Fundación Telefónica, iniciativa que merece ser contada: Proniño, con la meta de vencer al trabajo infantil

 

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05/09/09. Desde 2000-2001 el Grupo Telefónica viene desarrollando a través de movistar y la Fundación Telefónica el programa Proniño con el fin de contribuir a la prevención y erradicación progresiva del trabajo infantil en Argentina. Actualmente alcanza a unos 9 mil chicos y adolescentes de todo el país que están en situación laboral. “Se trabaja en articulación con 31 ONGs que colaboran en el seguimiento de los distintos casos y realizan estudios de campo” –explica Mercedes Seara, coordinadora de esta loable iniciativa que habla de la responsabilidad social empresaria de este grupo, al tiempo que advierte que la iniciativa tiene presencia en unas 11 Provincias, obviamente Buenos Aires y específicamente en nuestra Zona Norte en la localidad de Virreyes, en San Fernando.

 

“Sumamos nuestro esfuerzo al de la organización  de la parroquia Nuestra Señora de Itatí –precisa-. Con ellos, intentamos atacar la problemática del trabajo infantil de modo integral, apelando a la colaboración de las familias, las escuelas; desarrollando programas de salud, educación y actividades recreativas; sustituyendo esa práctica infantil por aportes genuinos y devolviéndole a los chicos su niñez”. Para imitar.

 

 

 

pibecarrito1Los datos oficiales indican que en la Argentina trabajan más de un millón y medio de niños, en ámbitos urbanos y rurales, en tareas que van desde la cosecha en cultivos de yerba mate hasta tareas domésticas que les impiden estudiar, jugar y disfrutar de su infancia. Con todo, organismos de derechos humanos estiman que la cifra supera esos números, sin contar las peores formas de trabajo infantil -clasificadas así por la OIT (Organización Internacional del Trabajo)- como la explotación sexual comercial.

 

El trabajo a esas edades se registra con mayor intensidad en zonas rurales, especialmente en las regiones cuyana y del Norte, y está vinculado a la pobreza y a la mala situación laboral de los padres. Un problema endémico que, a pesar de los esfuerzos, se agudizó con la crisis de comienzo del mileno. “Según datos aportados por el Gobierno hay provincias en las que hay 450.000 chicos en situación de trabajo infantil”, contabiliza Mercedes Seara, coordinadora del programa a nivel nacional y a renglón seguido cuenta que “Proniño se lleva a cabo en 13 países y, a nivel regional en todo Latinoamérica, estamos llegando a una cobertura de 150.000 niños”, indica.

 

 

 

trab-infantil1En el campo, los menores se incorporan a realizar actividades a edad temprana: primero para cuestiones relacionadas con el mantenimiento del hogar, como el cuidado de los más pequeños del núcleo familiar. Luego, a los 6-7 años, comienzan a colaborar en la cosecha de granos, y a los 11-12, empiezan a aplicar agroquímicos altamente tóxicos en las plantaciones.

 

02a“En el Norte del país una de las modalidades de trabajo mas comunes es la de los chicos que cuidan tumbas –confía Mercedes sin ocultar asombro-. La verdad es que uno no deja de sorprenderse con la cantidad de actividades en la que los chicos pueden estar involucrados: desde lo textil, el comercio ambulante o en aquello que tiene que ver con una cuestión de género; el trabajo doméstico de las niñas a edad temprana. En el Norte se las ve mucho también ocupándose de la cría y alimento del ganado, además de cuestiones domésticas”.

 

No falta el trabajo golondrina: en  la cosecha de frutillas o la zafra también se emplea a pibes. Como las espinas de la frutilla son pequeñas se requiere que las manos a recolectar el fruto no sean de gran tamaño. “Nosotros articulamos esfuerzos con la CONAEPI (Comisión Nacional de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil), un organismo del Estado que está haciendo mucho en este tema y nos comentaban que es terrible las modalidades laborales con chicos que se están empezando a ver”.

