Pancho Dotto, la leyenda continúa
Pasadas las 19 hs. del sábado el característico anfiteatro con gradas tubulares que se suele armar ahí nomás del mar, no daba abasto para contener a la multitud que se acercó a las arenas del Settai. Un público bien familiar acudió a esta cita ineludible que desde hace 22 temporadas propone este descubridor de talentos y bellezas en el Este Hasta Caroline y Francis Mallmann, que se acercaron encabezando una tropilla de jinetes en las típicas cabalgatas playeras, debieron contemplar la muestra montados en sus equinos, por falta de lugar.
En una suerte de VIP montado junto a la pasarela, no faltaba el martinense Fede Bonomi de KSK; Ramiro Fitá, amigo entrañable de Dotto y responsable de Cook, Wanama y Fraternity; representantes de la revista Para Tí, que en sus 86 años contó con una pasada especial y un afectuoso guiño a Juan Carlos Porras responsable de dar a una chica Dotto la portada de esa señera publicación de Editorial Atlántida dedicada a la mujer; también estuvo el periodista y escritor Ari Paluch muy bien acompañado y, en representación del ministro de Turismo y Deporte del Uruguay, Héctor Lescano, asistió Antonio Carámbula quien recibió el cálido agradecimiento del empresario por el gesto de apoyar y declarar este evento de interés, todos los años.
Carismático como pocos Pancho supo trabar empatía con su público tendiendo un puente de plata que coronó un show con picos de alta de emotividad.
A poco de abrir el desfile, un verborrágico Dotto memoró que desde 1984 fundó una empresa que es sinónimo de profesionalismo y vida saludable. “Hace 26 que tengo a Dotto Models y 22 que vengo al Este -. Nuestro mensaje siempre ha sido y es la salud. Mis chicas salen de día y llevan una vida sana. No es la imagen de mi empresa que frecuenten la noche. Por las mañanas hacemos aerobics, también masajes y caminamos por José Ignacio”, confió relajado para luego presentar a la ex Bandana, Virginia y dar la pauta de lo que será su nuevo desafío en este 2010: Dotto Managment.
Durante el lanzamiento- mientras se aguardaba a que Loli Barreiro estuviera a pleno para abrir el desfile con la pasada de Honda y más tarde presentara la deliciosa colección de Holi, su marca con reminiscencias de la India- Dotto recordó que en uno de sus scoutings con final en el Conrad, estaba sentado en el restaurant Las Brisas junto a Carlos Páez Vilaró, figura emblemática de Punta del Este, y una de las concursantes lo había deslumbrado por su belleza y su increible potencial. “Él es un enamorado del sol y de las mujeres –admitió el empresario-, suele regalarnos todas las tardes la ceremonia del sol desde Casapueblo y recuerdo que estaba como jurado, pasaban las chicas y la que a mí me gustaba no quedaba. Ella era divina, tenía un potencial enorme, pero me asediaban las mamás de las otras concursantes y temí perderla. Movilizado por mi inquietud, Carlitos me dijo: ‘No importa le vamos a dar un premio al talento’. Hoy esa chica es la tremenda Luz Chipriota”. Con semejante presentación la modelo, actriz, cantante y bailarina ganó la pasarela y por especial pedido de su mentor, cosa de matar el tiempo hasta que las infartantes piernas de Barreiro marcaran el pulso de la apertura, se animó a entonar a capella el tema de la novela Herencia de Amor.
Prendas y accesorios con diseños de vanguardia llamaron la atención. ¿La paleta? Mucho naranja, verde, fucsia, amarillo, rojo (buenísima la pasada de mambo), azules y los infaltables blanco y negro.
Impecables las colecciones de Cardón exhibida hace poco en el New York Fashion Week, el retorno de Cook con un guardarropas que como bien observó su hacedor, Ramiro Fitá, “no necesita presentación, porque se vende solo”, glamorosa la propuesta de Dolores Barreiro con su etiqueta Holi, muchas ruanas, pashminas, etnia e indian style, bien descontracturados los estampados de t-shirts con Comic’s de “Fraternity” y cancherísimas las propuestas de Wanama para estar al sol durante el día y espléndidos por la noche.
A no dudarlo, hubo glam en color y texturas y no pocos guiños de afecto a un profesional que a lo largo de los años ha sabido ganarse el prestigio y el cariño de todos aquellos a los que ayudó apuntalando sus carreras. Tal vez por eso, Deborah del Corral se las ingenió para darse una vuelta, saludarlo, recordar sus primeros pasos por el Dotto Models ubicado ahí nomás del entonces único puente doble camello de La Barra.
La ex El Rayo estuvo superafectiva igual que Tommy Dunster y su mujer, con carrera en Méxíco. Ellos al igual que Ramito Fitá coincidieron en que Dotto es un amigo bárbaro. “Un tipo honesto, increíble, un número uno -soltó el martinense Fitá-. Como yo siempre le digo: ‘vos sos el as de espada en el truco’.El que te tiene, gana”, indicó el hombre que con John L. Cook marcó un hito, se tomó un tiempo sabático, vendió y recompró la empresa y ahora vuelve por los fueros. “Nosotros fuimos muy grandes, fortísimos. Cuando recorro la historia de la marca descubro que fue fantástico, asi es que pienso desandar el mismo camino. Acabamos de inaugurar nuevo local en Unicenter -anticipa– y ahora, el 26 o 27 de febrero participaremos en el BAF Week”. El desfile va tocando a su fin, el atardecer con un cielo plagado de naranjas y azules, se funde y juega con las tonalidades del mar, en la pasarela el cierre se vive intensamente. Dotto convoca a la última pasada y Suasnabar pica el clásico de Sandro, “Una guitarra y una muchacha…” donde el gitano pedía que lo evocaran en la arena y el mar. “Así quería que lo recordaramos, con alegría. Sandro fue uno de los mas grandes cantantes populares que tuvimos”, enfatiza Dotto y una lluvia de papeles multicolor lo inunda y tapiza todo. Dolores, Bernardita, Chechu Bonelli y Tommy y tantos otros como Lucas una suerte de clon de Tom Cruise, empiezan a revolear gorras, pashminas, guirnaldas, pelotas y bolsas entre el público. José Ignacio vive un momento único que refleja el espíritu esteño que sabe regalarle al balneario este hacedor y descubridor de talentos.
Como el mago, el hombre nunca revela sus trucos, aunque da pistas. “Me siento orgulloso de mi trabajo –dice un Dotto que al finalizar la temporada planea volver a su loft de Punta Chica con toda la garra – el común de la gente pensará que es una diversión, pero no es así. En lo mío hace falta mucha dedicación, trabajo, disciplina, sentido común y continuidad. No hay una explicación racional en la elección, sino el impacto que me causan al mirarlas, debe existir armonía. Puede decirse que hay un patrón Dotto Models. Mis chicas de siempre y las de ahora, Romanowsky, Gómez Córdoba, Liz Solari todas se parecen a la camada nueva. Tal vez, tiene que ver con ese espíritu de chicas distinguidas, pero no por su nivel socioeconómico o por de donde provengan, sino por la estética y las ganas de progresar; además de un estilo que tiene que ver con la salud”, concluye el empresario.