“Gustavo Posse es un político que está para una liga un poquito mas grande todavía”

20/01/10. Así lo expresó un distendido Daniel Hadad de veraneo en Punta del Este al referirse a la nueva camada de dirigentes con futuro en Argentina. El empresario -que se llegó hasta el auditorio del Hotel Mantra para presentar el nuevo libro de su amigo Oscar González Oro al que calificó como un periodista sincero, visceral, que escribe como habla y es “políticamente incorrecto”- confió que en un futuro planea radicarse con los suyos en el vecino país, dijo que en la Argentina “todo se va aprendiendo de a poco”, al analizar la reciente crisis institucional emparentada con la división de poderes y apostó a restarle dramatismo diciendo que “pronto será un episodio más“. Trazando un parangón entre la Zona Norte del Gran Buenos Aires y Punta del Este, donde acaba de estrenar nueva casa, observó que tanto San Isidro como Tigre, son muy bonitos y cuentan con un diferencial importante de respeto por la calidad de vida, el verde y por su gente. “Claro están hechos por gente muy moderna. Tanto Gustavo Posse como Sergio Massa forman parte de una nueva generación en la política. Hay que ponerle fichas a esta gente. Creo que Gustavo Posse es un político que está para una liga un poquito mas grande todavía“, apuntó mientras González Oro fue contundente: “Yo no quiero mas políticios viejos y resentidos, sino jóvenes con proyectos. Es sencillo: si hablo mucho del pasado, no tengo qué proponerte para hoy; hay quienes viven hablando permanentemente del pasado y me cansaron”, soltó el autor de “Radiografía de mi país. La Argentina que me duele”.

“En general no hablamos juntos en público”, aclara el empresario y periodista Daniel Hadad a poco de trasponer el umbral del hotel Mantra donde lo aguardaba un impecable Oscar González Oro regalando una amplia sonrisa.

El dueño de Radio Diez, C5N, Infobae, entre otras empresas, no suele ser muy afecto a concurrir a eventos, menos a dar notas, cultiva el perfil bajo con su mujer la economista Viviana Zocco y desea descansar con los suyos – esposa y cuatro hijos- en la mayor tranquilidad que ofrece el balneario esteño donde se refugia desde los 90.

Con todo, el hombre que supo montar en poco tiempo un verdadero imperio mediático abandonó la serenidad autoimpuesta para presentar el libro de su amigo, el popular “Negro” González Oro, hoy nuevamente vecino de San Isidro y un enamorado del Uruguay. Óscar para orientales y “negrito” para los que viven del otro lado del charco.

Al igual que en diciembre en Buenos Aires, Hadad no faltó a la cita y en una cálida intro -ver presentación del libro aparte- comparó al periodista que con su inconfundible voz “arma la mañana de la Diez” como una suerte de Cisne Negro, una rara avis, difícil de descubrir.  Fue entonces cuando confió que en noches de insomnio junto a la inseparable Spica, el entonces notero de América se planteaba el desafío de tener su propia radio y contratar al locutor de Del Plata en el horario central. “Nadie podía apostar en el año 91 que Oscar iba a ser el líder de la radiofonía argentina”, deslizó Daniel al tiempo que exclamó: “Hoy ese Cisne Negro es nuestro!”

Antes de entrar de lleno en tema, exponiendo las virtudes de “Radiografía de mi país. La Argentina que me duele”, el libro en cuestión, Hadad mantuvo un breve pero jugoso diálogo con CONtinta NORTE en el que revela las razones de su apego por el Uruguay, habla de su nueva casa, de los suyos, traza un parangón con la Zona Norte del Gran Buenos Aires y -obviamente- no le escapó a la crisis del Banco Central que por estos días desvela a los argentinos. Aquí un detalle de la charla:

– Daniel, otra vez por Punta del Este…

– Esta es mi temporada numero 20 en Uruguay.