 

 

No es novedad que esta realidad del interior golpea y, las más de las veces, el ciudadano de las grandes urbes toma nota de ella, cuando alguna foto publicada en un medio de gran circulación ventila con algún título ciertamente amarillista la elocuente y lacerante instantánea de un chiquito desnutrido o la estampa del trabajo esclavo infantil. Pero, claro está, el impacto y la preocupación mediática se diluye tan fugazmente como el anuncio, aunque esas situaciones siguen allí, latentes, más allá del marketing informativo.

 

 

Es, sin dudas, desde el Estado y desde las entidades o fundaciones que han demostrado una clara responsabilidad empresaria donde se las combate en el día a día. “La desnutrición se la aborda desde todos los proyectos –indica Seara– porque somos conscientes que un chico que no come, pierde su capacidad intelectual y no puede educarse satisfactoriamente”.

 

 

laluciernaga_trabajo20infantile1_resizeLas zonas urbanas tampoco escapan a este fenómeno. Es que en algunos barrios ya forman parte del paisaje y la cotidianidad nos permite ver a chicos haciendo malabares en las esquinas, limpiando parabrisas, vendiendo estampitas en los trenes, abriendo puertas de taxis, ofreciendo lapiceras o ramos de flores, tocando instrumentos, cartonenado entre los residuos o pidiendo monedas en la vía pública.

 

La explotación infantil atenta contra la educación de los bajitos. Si bien el 97 por ciento está escolarizado, esto encubre deserción escolar y analfabetismo funcional. A la vez, perjudica su salud cos, limita su acceso al juego y promueve el contacto con drogas de todo tipo y consumo.

 

“Una de las principales causas del trabajo infantil tiene que ver con la pobreza, valores de legitimación que les hacen ver a los padres que ese modo de labor es bueno y válido o también está ligada con una demanda de ciertos sectores que requieren una mano de obra barata”, describe Mercedes.

 

 

En ese contexto la sustitución de ingresos es un tema que se debe abordar de inmediato. Por eso desde Proniño se fomentan proyectos en las familias para que puedan generar ese ingreso y sustituir el del chico por un aporte genuino. “Con las organizaciones sociales promovemos talleres con los padres donde se los ilustra acerca de los Derechos del Niño, las consecuencias del trabajo infantil y cuales son las opciones que se pueden dar para que los chicos ocupen otro lugar y puedan disfrutar de su edad –confía Mercedes-. No siempre esta es una problemática que es visualizada por los progenitores como algo que no se debe hacer. Para muchos papás es mejor que los chicos trabajen. En el Norte -por ejemplo- ven con buenos ojos que hagan artesanías porque lo entienden parte de una cultura, es bello y lindo; entonces se abunda en detalles y se les explica cómo el trabajo desde edad temprana afecta lo físico y la salud. Además obviamente los lleva a quemar etapas de modo acelerado y se quedan sin niñez”.

 

 

pronino11Mercedes aporta experiencias y demuestra que ya no en el interior sino en nuestro Conurbano se encuentran, por ejemplo, con casos donde hay familias en las que han pasado más de dos generaciones que no han logrado un trabajo estable, con lo cual recurrir a la labor de los más chicos es como un fenómeno que se calca. “Hay familias que ven como algo normal que un niño se dedique a hacer ladrillos”, suelta y comenta que el plan, si  bien como todo es perfectible, ha logrado fortalecer la escolarización y que muchos chicos desarrollen una infancia normal.

 

Proniño comenzó en Argentina desde el 2000-2001 y fue creciendo en cobertura de modo exponencial. “En el  2006, teníamos 3000 beneficiarios –compara-, en el 2007-2008, llegamos a 6000 y hoy estamos en 9021. Este año el nivel de inversión realizado por la Fundación Telefónica llegará a los 16 millones de pesos aproximadamente”.

 

 

UNA MIRADA INTEGRAL, LA CLAVE DE PRONIÑO

 

 

dibuEl rango etario que cubre el programa es de 4 a 14 años. Desde luego, retener a los niños de comunidades en riesgo dentro del sistema escolar es sólo uno de los ejes a abordar. En paralelo, se impone elaborar estrategias de un modo integral para mejorar la empleabilidad -o generar vías de ingresos alternativas- para madres, padres, tutores o hermanos/as mayores pertenecientes al grupo familiar de los menores en riesgo; y finalmente, crear conciencia en la sociedad, a través de la divulgación de información sobre trabajo infantil, y fortalecer a los actores involucrados en su tratamiento, de manera de conformar una red que ayude a contener y disminuir progresivamente su existencia.

