HOMENAJEAR DESDE OTRO LUGAR. Miño y el busto de Garrido: “Hoy hicimos realidad el deseo de todo un pueblo”
27/02/10. “Es muy emotivo haber sido parte de esto. Empezar a soñar un monumento muy chiquito, recibir cientos de llamados telefónicos, correos vía mail, contactarnos con comerciantes, luego con la Cámara de Comercio, la Municipalidad, y concretar un pedido de la gente. Jamás nos imaginamos encontrar una respuesta de semejante magnitud en el muro de facebook. Hoy hicimos realidad un deseo de todos y nuestro logro fue llegar a tiempo con este busto de bronce realizado con las llaves de los vecinos de San Isidro”. Con estas palabras Manuel Miño (26), uno de los estudiantes del instituto CAECE que pergeñó y logró erigir un busto de bronce a través de la recolección de llaves y cualquier objeto de ese metal, abría la charla con el cronista de Continta Norte.
Es que él, como muchos vecinos que admiraban y conocían al capitán Aldo Garrido, brutalmente asesinado por la espalda no se resignaban a no ver su imagen por esas calles que el tanto transitaba.
“Con este busto, ahora a Garrido lo tenemos de nuevo con nosotros y esperamos que él sienta que este homenaje lo hacemos de corazón y como dijo el obispo Casaretto: él dio su vida en un acto heroico, pero no sólo el día que lo mataron, sino que lo hacía todos los días”, deslizó Miño, al inaugurar la escultura.
Manuel, junto a Alejandro Fontanarrosa y Victoria Vasallo –también presentes en el acto-, conformaba el grupo antes de morir había entrevistado a Garrido para un trabajo académico y realizaron un video que retrataba el perfil de algunos personajes característicos del barrio donde se criaron. Tras el fatal episodio del servidor público, ese material recorrió las redacciones a modo de tributo y los noticieros de los principales canales de noticias lo difundieron como un verdadero hallazgo que pintaba a Garrido tal cual era.
La idea de los jóvenes de homenajearlo desde otro lugar cobró fuerza y no pocas instituciones tradicionales de San Isidro funcionaron como sedes de recolección del bronce hogareño, principalmente llaves. Entre ellas, según enumeró Manuel, se encontaban los colegios Marín, Albarden, el Nacional y la Catedral. Se recolectaron 300 kilos de metal que luego la escultora Hilda D´Aiello plasmó en un estupendo busto.
Con un estilo desenvuelto y desacartonado Miño regala su recuerdo mas fresco del oficial. “No había día que cuando trabaja en un estudio jurídico, acá en el centro de San Isidro, no me lo cruzara. Garrido formaba parte del paisaje. Era un referente como persona, un amigo, un tipo querible, familiar, con el que te daba gusto charlar. A veces era una cuestión de horarios, salías y sabías que iba a estar parado en determinada esquina y era un placer ir a saludarlo. Aldo tenía una forma de ver la vida admirable, se iba a su casa pensando en todo nosotros”, confía el joven que con otros compañeros enhebró además un emotivo audiovisual que cuenta el detrás de escena del proyecto, las instituciones que participaron del homenaje y tiene escenas muy vívidas del capitán como el momento en el que sin mas armas que su propio cuerpo logra desbaratar el asalto a un comercio.
“Ese era un rasgo muy característico de él: la no violencia –dice Manuel-. En el video que hicimos para el CAECE me tocó entrevistarlo y el mensaje que transmitía siempre era de fe y esperanza, muy alentador. Era una persona muy positiva a la que no le hacía falta disparar un arma para contener una situación. A él en realidad creo que no le gustaba portarla”.
LA VIOLENCIA, UN MENSAJE Y EL DESEO ACERCA DE CÓMO VIVIR LA VIDA
Nuestro entrevistado, como muchos de los asistentes al homenaje, cree que la desaparición del servidor no fue en vano, sirvió para reconciliar a la gente con las fuerzas de seguridad y para reflexionar en estos tiempos tan convulsionados acerca de la pérdida del sentido de la vida, la fuerte dosis de violencia diaria y la falta de humanidad.
“Todos los días aparece una muerte como la de Garrido en muchos lugares y nos vamos acostumbrando. Más aún los jóvenes de hoy que todos los días consumimos televisión, mails, facebook, y ciertamente al ver este tipo de cosas, esa reiteración nos adormece. En el pueblo de San Isidro y en toda la Argentina esto va a generar un alerta, un llamado a la introspección en nuestras casas. Para empezar a plantearnos muy dentro de nuestros corazones cómo deseamos vivir la vida; creo que ese es el mensaje que nos dejó este amigo nuestro que se fue”, concluyó Miguel.