– Y con casa nueva!. Si fuera uruguayo titularía Daniel Hogar (conocida casa oriental de electrodomésticos en Maldonado, famosa por sus ofertas y el machaque de la publi en radio y televisión)

– Uruguay es mi hogar desde la cuna casi. Ocurre que mi mamá es uruguaya y el primer día que llegué a Montevideo tenía 33 días. Lo cierto es como ya les comenté en otra oportunidad, veraneo acá desde el año 90. Mi primer departamento lo tuve en Terrazas de Manantiales y de ahí en mas siempre que pude he soñado con hacer la casa propia; es decir desde el diseño del proyecto hasta poderla desarrollar y ese es el caso de “Masada”. Como tengo 4 chicos que a lo largo de los años han vacacionado aquí tienen muchos amigos. Así es que mi hogar siempre está lleno de gente y debo confesarte que para mí Uruguay es un lugar en el que un día pienso venirme a vivir.

Como publicáramos a modo de primicia (ver uno de los primeros show off del verano:http://contintanorte.com.ar/?p=7649 ) en el preciso límite donde el Maldonado desagua en el mar, en ese estratégico sitio con inmejorable vista al puente doble camello y a la bahía, Hadad levantó “Masada”, una casa de concepto minimalista proyectada por él mismo y que en hebreo significa Fortaleza. Está entre las playas El Tesoro y La Posta del Cagrejo, en La Barra y tiene bajada directa al mar, aunque aún está en construcción (solo faltan detalles). El nombre remite a una historia de resistencia y heroismo del pueblo judío. El propio Hadad pergeñó la casa tal como lo hizo con los estudios de la Diez y lo hizo apelando a un diseño simple que recurrió a grandes ventanales que saben jugar en cada una de los ambientes con las bondades del adentro y el paradisíaco entorno.

 – En otras palabras, como Oscar, vos también pensás radicarte finalmente acá, ¿a qué se debe la elección?

– Sí, creo que terminaré viviendo en Uruguay. Este es un país con gente muy educada, culta y amable, así es que armé la casa pensando también que algún día recalaré definitivamente en La Barra.

– ¿La tranquilidad también cuenta a la hora de definirte y el respeto por el verde hace la diferencia?

– Sabés te confío una de las tantas razones que me decidieron. Mientras construíamos “Masada” noté la cantidad de condiciones que me puso una dirección de Ecología estatal para que respetáramos el médano (la casa está en la primera línea y tiene acceso directo a la playa). Desde luego que las acaté a rajatabla, pero me encantó que el Estado se preocupara por lo ecológico; ese es uno de los rasgos distintivos.

– Las portadas de los diarios argentinos y la realidad de los últimos días reflejan la cambiante pulseada del gobierno con Martín Redrado en el Central, los dichos de la oposición… ¿Parecería otro país?

– Argentina es un país que va de a poquito aprendiendo. Muchas naciones se dan por naturaleza, en el nuestro tardamos unos cuantos años en entender que la única forma de tener a un presidente era elegirlo. Argentina tarda en darse cuenta que se deben respetar los tres poderes. Lo que ha pasado durante este enero es una crisis institucional que no deja de ser un episodio más. Creo que no hay que darle tanto dramatismo, es algo que con los días va a ceder.

– Hoy (martes 19) la presidenta canceló su viaje a China por no confiar en el vicepresidente…

– Y, es raro, extraño…. Yo apuesto a la normalidad y creo que en el corto tiempo seguiremos aprendiendo.

– ¿La Zona Norte y Punta del Este guardan algún parangón?

– San Isidro es muy bonito; en el Gran Buenos Aires junto con Tigre tienen un diferencial importante. Creo que San Isidro ya tiene una impronta muy fuerte y Tigre va en igual camino, de respeto por la calidad de vida, el verde, por su gente. Claro está hecho por una nueva generación en la política. Hay que ponerle fichas a esta gente. Creo que Gustavo Posse es un político que está para una liga un poquito mas grande todavía.

A un costado del lobby, un risueño pero a la vez algo nervioso Oscar González Oro – tal vez por la inminente prueba de fuego ante los lectores uruguayos- refiriéndose a la nueva camada de dirigentes opinaba que “hacen falta que aparezcan tipos jóvenes” y tiraba ejemplos. “Gente como Gustavo en San Isidro, Massa en Tigre,  Urtubey en Salta y Capitanich, en Chaco. Yo no quiero mas políticios viejos y resentidos, sino gente joven con proyectos. Es sencillo: si hablo mucho del pasado, no tengo qué proponerte para hoy, hay quienes viven hablando permanentemente del pasado y me cansaron”, remató el autor de “Radiografía de mi país. La Argentina que me duele”.