿QUE PUEDO HACER PARA SENTIRME BIEN? Por Paula Gallacher
1/03/10.- Lo que perturba a los hombres no son precisamente las cosas, sino la opinión que de ellas se forman. (Epícteto).
“Soy un empleado inútil. Mi jefe me conserva porque le causo pena.”
“Mi esposo me abandonó porque yo no era suficiente, no soy linda ni joven. Nunca saldré adelante sin el”.
“No logro ponerme a hacer las cosas. Pierdo el tiempo, no hago nada. Me siento un fracaso”.
“No sirvo para nada, no me quieren, siempre voy a estar sola.”
Estos pensamientos son típicos de las personas deprimidas. Mientras estas nociones parecen correctas en la superficie, en realidad muestran un cambio en la forma en que una persona ha comenzado a pensar acerca de sí misma. Muchas veces, también, la persona se ha sentido así toda su vida.
Cuando uno se siente “bajoneado”, muchas veces considera que su vida no es muy significativa, que sus relaciones con los demás no son auténticas o que simplemente pocas cosas valen la pena. Uno suele verse a si mismo como un “perdedor”, como una persona que está destinada a la frustración o a la carencia y el fracaso.
El signo más obvio y típico es el humor triste, solitario, apático. Pueden aparecer síntomas orgánicos como quejas de malestar físico, dolores de estómago, de cabeza, dificultades para dormir. También dormir más de lo usual o perder o aumentar el apetito.
Típicamente, cuando nos deprimimos, nos vemos a nosotros mismos de una manera negativa. Podemos creer que estamos desvalidos y solos en el mundo.
Frecuentemente nos culpamos por faltas triviales y solemos ser pesimistas respecto de nosotros mismos, en relación al mundo y al futuro. Perdemos el interés sobre lo que sucede alrededor nuestro y no obtenemos satisfacción de aquellas actividades que solíamos disfrutar. Frecuentemente tenemos dificultad para tomar decisiones o llevarlas a cabo.
Si bien hay hechos o situaciones que son realmente negativas, nuestros sentimientos generalmente son el producto de lo que pensamos y no tanto de los hechos en sí. Se ha encontrado que las personas deprimidas tienden continuamente a tener pensamientos negativos, y que cada uno de estos pensamientos incrementa los sentimientos depresivos. Estos pensamientos y sentimientos suelen llevar hacia una actitud apática e impedir la involucración en actividades que le harían sentir mejor. En esta espiral negativa, también aparecen actitudes críticas, desesperanzadas y pesimistas, lo que hace que la persona se sienta peor.
¿Como ayudarnos? La idea es poder cambiar la forma de ver las cosas y al mismo utilizar recursos propios que no sabíamos o que desconocíamos poseer. Es importante descubrir cuales son nuestros puntos fuertes y apoyarnos sobre ellos para salir adelante.
Trabajando a partir de los principios de la Terapia Cognitiva, tratamos de enseñar al paciente a cambiar su manera de interpretar y ver las cosas cuando se ve afectado por situaciones negativas, con el fin de que actúe más productivamente y que se sienta mejor.
Aplicando principios y técnicas específicas adecuadas a cada caso, la persona puede aprender a mejorar sus estados de ánimo y crear estrategias más eficaces para poder superar sus problemas. Así experimentará logros concretos con respecto a su propia vida lo que le provocará sentimientos de mayor bienestar
El objetivo principal de la Terapia Cognitiva con este tipo de pacientes, es lograr un programa de maduración personal que al mismo tiempo le genere un alivio emocional, lo ayude a cumplir logros personales así como la comprensión de sus dificultades y sus causas originarias.
Algunas concretas (¡y breves!) soluciones:
– Reconocer situaciones problemáticas y reacciones personales.
– Descomponer el problema global en partes abordables.
– Buscar alternativas de acción posibles.
– Sopesar ventajas e inconvenientes de cada una.
– Llevar a la práctica la alternativa elegida .
Lic.Paula Gallacher
Psicóloga
M.P. 91.398