Al Reparo ofrece los próximos 29 y 30 de Mayo, un curso en el Hípico del Norte. Los beneficios de la Rehabilitación Ecuestre

img-_224

Guadalupe Gómez, quien lleva las riendas de este interesante método terapéutico que se desarrolla hoy flamantes instalaciones del Hípico del Norte en el Bajo, explica cómo es esta técnica en rehabilitación que incluye la asistencia animal y porqué pacientes y equinos se enriquecen con este diálogo que se nutre en un lenguaje corporal y vital que va mucho más allá de la palabra.

 

 

 

 

 

Ciertamente no es un personaje público, ni pertenece a la farándula, ni se hizo acreedora a ningún premio especial. Antes bien, Guadalupe Gómez es solo un ejemplo de entre los muchos habitantes de este país que dan la mayor parte de las horas de su día para ayudar al prójimo.

 

 

Ella lo hace desde la Fundación Al Reparo en donde prodiga y difunde en grandes, chicos, profesionales, docentes y pasantes también los beneficios de la rehabilitación ecuestre. Pero Guadalupe, además, atesora una peculiar y particular historia.

 

 

Vecina del barrio de Martínez, lindera a la zona de studs, ya de chica supo dejarse seducir por el mundo de las caballerizas y el trote de los equinos por las cercanías del Hipódromo local. El movimiento comenzaba apenas despuntaba el alba con sus primeras, tenues luces y languidecía al caer la tarde.

 

img-_158

 Todos los días, bien temprano a las 6 de la mañana o las 5 de la tardecita me moría por verlos pasar y le pedía a mis padres que me dejaran aunque mas no sea  ir a llevarles comida y mimarlos”, confiesa Guadalupe Gómez mientras se le iluminan los ojos. Ella entre caricias, buenos tratos y una voz amigable aprendió a descifrar sus secretos y el especial lenguaje que saben desarrollar.

 

 

“Los caballos son sociables por naturaleza –describe-, viven en manada y han estado fuertemente ligados al hombre. Su belleza, inteligencia y capacidad de trabajo, pero sobre todo su lealtad y compañerismo para con las personas, los han transformado en un aliado ideal ”, asegura. 

 

 

Si bien Guadalupe con los años se recibió de docente jardinera, practicó equitación, adiestramiento, salto, doma, etología y a fuerza de estudiar el comportamiento animal, no se conformó con lo obvio y avanzó en la práctica de una disciplina que utiliza al caballo como medio de rehabilitación psicofísica. “Abarca cuatro áreas profesionales: la psicología, medicina, pedagogía y veterinaria (etología) –explica- es por eso que para Al Reparo el abordaje interdisciplinario es un compromiso cotidiano”.

 

¿QUÉ ES LA REHABILITACIÓN ECUESTRE?

 

 

Es una disciplina que utiliza al caballo como medio de rehabilitación psicofísica a través del ritmo. Éste, marca de múltiples maneras todas las actividades del ser humano; y se ve influenciado por distintos factores.

 

 

La entidad empezó hace 13 años, pertenece a la Federación Argentina de Rehabilitación Ecuestre y junto con 22 ONGs de todo el país, comparte un ideario común aunque cada una cuenta con su propia experiencia y metodología. “Hoy, por ejemplo, está en discusión el uso o no de monturas –cuenta-. Hay entidades que las toman y otras que no, cada cual tiene su argumento. El caballo reúne 3 principios básicos dentro de lo que es la hipoterapia y las especificaciones médicas en lo que es el trabajo con chicos multimpedidos o con problemas neuromotores. Uno de ellos es el ‘calor corporal’ que relaja la musculatura al ser mayor al nuestro; otro el ‘movimiento rítmico’ que regula el tono y distiende el cinturón pélvico y, por último, el ‘patrón de locomoción’ equivalente a la marcha humana. Por eso en Al Reparo entendemos que si se trabaja con una montura se aísla el calor y los movimientos no son del todo transmitidos. Tampoco se monta en pelo, porque la fricción no ayuda. Nosotros utilizamos un cojinillo o matra, una suerte de silla especial con una manija de cuero para que se puedan asir a la altura de las riendas. En equinoterapia se trabaja con una técnica llamada backreading (sin riendas)”.

