RED DE PADRES COMPROMETIDOS. Diversión con contención, jóvenes seguros

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2/11/09. Unas 30 mil familias con un número aproximado de 30 mil hijos conformaron la ONG Red de Instituciones Comprometidas” que articula acciones con familias, clubes y colegios de la zona para que los jóvenes tengan la fiesta en paz. El concejal Andrés Rolón  (AVSID) mantuvo un encuentro con algunos de los padres que integran este grupo, explica de qué se trata y cómo se trabaja en instituciones sociales y deportiva para brindar contención en los encuentros juveniles.

 

 

 

 

Hace una semana Magdalena Ruiz Guiñazú entrevistó en la edición dominical de Perfil al ing. Francisco Masferrer y al ing. Agrónomo Agustín Lamarca, quienes integran una reciente ONG, “Red de Instituciones Comprometidas” que articula acciones con familias, clubes y colegios de la zona para que los jóvenes tengan la fiesta en paz.

 

Se trata de unas 30 mil familias con un número aproximado de 30 mil hijos que intentan asegurar una diversión en el marco de valores. El concejal Andrés Rolón (Acción Vecinal San Isidro es Distinto) mantuvo encuentros con estos padres, previa a la nota en cuestión y reconoció que “se está haciendo un trabajo muy fuerte”.

 

 

rolden3“Tanto en el  SIC, CASI, Alumni, Hindú  -añade- y en varios colegios de la zona, se está trabajando sobre el manejo del alcohol entre los adolescentes. En el caso de los clubes de rugby ya existe ese control en todo lo que tiene que ver con el tercer tiempo. Creo también como padre hay que comenzar a comprometerse porque los límites empiezan por el hogar. Si un papá abre su casa para que un adolescente haga la previa ahí y no esté en la calle o en los boliches, estamos equivocando el rumbo de lo que pretendemos”.

 

 

 

Rolón cuenta que las cervezas están rigurosamente controladas en los terceros tiempos y que entre directivos de CASI y SIC están viendo de dividirse los segmentos de jóvenes en lo que hace a las fiestas de acuerdo a las edades. Un club se encargaría de los pre adolescentes, muy posiblemente los zanjeros, armando una suerte de matinés mientras que los de la Cebra organizarían las partys de los de 15 para arriba.

 

 

 

“Estas redes no solo movilizan a padres, trabajan con un líder dentro de cada grupo y se hace un trabajo conjunto entre chicos, familiares y docentes”, explica Rolón.

 

 

PERDIENDO EL CONTROL EN UNA SOCIEDAD CAMBIANTE

 

 

 

 “Cada Institución mantiene su individualidad y hemos constituido una red donde muchos de nuestros colegios y clubes se enlazan en actividades deportivas que los interrelacionan. En marzo de este año, comenzamos en zona norte”, le confiaba a Magdalena, Masferrer. En tanto,  Lamarca relató la experiencia de Newman y dio un poco las pistas de cómo funcionan. “En primer término –plantea- nos hemos puesto de acuerdo en que compartimos el diagnóstico: en estos últimos cinco años hemos cambiado como sociedad y se ha enfocado la adolescencia bajo ciertos símbolos: las llaves de un auto, algún nombre de bebida alcohólica y los celulares. Los celulares significan la hiperconectividad. Todos estos aspectos están circulando por fuera de nuestras instituciones, pero conforman el conjunto de una sociedad que, como decíamos, ha ido cambiando en cosas que ya son incontrolables. Por esto es necesario unirnos y, entre todos, comprender que es fundamental que cada uno se involucre, se comprometa. Los padres somos los que tenemos mayor porcentaje de responsabilidad en todo esto”.

 

 

Lo que hacen estos papás comprometidos es, por ahora, organizar fiestas o tercer tiempo (en el rugby) que sean sin fines de lucro y lo hacen en el marco y con la contención que brindan el club o el colegio.

 

 

Como bien diagnostica Lamarca en los últimos años se han  producido distintos cambios en la sociedad que se convirtieron en un fenómeno cultural. “La sensación de que la diversión no es tal si no pasa por determinados carriles. El exceso, la saturación de información tanto visual como auditiva que nos impulsa a pertenecer a un tipo de cultura que decide cuál es la manera de divertirse. Creo, por ejemplo, que las empresas de bebidas alcohólicas han ocupado un espacio que estaba a la intemperie y así han logrado imponer (con la ayuda de la hiperconectividad y el famoso “no involucrarse” que se ha establecido en los últimos años) una manera de festejar sólo con una copa en la mano –razona-. Los automóviles transmiten una sensación de velocidad y seguridad que no es real si se aplica a las rutas que tenemos ni a la conducta vial que, en general, nos caracteriza. Luego también, salirse de los límites, excederse, ha comenzado a formar parte de una cultura que la sociedad acepta. Y el que no está en esa tónica es visto como ‘distinto’, ‘diferente’”.

 

 

Su descripción no es mas que una ajustada pintura social que, como bien dice, requiere del compromiso y la aplicación de límites para prevenir las frecuentes tragedias que nos sacuden a causa del descontrol juvenil.