Reabre el Museo Pueyrredon. Podrá ser conocido en detalle

Es el edificio con mayor valor patrimonial de todo San Isidro. Por estos días -tras varios meses de paciente restauración controlada por la Comisión Nacional de Monumentos– se apresta a reabrir sus puertas. Gabriela Giurlani y Marcelo White Pueyrredon, presidente y vice de la Asociación Amigos del Museo, junto a la titular de Cultura de San Isidro, Eleonora Jaureguiberry  anunciaron la reapertura de este tradicional casona para el próximo jueves 30 de Abril a las 18 hs. La cita es en Rivera Indarte 48 San Isidro.

El Museo en sí, por su construcción  es un tesoro en su mismo pero además la casa de quien fuera el Primer Director Supremo del Río de la Plata cobija otro acervo invalorable: una ecléctica y bastante heterogénea colección que ha sido valuada, fechada y digitalizada. Entre las 500 piezas que han recibido un diagnóstico de conservación a nuevo se encuentra una importante colección de pinturas del Siglo XIX.

Tal como adelantara Eleonora Jaureguiberry, directora general de Cultura de San Isidro a este medio en el Museo Pueyrredon se cumplió un minucioso trabajo.  El renovado Museo Pueyrredon será muy diferente.

Contará con un Museo de Sitio, a poco de entrar habrán tres salas de orientación, donde el visitante podrá informarse acerca de la historia de la casa y de sus habitantes y qué le fue pasando a esta en sucesivas generaciones. Habrá un ámbito dedicado al padre Actis y otro a Prilidiano y se podrá visitar el atelier del primer pintor argentino con los pocos elementos originales rescatados que hacen a una exacta reconstrucción de época.

“Estamos en excelentes manos porque después de mucha investigación hemos  llegado al “dream team” ya que el nuevo guionista es Roberto Amigo, el mayor experto que existe en el país sobre el Siglo XIX, que acaba de curar la muestra de “Las armas de la pintura” en el Museo de Bellas Artes y para hacer el montaje lo hemos contratado a Patricio López Méndez, quien se ocupó del Museo Fernández Blanco, verdadera joyita en la Ciudad de Buenos Aires – se entusiasma Jaureguiberry- . Ellos están acostumbrados a trabajar juntos. Se imaginan un Museo muy potente y -por supuesto- respetuoso del patrimonio que tiene; porque estamos armando nuevos recorridos con lo ya existente”.

Si bien la puesta en valor de la casa ha sido y es muy compleja y costosa, la inquieta directora general de Cultura ha sabido amalgamar esfuerzos y sumar voluntades para que la luz comience a percibirse al final del túnel. Es que, a la necesaria restauración de la casa encarada en base a un proyecto de la Comisión Nacional de Museo, Monumentos y Lugares Históricos donde el gobierno nacional invirtió cerca de 800 mil pesos, la acompañó la paciente y meticulosa tarea de un equipo de documentalistas encargados de digitalizar los 500 objetos y manuscritos que atesora el Museo. Paralelamente 6 de los 15 Prilidianos que componen el rico patrimonio fueron restaurados, se logró una donación del BID (3.500 dólares) para mantener a resguardo de la humedad los ambientes y se comenzó a pergeñar el nuevo montaje museológico.

“La municipalidad y la Asociación Amigos del Museo Pueyrredon venimos trabajando desde que nos enteramos que el Museo entraba en restauración con lo que llamamos la colección –explica Jaureguiberry-. Esto significa que el proceso conlleva dos partes: una  la edilicia, donde se trató de recuperar un edificio de enorme valor patrimonial, es el más antiguo de San Isidro y, por otro lado, rescatar la colección que también hace al patrimonio municipal. Es muy ecléctica y bastante heterogénea. Hay piezas de mucho valor y otras de bastante poco. Todas ellas fueron valuadas, fechadas e informatizadas”, precisa. Tarea ciclópea si las hay que demandó no poco esfuerzo.

El museo cuenta con un acervo formado fundamentalmente por los cuadros del pintor Prilidiano Pueyrredon –todos ellos retratos-, documentos de la actividad política de Juan Martín de Pueyrredon, muebles y objetos de época que, aunque en su mayoría fueron donados con posterioridad a la permanencia de esta familia en la casona de las barrancas, narran las costumbres patricias del siglo XIX.

También forman parte del patrimonio una considerable colección de imágenes religiosas donadas en su mayoría en la primera época del Museo, cuando éste se encontraba dirigido por el padre Actis, y una invalorable biblioteca.

Con el trabajo de informatización, al que se suma la tarea de restauración y conservación de los fondos documentales, el acceso a la colección será una tarea sumamente sencilla y permitirá tener presente un riquísimo patrimonio histórico, no solo local, sino también nacional.

Roberto Amigo y Patricio López Méndez, curador y diseñador de montaje, respectivamente, han sido partes sustantivas del staff.