 

 

 

img_0089El desplazamiento del equino, moviliza el centro de gravedad del jinete con una cadencia variable, rítmica y repetitiva. Cada paso completo del caballo impone movimientos que estimulan al paciente mientras un kinesiólogo va alineando el cuerpo y le da sostén y equilibrio. Obviamente, en esta entidad no se trabaja en forma grupal sino individualmente.

 

 

 

Los pacientes llegan derivados desde distintos centros y consultorios médicos o pedagógicos o por el frecuente boca en boca. Allí se les realiza una entrevista de evaluación, hay una reunión previa con los padres y cuatro encuentros con los chicos donde se arma un plan de trabajo a la medida de cada problemática. “Por ejemplo en los casos de pacientes con problemas mentales o psicosociales con los que se realiza monta terapéutica ahí sí se apela al uso de riendas”, grafica.

 

 

 

La rehabilitación ecuestre está especialmente indicada en una amplia gama de alteraciones de la salud: distintos tipos de parálisis, síndrome de Down, esclerosis múltiple, epilepsia, autismo y atrofia cerebral, entre otras patologías neurológicas. Pero además, en trastornos ortopédicos y traumatismos en general.

 

 

 

Sin dudas a la Fundación llegan no pocos casos límite o papás ávidos de contención, cansados de recorrer con sus hijos consultorios sin mayor suerte a la espera de una luz de esperanza que les devuelva la fe. En más de una década han existido sobrados logros. “Tomamos como punto de partida el don, la posibilidad –dice Guadalupe-. Cada jinete posee una virtud escondida, un potencial que espera ser descubierto.  No encasillamos al paciente en un diagnóstico; si bien éste es importante, trabajamos con el disfrute, la aceptación y la motivación”.

 

 

CAPACITACIÓN DESDE LA INTEGRACIÓN CON EL OTRO

 

 

También cuenta con un área de formación y capacitación a profesionales de los distintos ámbitos de salud, vivenciando y participando del proceso evolutivo y aprovechando lo que el caballo como herramienta terapéutica tiene para dar.

 

 

Al Reparo si bien pasó por muchas sedes ahora sentó sus reales en el picadero del Club Hípico del en Avda. de la Ribera y Los Sauces, en el Bajo de San Isidro. Allí un equipo interdisciplinario compuesto por psicólogos, psicopedagogo, terapista ocupacional y físico, asistente social, profesora en educación inicial, veterinario, jinetes y colaboradores dan lo mejor de su tiempo trabajando ad honorem para que en una sociedad muy proclive a levantar obstáculos o a discriminar se aprenda a integrar al diferente aceptando al otro tal como es.

 

 

img_0314“Desde aquí no se persigue la igualdad, ni queremos llevar la discapacidad a la normalidad. Se trata, simplemente, de poder aceptar la diferencia del otro y reconocerlo. Todos tenemos discapacidades, en algunos se ven y en otros no. Por eso es muy importante poder admitir al otro desde la diferencia”, advierte Guadalupe y a renglón seguido cuenta que durante los dos últimos viernes y sábados del mes dictarán un más que interesante curso intensivo que abordará entre otros contenidos  ¿Qué es la rehabilitación ecuestre?, ¿Por qué un caballo?, Estrategias y terapéuticas, Metodología de trabajo, Una visión integral de la ida de hombre y Etología, Generalidades del Caballo, Patologías y Psicoterapia.

 

 

Los días viernes 22 y 29 de mayo, el curso se dará en el horario de 14 a 18, mientras que las jornadas de los sábados 23 y 30 de mayo serán de 9 a 17. Se entregará certificado de asistencia.

 

 

Informes, inscripción y/o reserva de vacantes por teléfono al 154-404-6456 y 4743-9936 o por mail informes@alreparo.com.ar