HISTORIAS.Raúl Saubidet el creador de Perú Beach Naturaleza y adrenalina entre las olas y el viento

 

raul_caraCatalogado como uno de los centros deportivos más completos de la zona, sabe reunir a los amantes del windsurf, kite, kayak, escalada, skate y muchas disciplinas extremas más. Hasta el Bajo de Acassuso se llegan los amantes de la vela ligera atraídos por el viejo sueño de volar como las gaviotas y navegar al filo del rizo de una ola. Descubra en esta nota, cómo se gestó este tradicional complejo que hace culto del deporte, la familia y la costa natural.

 

 

Los pueblos de la Zona Norte se casaron con el río y éste les dio un estilo único e irrepetible. Cualquier fin de semana con solo mirar al horizonte se perciben centenares de velas tapizando con sus blanquecinas velas y coloridos spinnakers el río color de león.

La costa norte tiene su imán, convoca, llama cautiva. Atesora una impronta singular que los navegantes con solo mirar al catavientos, al cielo o el comportamiento de la particular ola del río del Plata saben decodificar.

 

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Es tan vigorosa esa influencia que a veces hasta se siente desde tierra adentro. Muy cerca de la bajada de Perú y el río comenzó a tejerse esta historia allá por los 80, cuando el windsurf comenzó a hacer furor por estas latitudes. Eran tiempos en que Willie Jacobs y Olaf Krag dibujaban piruetas con las viejas windglader abriéndose paso entre pajonales hasta que fundaron la primera escuelita de Wind, “Kailua Windsurf Club”, ahí nomás de la Guardería de Peter, o el mítico Rocky Point. Uno de sus alumnos más notables de Kailua, Raúl Saubidet supo fundar uno de los principales paradores dedicados a la vela ligera, los deportes acuáticos y porque no, extremos también: Perú Beach.

 

 

 

 

0009_peru-beach_aEn esa meca de la adrenalina y el entretenimiento al aire libre, en pleno contacto con la naturaleza, descansan unas 300 tablas en sus respectivas camas y atesora cerca de un centenar de barriletes de kites, el deporte del momento. No faltan los kayaks para una travesía de aventura, tal vez con la luna como telón de fondo, el muro con sus boulders para animársele a la escalada deportiva, la pista de skate y la cancha de roller hockey.

 

 

 

“Perú es la guardería y el centro deportivo más antiguo de la argentina dedicado al windsurf –cuenta Raúl Saubidet, consumado nauta de una familia que ha regalado notables navegantes– Si bien el wind es un deporte oriundo de Hawai, llegó a la Argentina allá por el 79 de la mano de gente como Jacobs, Walter Noti y Diego Bravo, todos ellos un poquito más grandes que yo. Recuerdo que entre el 83 y 86 llegabas a vender una tabla por minuto, una cosa de locos”, memora.

 

 

vistaquinchoLa ecuación era sencilla: para adentrarse en el mundo de la náutica solo hacia falta una tabla, una vela y un arnés que se podían transportar a cualquier parte en el techo del auto y listo. No pocos se iniciaron en el agua a través de este deporte que ha sabido dejarle al país un montón de títulos a nivel mundial y dos medallas olímpicas de plata conquistadas por Carlos María “Camau” Espínola. Hoy compañero junto al sanisidrense Santiago Lange –cuñado de Raúl- del equipo argentino de la clase Tornado.

 

 

Es cierto provengo de una familia que lleva el deporte en la sangre. Tengo tías que fueron campeonas mundiales de saltos ornamentales. Mi abuelo y mi papá nos entusiasmaron con la vela, no competían pero participaban en muchos cruceros y travesías a Uruguay. Los Saubidet de esta generación somos 6 varones y 3 mujeres. Con mi hermano Julio fuimos campeones mundiales de Cadet. Mi otro hermano, Miguel junto a Lange, subcampeones mundiales de Optimist y luego campeones de Cadet en Argentina. Cristóbal uno de los más chicos, campeón mundial de Snipe. Y las chicas…una se casó con Lange, está visto que no podemos vivir lejos del agua” (ríe).

 

 

Como todos los deportes, el windsurf fue cambiando, las tablas se ensancharon, luego se achicaron, las velas se hicieron más grandes para embolsar mucho aire y se navega a mayor velocidad y si bien existe el kite le salió a competir con fuerza, Raúl prefiere asirse a la vela antes que al barrilete.

 

 

 

“El kite es un deporte mucho más riesgoso –compara-, porque como se hace con un barrilete que te saca para arriba y requiere de vientos constantes, debe ser practicado a conciencia y con todos los cuidados del caso. Todas las guarderías de la zona contamos con cursos específicos para salir al agua con los conocimientos necesarios. No es cosa de improvisar y entregarse a los consejos de un amigo que te diga ‘vení que te enseño’. Si bien es tan popular como el windsurf, yo prefiero al wind. Vengo de la vela, de correr en tabla y no puedo cambiar, hasta hoy me sigue tirando mucho más”.

 

 

 

Acostumbrado a desafíos Raúl supo establecer hace 3 años el récord en talba del río de la Plata, cruzó dos veces a Uruguay y hasta se le animó a la costa pinamerense.“No creo que con el kite puedas hacer todas esas cosas”. Con todo, entiende que ambas disciplinas son divertidas como pocas. “En una semana de esquí no aprendés nada, en una de snowboard recién vas a la montaña –asegura-; en cambio en kite con cuatro clases ya vas y venís por el río. Entonces te quedás muy enganchado, depende de cada uno hasta donde quiere llegar con el deporte”.

 

 

 

Como no podía ser de otro modo este amante de los deportes con adrenalina se casó con una esquiadora que participó en los Juegos Olímpicos y sus hijos son fanáticos del motocross, es windsurf, el esquí, la náutica deportiva. “Esta es sangre que no se vende”, suelta Raúl sin ocultar su orgullo.

 

 

 

Mucha vida sana, un ambiente familiar y mucho deporte junto al río es la propuesta de Perú Beach. “Esto fue inventado para la familia, como una apuesta a lo no convencional –explica-. Hace quince años con mi mujer tomamos este lugar que solo tenía dos canchas de fútbol, dos de paddle y un gimnasio cerrado y nos sentamos en el bar a ver qué podíamos hacer. Nos reunimos con gente entendida en escalada y levantamos el muro, con un jugador de roller hockey abrimos la cancha, luego vino el skate, la renovación del gimnasio y fuimos creciendo porque la gente pedía más. Hoy es un centro integral del deporte que cuenta además con locales comerciales, un spa, peluquería, pilates, un buen gym y una vista al río incomparable. En la guardería está el inglés Ross Williams, un windsurfista que está entre los 10 mejores del mundo y no puede creer la onda del lugar, que los argentinos se entusiasmen con las aguas de este río chocolate. El como muchos, está enamorado del lugar. Por eso no quiero dejar de agradecer a la Municipalidad que supo acompañarnos en el esfuerzo por poder crear cosas sanas, con deporte, en un medio ambiente incomparable. Es la apuesta a una costa natural, como debe ser. Este es un lugar abierto al público. Lo único que se paga es lo que se consume”.

 

 

 

 

Bueno la propuesta está hecha, solo hay que correrse hasta El Cano Elcano 784 – Acassuso (tel.:4793 5986) ,ahí nomás de la bajada de Perú y el río y descubrir este paraíso hecho realidad. Raúl –su hacedor- junto a la inmensa familia que supo hacer crecer los aguarda para tentarlos con el influjo del río y los deportes náuticos. Imposible sustraerse a la invitación.