“Espero que Dios los perdone y que la Justicia los condene”

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Eso dijo Marta Barberis, viuda del capitán Aldo Garrido al cabo de la primera jornada del juicio que se le sigue a Débora Acuña, de 29 años, y su concubino, Néstor Luque, de la misma edad, por el crimen del querido policía. “Mi intención era robar, no dispararle”, confesó Luque ante el Tribunal Nª 5. Barberis fue acompañada por el intendente Posse, que pidió “Justicia, eso es lo que estamos reclamando, y castigo para los que asesinaron a ese policía ejemplar que fue Algo Garrido”.

 

 

Tal como informara Continta Norte se inició hoy, martes 9, el juicio por el caso del capitán Aldo Garrido.  La pareja acusada de haber asesinado hace tres meses a ese ejemplar efectivo de la bonaerense estuvo hoy en el banquillo de los acusados y prestó declaración ante el tribunal criminal 5 de San Isidro que comenzó a juzgarlos por haber llevado adelante el crimen en el medio del asalto.

 

Tal como hizo en la instrucción, el detenido Néstor Luque dijo que disparó dos veces contra el policía porque los tiros “se le escaparon“. Deborah Acuña, por su parte, dijo que su intención sólo era robar y no matar. “Yo disparé hacia el piso, hacia abajo. En ningún momento fue mi intención dispararle (a Garrido), mi intención era robar” declaró ante los jueces Mario Kohan, Raúl Neu y Ariel Introzzi Truglia.

 

El tribunal, en el comienzo de la primera jornada, rechazó un planteo realizado por la defensa de la imputada, para que la parte querellante no pueda pedir condena a los acusados.

 

El defensor oficial Marcelo Rodríguez Jordán pidió que el abogado de la familia de Garrido participe del juicio pero no pueda acusar a los imputados.  Los jueces pasaron a un cuarto intermedio de diez minutos, tras el cual decidieron rechazar el planteo y continuar con el debate.

 

El pedido del defensor oficial se basó en una resolución del tribunal oral de abril pasado, cuando la causa fue elevada a juicio. En esa oportunidad, negaron a la viuda Marta Barberis constituirse como particular damnificada en el debate porque hizo la petición fuera de tiempo. Finalmente, la Justicia aceptó una apelación de la querella y se le permitió concurrir al debate.

 

Rodríguez Jordán había argumentado que “este hecho debe ser juzgado pero bien, no con irregularidades. Si así no fuera, no va a ser la inseguridad la que no nos deje caminar por la calle sino nuestra propia vergüenza. El fin no justifica los medios”.

 

Al referirse a la pareja imputada, la viuda de Garrido aseguró que espera “que Dios los perdone y que la Justicia los condene”. Barberis dijo que asistió a presenciar el debate porque necesita “mirar a la cara” a quienes están acusados del crimen. “La Justicia me está dando tranquilidad”, deslizó la mujer quien durante un cuarto intermedio le confió a la prensa que “es terrible” escuchar como los acusados relatan el homicidio.

Los memoriosos recordarán que Garrido fue asesinado el 17 de febrero pasado cuando quiso evitar un asalto al local de venta de ropa masculina “Kevingston”, situado en Chacabuco 361, a la vuelta de los tribunales de San Isidro. El  entonces subteniente de la policía, que hacía 30 años vigilaba la zona comercial de ese barrio, fue recibido dentro del local por una pareja de delincuentes que lo mató de dos balazos.

 

Según la investigación, Garrido fue herido primero de un tiro efectuado por el ladrón varón, mientras que la mujer luego le sacó la pistola reglamentaria y lo remató con el ella.