Los trabajos con la colección comenzaron por la construcción de un catálogo informatizado (base de datos), con el objetivo de catalogar en forma discriminada el inventario de la colección para su mejor acceso y control.

 Este trabajo estuvo a cargo de las licenciadas en Historia del Arte Paula Casajús y Cecilia Lebrero. Cada pieza fue fotografiada y descripta nuevamente, y su atribución revisada con expertos en muebles, documentos e imágenes religiosas, para confirmar o revocar su procedencia y su valor y hacer un diagnóstico de conservación y de necesidades de restauración si las hubiera.

Las medidas de conservación comenzaron con la intervención de seis óleos de Prilidiano Pueyrredon por parte de la licenciada Rocío Boffo; en este momento otras cuatro obras están siendo restauradas por la experta.

A su vez, la licenciada Nora Altrudi restauró todos los documentos en papel (cartas, mapas, documentos públicos, etc.) que posee el Museo, y convino su guarda en óptimas condiciones de conservación.

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Una casona con pasado

Ubicada en Rivera Indarte 48, esta casona tuvo varios dueños, pero su principal residente fue Juan Martín de Pueyrredon, quien inicialmente se destacó en la historia nacional por formar con gauchos un escuadrón de caballería (Regimiento de los Húsares de Pueyrredon) para unirse a Santiago de Liniers en la lucha contra las invasiones inglesas en 1806.

También sobresalió por ser designado por la Primera Junta en 1810 como encargado de la gobernación de Córdoba y, luego de Charcas, ocupar, por designación del Congreso de Tucumán, el cargo de Director Supremo de la Provincia Unidad entre 1816 y 1819.

Este altísimo cargo lo ejerció viviendo casi permanentemente en esta casa donde trató todos los asuntos de Estado. Según testimonios, bajo el algarrobo histórico (aún en la quinta) Pueyrredon y José de San Martín planificaron la libertad de América.

La casona, que también fue habitada por Roque Sáenz Peña durante su presidencia (1910-1914) y que pertenece al patrimonio municipal desde 1941, fue construida en 1790 y sus habitaciones se distribuyen en torno a un amplio patio central que contiene un aljibe y canteros con naranjos.

Desde el patio se observa el atelier que construyó el arquitecto y notable pintor Prilidiano Pueyrredon (hijo de Juan Martín), quien heredó la chacra y le realizó cambios y ampliaciones.

Historias que merecen ser contadas

Hay muchas historias que guardan celosamente las paredes del Museo que son poco conocidas y merecen serlo. “Es una casa muy rica desde el punto de vista arquitectónico pero también desde lo social –dice Jaureguiberry-. Allí vivió un ex presidente, el artista más importante del siglo XIX, San Martín tomó la decisión más importante debajo del algarrobo y donde también pasaron cosas más mundanas pero que hacen al rico pasado de los sanisidrenses. Por ejemplo, la gente ignora que esa fue la primera sede del SIC cuando se separó del CASI o que ahí vivió Victoria Aguirre. El Pueyrredon fue una de las chacras de pan llevar. Existen elementos arquitectónicos que prueban esto, como el enorme horno de pan en la Casa de los Chacareros que no servía solamente para abastecer a la casa. Hay muchas historias que aún falta contar”,

Algunas de ellas serán relatas en los espacios de transición o pasillos que separan a las distintas salas. En una de ellas, se exhibirán las patentes de corso cuando Juan Martín de Pueyrredon se desempeñaba como Director Supremo, no faltará un espacio dedicado a los Aguirre, primos de los Pueyrredon, a quien Prilidiano vendió la casa y tantísimos documentos y materiales exhibidos en nuevas vitrinas.

En fin, la tarea de recuperar un museo es muy vasta y no se agota en su apertura. Su puesta en valor es constante y requiere de un especial interés por todo aquello que pueda enriquecerlo y mejorarlo.

Detalles del renovado Pueyrredon

* Estará dedicado enteramente a divulgar obras del Siglo XIX.

*Tendrá un Museo de Sitio o sala de orientación

* Se reabrirá el atellier de Prilidiano con una ambientación ajustada a época.

* Estarán en exhibición los 15 Prilidianos -patrimonio del municipio- y otras joyas como los Pellegrini, las miniaturas y grandes piezas de artistas del XIX.

* Habrán muestras itinerantes y de tres meses.

* Existirá una sala dedicada al ocio del XIX que mostrará muebles muy valiosos donados por Victoria Ocampo, son regalos originales de los Pueyrredon a lo Aguirre.

* Se dispondrá un “shop” de la Asociación de Amigos del Museo con toda una serie de objetos y productos con la iconografía del Pueyrredon. Lo recuadado será para seguir generando acciones y contribuciones que aumenten el patrimonio museológico.

* Se diseñará un recorrido por el jardín, ambientado con una moderna y discreta iluminación que permitirá contemplar las diversas variedades arbóreas y la barranca. Un paseo por el mundo vegetal en las distintas estaciones.