 

Desde el programa se trabaja sobre ejes bien precisos: educación, salud, tiempo libre y no se descuida a la familia. En educación, se brinda asistencia educativa diaria, a contra turno de la escuela y a  través de las ONGs se realizan acciones tales como: apoyo escolar, contención psicológica y social, asistencia con insumos escolares, uniformes, ropa, transporte y se promueve que todo chico tenga su DNI.

 

 

En salud se vela porque se cumplan los controles habituales (talla y peso), asesoran en la preparación de alimentos y en la confección de los menúes mensuales que luego se sirven en los comedores. También se trabaja en la promoción, prevención y atención de la salud bucodental, a través del accionar de odontólogos. En algunas instituciones se ofrecen desayunos, almuerzos, meriendas y/o cenas y las familias se incorporan al programa alimentario.

 

 

Cuando se detectan casos de desnutrición, se aplican las medidas necesarias para la mejora de la salud del niño y se asignan profesionales de la salud para un seguimiento periódico. También se realizan campañas de vacunación y de atención fonoaudiológica y oftalmológica. Pero, fundamentalmente, se organizan charlas sobre educación para la salud, temas diversos como alimentación, adicciones, violencia familiar, entre otros; con el fin de brindar contención y asesoramiento a problemáticas relacionadas o que derivan en el trabajo infantil.

 

 

“AULAS…”, INICIATIVA QUE HACE A LA INCLUSIÓN DIGITAL

 

 

aulasEn julio de este año se firmó con el ministerio de Educación bonaerense, el prof. Mario Oporto el proyecto “Aulas Fundación Telefónica” dentro del marco de Proniño. “Un poco lo que promovemos con el programa es el fortalecimiento con distintas actividades educativas formales y no formales, en articulación con las escuelas,; darle a los chicos otras oportunidades a futuro. En definitiva, mayores herramientas educativas y mas motivación con la inclusión de las nuevas tecnologías”, observa Seara .

 

El objetivo apunta a proveer de laboratorios de informática y conexión a Internet a aquellos centros educativos donde asisten beneficiarios de Proniño para garantizar el acceso de los docentes, alumnos de las instituciones y de la comunidad educativa a las nuevas tecnologías.

 

“Con el Ministro puntualmente firmamos un convenio para desarrollarlo en tres escuelas y próximamente encararemos otras 7 iniciativas de estas características en establecimientos educativos de la provincia de Buenos Aires”, anticipa.

 

“Aulas…” se implementa en el Colegio Madre Teresa de Calcuta del Centro Comunitario de Virreyes, San Fernando en la  EGB Nº 80 “Juan Bautista Azopardo” de San Martín, y en las de Hurlingham; Primaria Básica Nº 20 y de Educación Secundaria Básica Nº 3.

 

Si bien el Proniño cuenta con el aval del Grupo Telefónica y el esfuerzo de las 31 ONGs que aportan en cada lugar para erradicar el trabajo infantil y la deserción, también colaboran con esta obra voluntarios y vecinos de cada localidad, pero siempre se necesita más ayuda ya que el trabajo social realizado es importante, este emprendimiento se merece que lo apuntalemos entre todos, así sus integrantes se dedican a lo que mejor hacen, que es dignificar las almas y reconstruir historias difíciles de chicos y  jóvenes argentinos, que en el futuro serán sin dudas, hombres de bien, agradecidos e íntegros y habrán podido gozar a pleno de su derecho a la niñez como lo enuncia nuestra Constitución.

 

Quienes deseen sumarse pueden  ingresar a la página de Telefónica www.telefonica.com.ar/fundacion ahí encontrarán las distintas iniciativas que tienen en danza, pueden chequear los nombres de las organizaciones sociales o del tercer sector que canalizan la ayuda e informarse de distintos proyectos junto a UNICEF y UNESCO pensados para los chicos.